T621 - EL DESCENSO DE LOS ANGELES- Lealtad y Honor - HH Libro 6 - Crítica y Resumen TERRAESCRIBIENTE 58s55

TERRA ESCRIBIENTE, RELATOS E HISTORIAS DE TERRA Y DE OTROS MUNDOS Saludos a todos, ¿Cómo están? Les saluda Matt, bienvenidos a un nuevo episodio de Crítica y Resumen de Terra Escribiente. En esta ocasión tenemos el libro sexto de la origina de Urus, el Descenso de los Ángeles, de Mitchell Sculler.

Pero antes de comenzar, quiero darles un gran abrazo, darle las gracias y un gran saludo desde la disformidad donde este podcast tiene acento y ritmo global. Les quería mandar un gran saludo a todos los escuchas, a todos los seguidores, a todos los fans de Terra Escribiente en iVoox, y a todos los fans de Terra Escribiente de Patreon y los sponsors de Patreon. Muchísimas gracias por su colaboración, por su ayuda, sin ustedes este proyecto sería imposible prácticamente. Muchísimas gracias, así que les voy a dar un gran saludo especial, porque aquí no hay tregua, ni descanso, ni paz, pero sí hay oyentes espectaculares desde todos los rincones del mundo.

Así que antes de sumergirlos en los horrores del milenio 41, toca rendirle homenaje a cada bastión de la audiencia planetaria. A España, donde hasta los inquisidores te mandan a callar con un coño, cállate ya, lleno de cariño. A los de Estados Unidos, donde los marines espaciales tienen abdominales patriotas y rifles automáticos que hispanan libertad. A México, donde los cultos del caos terminan en fiesta con piñata, chelas y una invocación demoníaca por el mundo. A Colombia, donde las verdaderas armas de distracción masiva son las curvas peligrosas que ni un cervo armado resiste. A Chile, donde hasta el GUAP se comporta con tal de no meterse con la sueca.

A Argentina, donde el primarca local te discute el códex, te lo reescribe y encima te gana la partida con carisma. A Perú, donde los dioses antiguos todavía le dan miedo al mismísimo Serge. A Alemania, donde los adeptos mecánicos hacen ingeniería con eficiencia brutal y cerveza al mar. A Francia, donde los Eldars modelan, huelen a Chanel y se rinden solos si les cortan un muñeco. Al Reino Unido, donde el té sagrado y el imperio aún no supera que Horus se haya salido del protocolo. A Irlanda, donde cada cervo armadura lleva una pelaca secreta de whisky y un trébol de la suerte. A Países Bajos, donde los TAU quieren legalizar la paz y el caos prefiere quedarse de vacaciones.

A Talalá, donde los comisarios dan disparos disciplinarios pero con disculpa. A Uruguay, donde los escuadrones son pequeños pero te ganan la guerra con mate y silencio estratégico. A Guatemala, donde los relatos imperiales compiten con las leyendas aún más locas. A Venezuela, donde hasta Slánesh pide cita para entender tanto de su madre y belleza querida. A Australia, donde los tiranidos evitan aterrizar por miedo a las arañas locas. A Honduras, donde el espíritu del emperador se manifiesta con machete y orgullo. A Bolivia, donde los cultos del caos huyen al ver una choli enojada. A Suecia, donde los lobos espaciales encuentran más frío que enfermes y más belleza nórdica. A Ecuador, donde incluso los salamandras se derriten.