T5.-Ep.2. La guerra de Independencia y los comienzo de la Revolución Liberal. La Constitución de Cádiz. 1808-1814. 47165q

Capitana García y La Increíble Compañía presentan Historiarte los Sentidos, un podcast de historia, arte y cultura con un pelín de crítica.

Historiarte es también un proyecto educativo sin ánimo de lucro, cuyo fin es educar en valores a través de la cultura.

Disfruten del viaje al pasado.

¡Comencemos! La guerra de Independencia, los comienzos de la Revolución Liberal y la Constitución de 1812.

Bienvenidos un día más a Historiarte los Sentidos, ese podcast donde te damos un nuevo enfoque sobre la historia de España para traer al presente nuestro pasado más reciente.

Así que de nuevo estamos aquí para continuar con el anterior episodio, que, por cierto, dejamos con un esbozo de la guerra de Independencia contra los ses.

Pero no se preocupen que les vamos a hacer un pequeño resumen para que puedan seguir el hilo.

¿Están ustedes preparados? ¡Vamos allá! Los reyes de España, Carlos IV y María Luisa de Parma, habían perdido el trono tras ser obligados a abdicar primero por su hijo y después por Napoleón en Bayona.

La encerrona formó parte de un plan ideado por el francés para conquistar no solo España, sino el resto de Europa también.

Sin embargo, en este caso, tanto el válido del rey, Godoy, como la familia real fueron engañados en virtud de los pactos de colaboración firmados por ambas potencias y entraron en territorio español como Pedro por su casa.

Aquello, sin embargo, no era una invasión según Napoleón, sino el paso de sus tropas hacia la potencia enemiga, Portugal.

Pero todo era mentira.

El emperador de origen corso se instaló en la península iniciando una guerra de ocupación que empezó en 1808 hasta que finalmente fue vencido en 1814, un año antes de su famosa derrota de Waterloo.

El cine español así lo retrató.

Por otro lado, Fernando VII, el hijo díscolo de los reyes, también cautivo en Francia, se convirtió en objeto de deseo por los españoles, que vieron en él a un verdadero héroe, sin sospechar que su comportamiento fue ominoso, es decir, abominable, tanto en Francia como a su vuelta a España.

Nadie, salvo sus allegados, conocían que Fernando pretendía restaurar el antiguo régimen y perseguir hasta la muerte a los liberales que luchaban por su trono en su ausencia.

En el capítulo anterior también narramos cómo los madrileños fueron los primeros en alzarse en armas contra el invasor.

Por otro lado, la Iglesia y los privilegiados prefirieron ponerse de lado de los ses para conservar su estatus de privilegio, dejando una vez más de lado al pueblo.

Además, aunque en esta primera fase prácticamente todo fueron derrotas, también hubo momentos estelares, como la resistencia de Cádiz, lugar donde se coordinó la lucha antisa a través de las juntas, y la victoria de Bailén, que dejaría por primera vez en ridículo a Napoleón.

Dicho esto, ahora sí, retomamos la historia por donde lo dejamos, las fases de la guerra.

¿Empezamos por Madrid? Vale.

El 2 de mayo de 1808, ante el temor de que los últimos de la familia real marcharan a Bayona, una multitud se congregó en torno al Palacio Real en la capital.

Pronto estalló una gran sublevación que se convirtió en una guerra.