Tengo una relación AMOROSA con mi propia MADRE y tenemos una HIJA juntos 5w455m

Tengo una relación amorosa con mi propia madre, e incluso tuvimos una hija.

Hola, soy Jorge, tengo 35 años, y jamás pude casarme o tener una relación fuera de con mi propia madre.

Desde muy chiquito, ella me inculcó que mi único verdadero amor tendría que ser ella, y aquí te cuento mi historia.

No saben cómo me costó animarme a contarles mi historia, pero gracias a las historias que subes, me di cuenta que esto que vivo, y que parece que solamente me pasó a mí, pues le pasa a más personas.

Sé que para las demás personas, estas situaciones posiblemente crean que no son reales o no existen, pero lo que pasa es que nadie habla de ellas. La verdad es que nunca las había escuchado hasta que vi tus historias.

Y es por eso que me animea por fin desahogarme después de haber guardado este secreto por tantos años.

Mi padre murió cuando yo era muy pequeño. La verdad es que no recuerdo mucho sobre él.

Conforme yo fui creciendo, mi madre empezó a cambiar hacia la forma en la que me trataba.

Desde muy chiquitito, para mí era muy normal ver a mi madre que siempre andaba en ropa interior como si nada por la casa, y les juro que jamás me pasó nada morboso por la mente. Recuerdo que un día, llegué a mi casa de la escuela.

Cuando entré, estaba todo en silencio como si mi madre no estuviera.

Decidí ir al baño, que literalmente estaba a un lado del cuarto de mi madre.

Cuando voy entrando, escucho un ruido que activa mi mente inmediatamente.

Muy sigilosamente abro la puerta del baño, y descubro que mi mamá estaba masturbándose, con mi ropa interior en esa mano, con la que se estaba dando placer, y en la otra tenía una fotografía.

Acepto que comencé a sentir mucha excitación, y empecé a quererme bajar el pantalón, ya saben para qué.

Al deslizar el zíper, éste hizo mucho ruido, y mi mamá se percató de que yo estaba presente.

Ella pegó un grito, e inmediatamente se me acercó y me dijo, —Hace cuánto tiempo que estás aquí.

Me dijo, —Esto que acabas de ver, no lo puede saber nadie, y creo que llegó el momento de que aprendas ciertas cosas.

Ella me tomó de la mano, y me llevó hacia su cuarto.

Allí me di cuenta de que la foto que tenía en la otra mano era mía.

Era de mi último cumpleaños que celebré con amigos en la casa.

Cuando vi la foto, me quedé en shock, pues era una foto mía que me había tomado en la cama desnudo.

En ese momento, lo primero que se me vino a la mente es que seguramente tenía más, porque en aquel entonces se usaban las fotos de rollo.

Así es que le pregunté que por favor me explicara lo que estaba sucediendo, y que por qué tenía fotos así mías.

Y lo que me contestó solamente hizo que me excitara aún más y comenzara a verla como una mujer.

Sus palabras fueron las siguientes, —Hijo, yo creo que ya tienes la edad para entender ciertas situaciones de la vida.

Solo prométeme que nadie se enterará de lo que te voy a decir y a enseñar, y que habrá un acuerdo entre nosotros.

A lo que yo le contesté que estaba bien.

Ella me dijo que la razón por la que ella usaba mi fotografía era porque yo era la viva imagen de mi padre.

Cuando él tenía esa edad y ellos empezaron su noviazgo, que tal recuerdo hizo que ella empezara a desearme como hombre.

Me confesó que incluso me espiaba mientras me bañaba.

Mientras ella me contaba, llegó el momento en el que ya no pude controlarme.

Mi miembro empezó a notarse sobre mi pantalón, y cuando ella lo notó me puso la mano allí y me pidió que solo me dejara llevar, que ella me iba a regalar la mejor experiencia de mi vida.

Yo en ese momento le dije que sí, y le confesé que yo era virgen.

La verdad es que a continuación viví la mejor experiencia de mi vida, que creo que no pudiera haber sido más perfecta.

No voy a dar detalles, pero digamos que ella me hizo y me enseñó a hacer de todo lo habido y por haber en esa área, que para mí fue la mejor experiencia de mi vida, y que después de eso todo cambió totalmente para ambos.

Al otro día traté de hacer mi vida normal.

Me fui a la escuela, pero no podía dejar de pensar en lo que había sucedido.

En cuanto llegué a la casa mi mamá estaba sentada en la sala.

Me pidió que me sentara, pues debíamos platicar.

Me dijo que me iba a hacer unas preguntas y que quería que yo fuera completamente honesto.

La primera fue que qué era lo que yo pensaba de lo que había pasado el día de ayer.

Me costó bastante trabajo responderle, pero al final fui honesto y le dije que la verdad me había encantado y era algo que jamás olvidaría.

La segunda pregunta fue que si yo creía que alguna otra chica podría darme esa experiencia, y mi respuesta fue un rotundo no, ya que aunque suene retorcido, el hecho de saber que era mi madre le daba un toque diferente, que sabía que no podría tener con otra persona.

En ese momento ella me besó muy feliz, y me dijo que estaba pensando en que lo volviéramos algo cotidiano, parte de nuestras vidas.

Yo le dije que a mí me encantaría, pero que era peligroso si alguien llegaba a darse cuenta.

Ella me propuso cambiarnos de casa e iniciar completamente desde cero, en un nuevo entorno donde nadie nos conozca, pero obviamente ya no como madre e hijo, sino que nos presentaríamos ante la gente como una pareja común y corriente.

En ese momento me di cuenta que ya no la miraba como madre, sino como mujer.

Debo contarles que mi madre es una mujer muy hermosa y con un cuerpo divino.

Tanta fue mi obsesión de volver a estar con ella, que terminé diciéndole que sí.

En ese momento hicimos el amor nuevamente.

Pasaron los días y ella se dio a la tarea de encontrar una nueva casa, lejos de todos, hasta que lo logró.

Ella me pidió que dejara de estudiar, y en el lugar a donde nos movimos, ella puso un negocio.