T1.E10: The Evil Within, de Andrew Getty 513su

¿Quién eres tú? ¿Cuánto tiempo? He venido a por la parca.

¿Qué piensas hacer con eso? Voy a salir de caza.

¿Qué vas a cazar? A unos frikis de Jesús.

Putrebocas. Putre, cutre, caña.

Disponible en Spotify e iVoox.

Y regresamos entre la cripta mugriente y musugosa para volver al Putrebocas.

El bocas de lo pútrido y lo cutre y lo roñoso.

Yo soy Carlos y esto es el programa 10 de la primera temporada.

Seguimos en este barco.

Ha pasado tiempo desde el anterior.

Intentaremos, como siempre, que no pase tanto tiempo.

Por desgracia, como cualquier gilipollas que haga un podcast de este tipo de mierdas y de esta calidad infame, tengo menos dinero que los que se van a duchar y hay que pagar cosas, así que el trabajo nos limita.

Pero no importa.

Seguimos aquí y con muchas ganas de seguir disfrutando de crear y con un poco de suerte que disfrutéis de este podcast.

Hoy vamos a hablar de una verdadera rareza, de una película inclasificable.

Cuando se habla de cine y historias inclasificables se abusa del término, de lo único, se nos llena la boca diciendo esto es único, esto es increíble, esto es...

Pero creedme cuando os digo que de verdad no habéis visto nada como esto.

Si ya conocéis esta película, sabéis que tengo razón.

Y si no, sentaos y poneos cómodos porque vais a pasar una tarde de la hostia.

Vais a conocer y a hundiros en un pozo de cojones.

Lo que vengo a traeros hoy es The Evil Within de Andrew Getty.

O Getty, no sé cómo se dice.

Es una película, por cierto, nada que ver con el videojuego del mismo nombre, es mera casualidad.

Es una película de terror surrealista, de lo más extraño y bueno que vais a ver nunca.

Hay muchas maneras de hablaros de The Evil Within, pero la que mejor lo define no es hablar de la peli en sí, sino hablar de su creador, de Andrew Getty, dado que esta es su primera, única y última película.

Andrew Getty es un millonario excéntrico, es el heredero directo de una gran fortuna petrolífera de la familia Getty.

Y en 2002 decide que va a hacer una película.

Obsesionado con el cine de terror, decide hacer una historia de corte clásico, guión que escribe y reescribe, y poco a poco va destrozándose en una especie de...

¿Cómo llamarlo? De pesadilla kafkiana.

Y de verdad la mejor definición de lo que es un mal sueño llevado a la pantalla, empieza a obsesionarse.