Steve McQueen: La película perdida (2021) STEVE McQUEEN / Biografía, Documental / Cine Clásico 674nr

Esta es la historia jamás contada de la película más grande que nunca se hizo.

Una película que habría sido el primer largometraje mundial sobre Fórmula 1.

Y habría tenido como protagonista al hombre más genial que hubo al volante, Steve McQueen.

En cuanto a mi educación, ciertamente fue muy buena.

Pasábamos la mitad del tiempo evitando que fuera a la cárcel.

Steve McQueen dirigía la película.

Él era un piloto de carreras.

Evidentemente no podemos mostrarte la película, pero al juntar elementos nunca vistos anteriormente como fotos originales de la producción, cartas, guiones y entrevistas, aspiramos a ofrecer una visión de lo que podría haber sido, para el público y para McQueen.

Él me abrazó y me dijo, puedes tener cualquier cosa.

Es imposible dejar de mirarlo.

Es como un imán.

Un período de muerte es terrible.

Creo que es algo muy simple, me gustaría aprender más.

No solo fue una competición en la pista, también fue una competición entre dos enormes estudios de Hollywood dispuestos a hacer cualquier cosa por ganar.

Debes de ser capaz de crear algo que a la gente le parezca real.

Estaba decidido a filmar la película definitiva sobre Fórmula 1.

Habría sido mejor que Yaws.

Esta es la historia de Day of the Champion.

La década de 1960 dio a luz a un nuevo Estados Unidos.

El país esperaba una nueva dirección con la elección de John F. Kennedy, pero le dispararon en Dallas.

Se buscó la convivencia mediante el movimiento por los derechos civiles, mientras las protestas sobre Vietnam y la crisis de los misiles en Cuba ocupaban todos los titulares.

El impacto cultural de Estados Unidos en todo el mundo durante esa década es indiscutible.

Bob Dylan, Ariza Franklin, Andy Warhol, Bill Clinton, Elvis y una industria cinematográfica en transición.

La gente mayor que no era capaz de interesarse por el auge de la cultura juvenil se apartó rápidamente.

Las películas se hicieron más descaradas y tenían más conciencia social.

Los presos podían apoderarse del asilo, siempre que sus películas tuvieran sentido y, aún más importante, generasen dinero.

Hollywood, a principios de los 60, muestra esencialmente cómo los engranajes empezaban a desprenderse después del final de la Segunda Guerra Mundial.

El sistema de estudios cinematográficos empezó a desmoronarse lentamente durante ese periodo y, a principios de los 60, aproximadamente en 1963, se llegó al nivel más bajo de producción nacional de películas de toda la historia de Estados Unidos.

La televisión había sido uno de los enemigos de Hollywood durante mucho tiempo, pero cuando empezaron a vender los derechos de sus películas a la televisión y se dieron cuenta de los beneficios, ese obstáculo empezó a disminuir levemente.

De esta forma, había actores como Clint Eastwood, que salía en la serie Rowhide, o Steve McQueen, que aparecía en Wanted Dead or Alive, una serie muy popular.

Del año 1958 al 1961, McQueen protagonizó un western, la serie de televisión Wanted Dead or Alive.

Su forma distante y misteriosa de actuar hizo que la serie destacara frente al resto de westerns corrientes.

Su actuación le permitió labrarse un nombre como actor reconocido y también le ayudó a crear una imagen de antihéroe, que le hizo caracterizar muchos personajes en el futuro.

Su gran éxito en el cine llegó gracias a otro hombre de intensos ojos azules, Frank Sinatra, que acababa de expulsar a Sammy Davis Jr.

De la película Never So Few tras una discusión.

Sinatra y el director John Sturges le dieron a McQueen el papel de Bill Ringa, y Sinatra insistió en que tuviera muchos primeros planos, porque había visto algo especial en el actor que entonces tenía 29 años.

Todo el mundo está de acuerdo con John Sturges en que una de sus mayores virtudes era que proyectaba lo que él denominaba la fuerza de la imagen.

No importaba el papel que hiciera, porque se ocupaba de él, pero había que proyectarla.

Intuitivamente era un muy buen actor y un entusiasta de su trabajo.

Lo disfrutaba, era un luchador como la mayoría de buenos actores.

Su imagen representaba un conjunto de cualidades, como en el caso de Sinatra, que se unían en este joven rebelde.

Frank vio que Steve estaba en el lugar correcto y en el momento adecuado.

Habló tanto en el campo de actuación, durante la película,