The Doc Night | T01xP04 | Los gatos: los "reyes de internet", de casa y también de las clínicas 4p263t

Perdón. Bienvenidos a The Dog Night, una noche más. Queridos amigos y amigas, hoy tenemos unas compañeras que nos van a contar sus especialidades veterinarias y con ellas podremos aprender mogollón de cosas que nos serán muy útiles para la salud y el bienestar de nuestros mejores amigos. Con lo cual, relajación, sentaros, tranquilidad, perrito en el suelo, gato en la chepa y a disfrutar una noche más de The Dog Night.

Hoy en The Dog Night tendremos con nosotros a dos compañeras veterinarias, Carmen Lorente y Valentina Aibar.

Pues bueno, aquí estamos en The Dog Night y ya habéis conocido fotográficamente a nuestras compañeras de hoy. Valentina Aibar, ¿cómo estás? Muy bien, muchas gracias por la invitación. Es un auténtico placer compartir con vosotros este espacio y con los compañeros.

Por supuesto, Carmen Lorente, gracias por venir.

Muchas gracias a vosotros por invitarme y nada, aquí estoy estupendamente.

Además, hacía un rato que no nos veíamos tú y yo.

Sí, habían pasado unos cuantos años.

Colaboradora de la radio de Como el Perro y el Gato unos cuantos años.

Vamos a empezar por algún sitio. ¿Por qué hemos llegado a ser veterinarios, queridos amigos y queridas amigas, en este caso? ¿Cómo hemos llegado a la profesión veterinaria? Bueno, pues supongo porque un día nos tocó elegir carrera, ¿no? En una edad en la que todavía sueñas, sueñas grande, que es lo bonito, y yo soñaba con ser veterinaria de ballenas. Y ser astronauta, porque Valentina Terescova fue la primera mujer astronauta.

Y entonces lo vi complicado, lo de ser astronauta, y vi lo de las ballenas.

¿Y no te pareció complicado lo de las ballenas? Lo vi complicado, pero bueno, algo hicimos en la facultad porque fundamos la primera asociación de cetáceos marinos, que fue Balaena. O sea, que se puede, se hace, se estudian ballenas. Pero en mi caso, yo creo que dudé entre medicina y veterinaria. Mi padre es médico, mi madre es veterinaria, se dedica a la investigación, pero tenía claro que tenía que ir por ahí porque me gustaba. Pero el peso diario del trabajo de médico pensé que me iba a costar mucho llevarlo en el día a día. Mi padre es pediatra, neonatólogo.

Bueno, pero los pediatras y los veterinarios tenemos ahí un mundo máximo.

A ver, yo me dedico a gatos. Los pacientes de mi padre eran hasta tres kilos, porque todos tenían menos de tres kilos. Y realmente me di cuenta a lo largo de los años de que influyó mucho más todos esos días de estar con él, acompañarle, en mi carrera profesional de lo que pensaba.

Perfecto. Lorente, ¿y tú cómo arribaste a esta profesión? Pues arribé con, bueno, arribé no con muy temprana edad, pero sí desde muy pequeñita.

Soñaba ya con ser veterinaria. Realmente en mi casa no hubo perro hasta que a los 13 años conseguí quedarme con un perro. Tampoco había familia veterinaria, ni de primo, ni de tíos, ni de nadie. Y bueno, lo único mi abuela y mi tío, su hijo más pequeño, sí que tenía siempre un pastor alemán. Y a lo mejor por ahí me vino, pero prácticamente desde los cinco años tenía muy claro que yo iba a ser veterinaria.

Bueno, pues aquí estamos. Eso ya no lo quita nadie. A mí una cosa que siempre me refleja es la interioridad de una persona veterinaria. ¿Qué animal es el que más grima y cuál es el animal en el que os reencarnaríais? O sea, el que más… y en el que dices yo, si me tengo que reencarnar, quiero ser este animal.

A ver, a mí grima me dan muchísimo las serpientes y las culebras. Es que no puedo con ello, por más que lo he intentado, pero es algo superior a mí. O sea, es que no puedo, no puedo. ¿Y en qué me reencarnaría vos? Es que nunca he pensado en reencarnarme en otra cosa que en mi vida. Ya, pero creo que eso en el tema de reencarnación no viene a repetir. No, pues se puede repetir, vaya. Pues no sé, es que me podría reencarnar en muchas cosas. En una gatita, por ejemplo, o en una garza, así que es muy elegante también. O a lo mejor en un pato, ahí imagínate volando.

Y como llegas, al final vamos a llegar a un escarabajo pelotero, pero bueno, está bien.

Sí, sí, no te veo yo como escarabajo. Tiene su encanto también.

Sí, sin duda, sin duda. Valentina, ¿y tú? ¿Animal, fobia? ¿Animal, reencarnación? Ay, animal, fobia, pues muchas veces me planteo que las personas, algunas personas, muchas personas... Yo voy contigo, ahí, sin confunto.

No sé si llega a la fobia, pero a veces no.