
SN 282: Autocompasión y autoestima: El error del autoconocimiento moderno. b5z2z
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El autoconocimiento espiritual busca la conexión con lo divino a través de la autoobservación consciente y la renuncia al ego, del autoconocimiento meramente psicológico se centra en las características de la personalidad. En este podcast enfatizamos la idea de que el verdadero autoconocimiento espiritual implica reconocer nuestra naturaleza divina y trascendente, no simplemente conocer nuestras características individuales, ya sean estas físicas o psicológicas. Esperamos que os guste y os sea de utilidad. 6g6c4c
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Hola a todos, bienvenidos a Ascender o a la Nada.
Hoy quería hablaros concretamente de lo que es el autoconocimiento, sobre todo para aclarar ciertos conceptos, porque normalmente veo que hay muchas versiones, muchas visiones de lo que es en la actualidad el autoconocimiento, desde ciertos entornos, como pueden ser la psicología, o ciertos aspectos de la nueva era, que no entienden realmente, o que, de alguna manera, no es que no entiendan, sino que enfocan lo que sería ese término, esa realidad, es decir, el autoconocimiento, en una forma que no tiene nada que ver con lo que es el camino espiritual.
Entonces, hay que separar claramente lo que es esa visión del autoconocimiento psicológico, de lo que sería la visión del autoconocimiento dentro de lo que es cualquier tradición espiritual.
Empiezo con una frase de un autor, Jean-Claude Larchet, que es el autor del libro La terapéutica de las enfermedades espirituales, que dice lo siguiente sobre el autoconocimiento, dice...
El conocimiento verdadero de sí mismo consiste en saber que no se es nada por sí mismo, al margen de Dios.
Y aquí está la clave de todo.
Dentro de lo que es una tradición espiritual, el conocimiento de sí mismo, el autoconocimiento, no tiene que ver con conocer las características de nuestra personalidad, ni de conocer nuestra caracterología, es decir, nuestras cualidades, nuestras virtudes, nuestros dones, nuestras capacidades, nuestras potencialidades.
Todo esto puede estar relativamente bien, o bien incluso, para ciertas personas que quieran saber esos datos, tener en cuenta esos datos, para tener un conocimiento de la forma en cómo se comporta, la forma en cómo siente y la forma en cómo actúa.
Pero eso no es el auténtico conocimiento dentro de lo que es una línea de espiritualidad.
Cuando hablamos de espiritualidad, tenemos que hablar que el conocimiento real, lo que se llama autoconocimiento, tiene que ver concretamente con el reconocimiento de nuestra naturaleza divina o espiritual.
Por lo tanto, no tiene que ver con cualidades, con virtudes, con dones.
Eso también se va conociendo, también forma parte de nuestro camino, pero realmente no es lo que te da el autoconocimiento, porque cuando hablamos de conocimiento con mayúsculas, o hablamos de autoconocimiento, nos tenemos que referir a un conocimiento que libera, a un conocimiento que nos permite encontrar esa conexión real con lo que es lo trascendente, con lo que es lo espiritual.
No saber cómo me comporto, o cómo pienso, o cuáles son mis características emocionales, etc.
Todo esto, vuelvo a decir, sí que forma parte de alguna manera de lo que uno va aprendiendo de sí mismo cuando tiene una búsqueda espiritual, pero no es en sí.
Fijaos que cuando se habla de autoconocimiento, del conocimiento con mayúsculas, estamos hablando de eso, del conocimiento de lo divino.
Del conocimiento de lo divino en sí mismo.
Y dentro de las tradiciones, se habla de que hay tres líneas fundamentales, que esto ya lo hemos comentado muchas veces.
Una de las líneas es, propiamente, el conocimiento de sí mismo, pero ¿qué implicaría eso? Porque cuando hablamos de conocerse, una de las claves del autoconocimiento que se suele hablar, tanto en las tradiciones espirituales como también en la psicología, es lo que es la auto-observación.
Pero, claro, la auto-observación, dentro de lo que es el ámbito de fuera, vamos a decir fuera de lo que sería lo espiritual, se entiende como observar, precisamente, las propias características, es decir, a nivel de cuáles son las formas de pensamiento, o qué tipo de pensamientos tenemos, cuáles son nuestras emociones, cuáles son nuestras acciones, nuestras tendencias, nuestros deseos.
Fijaos que dentro de lo que es una línea de espiritualidad, el autoconocimiento, es decir, perdón, la auto-observación, que es de lo que estamos hablando, la auto-observación sería lo mismo.
Observar nuestros pensamientos, observar nuestras emociones, pero ¿cuál es la diferencia? La diferencia está que dentro de lo que es una línea espiritual, para poder llegar a observar o auto-observarnos, es decir, observar nuestros pensamientos, emociones y tendencias, primero lo que tenemos que hacer es ubicarnos en lo que somos.
Entonces, claro, es como una paradoja, en el sentido de que primero tengo que ubicarme en lo que soy, para poder saber lo que soy.
Pero claro, ¿cuál es la característica o cuál es la clave? La clave es que si nosotros no nos ubicamos previamente, antes de la auto-observación en lo que somos, que en diferentes tradiciones se llama el recuerdo de sí, se llama también la presencia de sí, se llama el hacerse conscientes de que somos parte de lo divino.
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