Viajamos en el Expreso de Medianoche, con José Paredes. 503s2b

Bienvenidos queridos amigos del misterio a un nuevo podcast de Ecos de Laberno, el lugar donde lo inexplicable y lo terrorífico cobran vida.

Poneros cómodos, ajustad los auriculares, apagad las luces y disfrutad de este apasionante viaje por lo desconocido.

Buenas noches y bienvenidos a una travesía especial en Ecos de Laberno.

Hoy las sombras susurran historias no solo de lo desconocido, sino también de aquellos que se atreven a guiarnos a través de ellas.

Tenemos el inmenso honor de abrir las puertas de nuestro laberno particular a un auténtico maquinista de lo insólito, un colega y referente cuya voz nos acompaña en las madrugadas más enigmáticas, José Paredes.

Él es el corazón y el alma del expreso de medianoche, ese tren radiofónico que semana tras semana nos invita a viajar por los raíles del misterio, dejando esas pequeñas huellas que solo los atentos saben descifrar.

José, es un privilegio tenerte aquí a bordo de Ecos de Laberno, estar listo para este cruce de vías hacia lo más profundo de tu historia y la del expreso.

Ya sabes que sí.

Muy buenas noches, amigos.

Pues nada, José, todo viaje en este mundillo que nosotros tocamos empieza con un primer paso o quizás con una primera sombra que nos llama la atención en la oscuridad.

Más allá de un interés general, ¿recuerdas la chispa en concreto, ese momento, esa historia o esa sensación visceral en tu murcia natal o en cualquier otro lugar que te hizo sentir no solo curiosidad sino una conexión profunda con el mundo del misterio? Pues sí, claro.

Bueno, mi vida en general ha estado siempre vinculada.

Mi tío Antonio tenía un grupo que se dedicaban a hacer psicofonías, iban con un aparato súper antiguo con un micrófono, iban con cuatro pilas estas grandes y se iban por todos sitios, iban a castillos.

Yo era un mico, yo tendría nueve años y yo me gustaba, iba con ellos.

Iba por teléfono horas mi tío con Pedro Amorós, se carteaban con otros grupos y a mí siempre me llamó la atención el tema de las voces psicofónicas, ¿cómo se acuelan, de dónde vienen, de dónde nos están hablando? Siempre tuve muchas dudas, muchas inquietudes y bueno, se quedó ahí, la cosa quedó ahí, la cosa quedó ahí.

Yo, por razones particulares, me fui a trabajar a Madrid, terminé mi carrera en periodismo, quería ser periodista, la terminé en Madrid, en la Complutense, y yo tenía muy claro que quería dedicarme a los medios de comunicación.

Hice las prácticas en cuatro y ya, con todo eso, se acabó el trabajo, lógicamente.