Todos eran valientes (1965) FRANK SINATRA / TATSUYA MIHASHI / Bélica / Cine Clásico 5v4b3k

Nuestra isla es como un pequeño pedazo de coral en el archipiélago Salomón. No
tiene nombre y la guerra que se desarrolla a muchos kilómetros de
distancia nos ignora. Nosotros formamos parte de un desembarco anfibio y nos
quedamos aquí custodiando una avanzadilla olvidada del ejército
imperial japonés. Hace unos cuantos meses nuestro equipo de comunicaciones fue
destruido por una tormenta. Hemos perdido todo o con nuestra base.
Yo soy el teniente Kuroki. En mí existen dos personas, dos enemigos que
luchan constantemente entre sí. El soldado en cuyas venas corre la sangre
de antiguos guerreros y el hombre de paz que ira las obras realizadas por la
humanidad y detesta su destrucción. Como jefe de este pelotón de abandonados he
ordenado que se construya una lancha con la esperanza de restablecer las vías de
abastecimiento desde Bugayvil. Mamarrás, ¿qué estás haciendo? Tokumaru,
atención. ¿Así es como pensáis combatir a los yanquis? Yo os haré que os mováis
hasta que caigáis rendidos. Sí, sargento, a la orden y gracias. Silencio. Sargento
Tamura, ya le he dicho que esos métodos no están permitidos aquí. Señor, esta es
una partida de vagos que no sirve para combatir y estamos en primera línea.
Tiene razón, es verdad, pero afortunadamente
no hay enemigos en esta isla. Lo que necesitamos aquí no es aprender a
combatir, sino esperar pacíficamente que termine la guerra. Pero señor, creo que
estamos olvidando que somos soldados del ejército imperial. ¿Soldados?
¿Y qué son los soldados? Un grupo de hombres corrientes a los que la guerra
obliga a vivir juntos. ¿Considera ese un soldado? Pues es sacerdote budista. ¡Eso es
lo que soy! Dicen que un sacerdote nunca deja de
serlo. Di, ¿es dura la vida militar? No, no lo es si nos lo impone la patria. Bien,
que siempre pienses así. Sí, la próxima vez no ocurrirá esto.
¿Oís? Os haré sudar hasta que caigáis rendidos. Adelante. Sí, enváinen. Descansen.
Ando. A la orden. Progresas mucho. Cuanto antes tengamos la lancha, antes
podremos comunicar con nuestras fuerzas para que nos envíen provisiones. Me
alegra mucho poder ser útil con el trabajo de carpintero.
Ser útil es algo muy importante en la vida. Sí. Tengo suerte al contar contigo
que sabes manejar utensilios provisionales. Gracias, señor.