Situaciones de mierda para zafar - Fiesta Laboral 14565m

Gracias por el aire, llegamos a 23 o 44, encontramos aquí a En Singularidad y llegamos a estos momentos, estas situaciones complicadas de la vida, donde narran la historia, cada uno va a dar su manera de zafar, después se procede a votación, nadie puede votar por su misma historia lógicamente, y bueno, la mejor excusa gana.

Así que arrancamos con todo, esto se llama, título del episodio, Brittany, Mary y la notebook mal cerrada.

Hoy tenemos más gente para votar porque están los primos de señor Julián Duarte.

Pueden cambiar los nombres, esto puede ser una fantasía, puede ser Gerardo y Gustavo, no importa.

Igual siempre suena mejor Brittany.

Vamos rápido, venimos de lo que supuestamente iba a ser un viaje de laburo en Londres, éramos varios el equipo, una cosa muy profesional, presentaciones, reuniones, la típica bajada de línea que nadie escucha y que después se resume en un mail que no lee ni recursos humanos, hasta ahí todo bien.

Pero en algún momento las reuniones se aflojaron y las piernas también.

No sé en qué momento exacto se torció todo, pero lo que debía ser una cena de cierre terminó siendo una fiesta.

Pero no fiesta como cuando Boca gana la copa, que no pasa hace rato, dicho sea de paso, fiesta tipo Caligula y el horario tras noche.

Brittany y Mary eran dos amigas de uno del equipo inglés.

No sabemos cómo empezaron a sacarse la ropa tan rápido como los radicales se sacan la responsabilidad de gobernar bien.

Nosotros, que tenemos la culpa más fruja que un libertario siendo filia para vacunarse, nos dejamos llevar.

Y cuando nos quisimos acordar ya era parte de una escena digna de un OnlyFans sin filtro ni presupuesto.

Y no nos vamos a mentir, la invocamos dos veces que regan en las últimas fechas, así que venimos comiendo más empanada que gordo enferiado.

El problema no fue la partusa, el problema fue el mail.

Ese maldito correo automático que nos mandaron con el asunto que bien la pasamos en Londres con Brittany y Mary.

Bueno, para vos Gustavo y Jorge, Julián.

Lo abrimos en la notebook, revisamos las fotos rápido y como persona que tenemos curiosidad no fuimos a dormir la siesta sin cerrar nada.

Muy tranquilo, confiándose.

Hoy en la mañana Caroline, nuestra mujer, se despertó antes y se imprimió en una entrada de teatro y abrió la compu.

Tres clicks y la catástrofe.

Nosotros sonriendo, con más culpa que el libertario explicando por qué no labura.

Nos enfrentó en bata, con la compu en una mano y nuestra dignidad en la otra.

Y nos preguntó quiénes son Brittany y Mary y qué carajo pasó en Londres.

Me mata lo de en bata y con la notebook.

No, nosotros en bata.

Sí, pero estás en bata.

Hable más fuerte que tengo una bata.

Bueno, ya se entendió la historia, fue cortita, simple, se entiende.

Cortita y al pie.

Cortita y al pie.

Luar, ¿te vas a participar? Después de la que te mandaste...

Después de la que te mandaste recién, te tenés que participar.

¿Dónde está? Está escondido.

Por vigilante y botón.

Pará, pará, pará.

¿Se merece participar, Julián? ¿Qué participe? Siempre es buena oportunidad.

Disculpe, no es vengativo.

Te quiero mucho, te quiero mucho, en serio.

Amame.

Bueno, pero igual no empezás vos, empieza Gastón.

Ama el papa.

Empezá Gastón.

Recordemos que el que empieza juega con, para mí, carta de doble filo.

Es el a, si es uno o trece.

¿Por qué? Porque el que empieza puede marcar el rumbo.

Y si el resto lo copia...

Para mí el que empieza marca el rumbo.

Eh, por eso digo.

Sí, totalmente.

Así que empiezas, trompes.

Marcanos el ritmo.

Muy bien.

Yo, en la primera que hago, la primera de salida, le digo.

En la reunión que tuvimos de trabajo en Londres, estaban estas dos chicas.

Y bromeando entre amigos, qué sé yo, nos pusimos a hablar, a intentar emparentarnos.

Intentamos usar el Google Translate para comunicarnos bien.

Hubo algunas cosas que no se entendieron.

Y nada, y quedaron algunos chistes, qué sé yo.

Quisimos usar la inteligencia artificial para poder, este...

Nada, adornar recuerdos y hacernos entender mejor entre las cosas que queríamos.

Mientras las íbamos más usando, íbamos tomando un poquito más de alcohol.

Eso sí, no lo niego.

Estábamos un poquito alcoholizados.

Y nada, y ahí, nada, me puse a jugar con la inteligencia artificial.

Que cree fotos, que cree imágenes.

Y nos reíamos y se las quería mandar en mails.