Trazo T03 #13 1r735f

Seres, bienvenidos a Incógnita, donde el caudal de sentimientos puros, sensibles y diáfanos como el cristal se convierte en hechizos de inevitables vivencias.

Buenas tardes a todos, seres, como otro martes más en directo, la voz de Sara os acompaña desde la 107.9 de la FM. Nuestro programa Incógnita de hoy va a ir de la palabra, trazo.

En esta tarde aireosa en Zaragoza, como no podía ser de otra manera, me acompaña Axel, técnico. Hola. Hola, buenas tardes a todos, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Pues muy bien, encantado, como siempre. Reenganchándote, ¿no? Sí, es que he estado de anfitrión.

Muy bien. Tengo visita. Eso es maravilloso. Seres, en el día de hoy teníamos como invitado a Víctor Forcén, el gran ilustrador aragonés, pero por circunstancias ajenas a nuestros deseos, no va a poder asistir. Mandaros un fuerte abrazo, que seguro que próximamente o en la siguiente temporada podrá aliarse con nosotros y, bueno, combinar alguna otra palabra.

Hoy vamos a desarrollar la palabra trazo, que era la que teníamos pendiente o la que teníamos en los carteles publicitarios para realizar y contaros que, aunque es una palabra... ¡Uy! Y esto, Axel, qué bonito de fondo. La guitarra. No puede ser de otra manera. ¡Olé! ¡Olé! Preséntanos al autor que nos va a acompañar hoy de fondo musical. Pues tenemos a Pablo Briceño.

Es guitarrista y compositor de Caracas, Venezuela, y yo la verdad es que soy un amante de la guitarra.

El que sabe tocar bien la guitarra... ¡Buf! Paco de Lucía. ¡Cómo te roza el alma! ¡Increíble! ¡Nos deleitamos! Seres, con este gran acompañamiento en el día de hoy, que siempre me encanta, que me digáis que aflora también esos sentimientos unidos a la palabra, ya que tiene un álbum dedicado a los trazos y en la música, como bien sabéis, pues se puede trazar toda una vida. Como cada martes, que nos permite el tiempo, que nunca tenemos controlado, ¿verdad? Eso lo vamos aprendiendo, lo vulnerables que somos en la actualidad.

En cada línea que dibujamos hay algo que se escapa de las palabras, seres, pero queda inscrito en el mundo. Un trazo no es sólo una marca, es un gesto, una intención, una huella. Desde el primer garabato que hace un niño hasta la firma que cierra un testamento, el trazo nos acompaña como una extensión del cuerpo y del alma. ¿Qué decimos, qué nos decimos cuando trazamos en el cielo? Una línea imaginaria, en el papel, que se revela en cada línea que dejamos sobre el papel, sobre la piel, sobre el cuerpo.