Vamos a hablar de algo 6x21 - El apagón, Manolo el del bombo, Los Oscars, Mercadona 622w4

Vamos a poner un poco de orden en la mesa.

Haya orden.

Porque haiga, haiga orden.

Vamos a hablar como la gente de Alicante.

Que se note que somos de Alicante.

Amor a ver.

Amor a ver.

Como dijo un ciego, amor a ver.

Estamos por aquí Fede Zaragoza, Luis Sebastián y Daniel Morillo.

Buenas tardes.

Ahí estamos, ahí estamos.

Somos de Alicante pero no somos como mazones.

No nos liemos.

Y bueno, ¿qué es esto? Vamos a hablar de algo.

Ese programa en el que nos tiramos alrededor de una hora más o menos hablando de cosas que no les interesan a nadie.

Posiblemente ni a nosotros mismos.

Pero las disfrutamos.

Claro, a eso iba.

Pero nos pasamos bien haciéndolo.

Entonces esa es la idea.

Al final esto es un programa de opinión en el que hablamos de noticias, de experiencias, un poquito de todo en general.

Y ojo, opinamos una barbaridad.

Bien o mal, eso ya cada uno que opine sobre nuestra opinión es nuestra opinión.

Y además es lo que nos gusta, que generar un poco de conversación, que la gente diga lo que quiera, que para eso sirve.

Si nosotros lo hacemos, vosotros también.

Que nos escucha, que opine lo que quiera, pero que no nos lo diga nosotros.

Y con eso nos damos por satisfechos.

Has trazado el caso de que alguna vez alguien ha comentado, coño, oye, pues no es tan mal lo que hacéis.

Raro esto, ¿no? Se ha equivocado, claramente.

Claro, se ha vuelto a pasar.

Pero alguna vez, oye.

Bueno, igual es porque escuchaban esto.

Claro, lo mismo, eran familia.

Oían a Lui Prima y claro, a mí me gusta casi siempre.

Ya.

Pero igual la opinión de los participantes… Ya no valgo, vaya por Dios.

Ya me quita la voz.

Ya estamos con las descalificaciones y los guacos.

Sí, sí.

Madre mía.

Sabéis que me gusta dar siempre un poco de presencia a Lui Prima.

Que suene de fondo, que se le oiga bien.

Pero ¿este tío cuánto nos paga? Creo que ahora nada.

Ahora ya nada.

No está por la labor ya, ¿sabes? Están otras cosas.

Bueno, pues otra semana más.

Vamos a hablar de algo.

Ese Bajra, esa hacha aspirada que nos gusta tanto.

Bueno, yo creo que podemos arrancar directamente con el tema principal.

Ese día en el que no podríamos haber hecho un programa, aunque lo hubiésemos querido, porque no había electricidad.

No había electricidad, señores.

No había ninguna electricidad.

¿Qué pasó? Y conte cómo os pilló a vosotros.

Uy, a mí me pilló en la puerta al chino.

Yo lo vi, tío, en mis propias carnes.

Lo vi en mis propias carnes.

Y no masacramos a los trabajadores que había ahí de milagro.

En fin.

La cosa fue tal que yo iba al chino a comprar esponters de esas.

Vale, esponters es una marca así.

Cosas de esas que asorben en la cocina.

Y fue llegar a la puerta del chino y hace la luz.

Y se va.

¿Cómo hizo? Digo, qué bonito efecto.

Hace flow.

¿Pasaba flow por allí? Pero para adentro.

Pero para adentro, no para afuera.

Ahora que dice ese efecto, vamos a darle.

Eso mismo hizo.

Eso mismo hizo.

El chino salió escopeto a la calle.

Mirando para todos los lados.

¿Para qué coño miras la fachada si se te ha ido la luz dentro? Me pregunté yo.

O sea, preguntas que se hace uno.

Y dices, bueno, pues joder, a ver qué coño.

La verdad es que ya cuando había cruzado para el chino yo había visto a tres currantes con la maquineta en medio de la calle.

O sea, rompiendo.

Y ya vinculaste.

Claro.

Sobre todo ellos.

Les dio una risa.

Ellos pararían.

Porque si eso va con electricidad, pararían.

Sí, sí, sí.

Ellos tenían allí su chiringuito montado.

Los pobres también se quedaron un poco descompuestos.

Pero es que luego salió, inmediatamente salió el tío de la tienda de pinturas de al lado.

Pero ahí ve un problema.

Ahí ve un problema.

Esos señores que están trabajando, se quedan sin electricidad y no pueden taladrar.

Claro, cuando te pasa algo así, lo primero que haces es me voy al bar.

No, porque no hay luz en el bar tampoco.

No hay luz en el bar, no.

¿Qué coño? Salió el de la clínica.

Salieron las chicas de la farmacia.

Salió el del bar, efectivamente.

Claro, claro, claro.

¿Y qué hicieron? Pues irse todos a por los tres operarios, como es normal.

Lógicamente.

¿Qué habéis roto? ¿Qué habéis hecho? Montaron una bulla allí, que los tíos se fueron.

Cuidado, que recogieron y salieran a taladrar.

Y ahí algunos…