Un falso superpoder 1m4d2f

Bienvenidos a un nuevo episodio de No sé bailar, pero aquí estoy.

La historia será amable conmigo, porque tengo la intención de escribirla. Winston Churchill.

En esta ocasión te voy a hablar sobre algo que seguro que te ha pasado en más de una ocasión.

Algo que parece un superpoder, pero que en realidad puede ser una trampa para nuestra mente. Hablamos de esa sensación de certeza que aparece cuando miramos hacia atrás y decimos «lo veía venir». Piénsalo. ¿Cuántas veces has dicho frases como estas? «Era obvio que eso iba a pasar». «Estaba claro que iba a terminar así». «Siempre supe que no funcionaría». «Se veía venir».

Un ejemplo clásico. Estás viendo un partido de fútbol, tu equipo pierde, y al final tú y todos los demás dicen «si ya sabíamos que iban a perder». Pero, ¿de verdad lo sabías? ¿O es algo que solo parece evidente ahora que ya ocurrió? Y no. Esto no pasa solo en el deporte. Hace unos días quizás un amigo te contó que terminó con su pareja. ¿Qué pensaste? «Sí, lo veía venir».

Pero seamos honestos, el amor es complicado, y rara vez las cosas son tan obvias como parecen después de que suceden. Es curioso, ¿no? Es como si tuviéramos un recurso poderoso, pero que solo funciona cuando ya es demasiado tarde. Y más allá de ser útil, este «súper poder» puede convertirse en un obstáculo. Nos hace sentir más seguros de nuestras predicciones de lo que realmente deberíamos estar.

Y lo peor, nos puede llevar a juzgar a los demás con demasiada dureza. Por ejemplo, en tu trabajo. Un proyecto no sale como esperabas y alguien dice «deberíamos haberlo visto venir». Pero la realidad es otra. En el momento en que tomaste esas decisiones, ¿lo hiciste con la mejor información disponible? Esa certeza del «lo sabía» es solo una ilusión que aparece después del evento. Entonces, ¿qué podemos hacer? Primero recordar algo fundamental.

El futuro siempre es incierto. No podemos predecir todo lo que va a pasar, y aceptar esto nos ayudará a ser más comprensivos con nosotros mismos y con los demás. Este «súper poder» del «lo sabía» nos hace pensar que podíamos haber previsto lo inevitable, que era predecible, que se podía prevenir. Pero también distorsiona nuestros recuerdos, haciéndonos creer que todo estaba escrito desde el principio.

Así que aquí va un reto para ti. La próxima vez que digas «lo sabía», detente por un momento y pregúntate. ¿Realmente lo sabías o es tu mente jugando contigo? Recuerda, mirar hacia atrás con claridad no significa que siempre podamos ver hacia adelante con certeza. Nos escuchamos en el próximo episodio de «No sé bailar, pero aquí estoy»