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Rompiendo techos. El podcast de Futuber.

La ciberresiliencia. Entre la ciberseguridad y la resiliencia. En 1967 la Agencia Nacional de Seguridad Estadounidense junto a la Corporación de Investigación y Desarrollo RAND publicaron una investigación pionera sobre las amenazas a la seguridad en el uso de computadoras. Se empleaba en aquel informe por vez primera el término ciberseguridad.

En la segunda mitad de los 70 las empresas de informática lanzaron los primeros productos de software de seguridad informática, sistemas comerciales de control de a s de ordenadores centrales de las organizaciones. Desde entonces y hasta nuestros días, empresas, corporaciones, instituciones, por supuesto particulares, queremos controlar incursiones no deseadas, conjurar amenazas, evitar ataques. En los 90 la película de Snickers, Los Fisgones, especulaba con la posibilidad de que un científico diseñara la llave maestra que burlara cualquier ciberseguridad.

¿Qué diablos es esto? Calve, ¿tienes ahí tu libreta negra? Sí, dame el número de algo que tenga el imposible.

¿Qué te parece esto? Centro de transferencias de la Reserva Federal en Virginia.

¿Realmente era accesible? Por ese lugar pasan 9.000 millones de dólares al día.

Ese vale, teclealo.

Bien, no entraremos. Está codificado.

Vamos, madre, el último o.

¿Qué os parece, chicos? ¿Quién quiere vaciar la Reserva Federal? ¡Vaya sorpresa! Basta ya, deja de jugar con eso.

Espera, Calve, ¿qué otros números tienes? ¿La red eléctrica nacional? ¿Queréis dejar sin luz a Nueva Inglaterra? Calve, dime otro.

Control de tráfico aéreo.

Los sistemas criptográficos se basan en problemas matemáticos tan complejos que no se resuelven sin una clave.

Vamos, apágalo.

¿Podríamos hacer que se estrellaran dos aviones de pasajeros? ¡He dicho que lo apagues, maldita sea! ¡Apágalo! Fantasía o realidad.

La necesidad de garantizar la máxima ciberseguridad y a mayores una adecuada ciberresiliencia choca con un panorama cada vez más complejo.

En el año 2023, los ciberataques alcanzaron un valor global cercano al 1,5% del PIB mundial, superando así la suma de otros tres grandes motores económicos en el mundo del crimen.

El tráfico ilegal de armas, la trata de seres humanos y el mercado ilegal de drogas.

Las intrusiones en la nube aumentaron durante el pasado año en un 75%.

Las víctimas de robos de datos mencionados en la dark web crecieron en un 76%.

Y los ataques aumentaron en el último año un 24%.

Modesto Álvarez es miembro de la Junta de Gobierno del COIPA, el Colegio Oficial de Ingenieros en Informática del Principado de Asturias.

Modesto, encantado de saludarte y bienvenido.

Encantado, gracias.

Pablo Blanco es director de Sistemas y Ciberseguridad de Futuber.

Pablo, ¿qué tal? Bien, aquí estamos.

Pues nada, bienvenido a tu casa, bienvenido a este rompiendo techos de Futuber.

Desde luego son datos abrumadores que evidentemente no buscan alarmar, sino concienciar.

Os voy a pedir, Modesto, Pablo, que analicemos las causas.

A ver, atacantes cada vez más sofisticados, medidas de seguridad no actualizadas, falta de concienciación a lo mejor por parte de las empresas, las instituciones, los particulares.

Modesto, ¿cuál es tu diagnóstico? Bueno, hay una mezcla de todo, por supuesto, pero no es que los atacantes sean cada vez más sofisticados, sino cada vez más profesionales.

Cada vez hay más atacantes, es un negocio que les renta, entonces cada vez más delincuentes se pasan a esto y dedican todo su tiempo a lo que les funciona, a lo que les da dinero.

Y cuando no les funciona algo, cambian.

Es decir, buscan dinero con el menor esfuerzo posible.

Por otro lado, la sociedad tampoco es que estemos peor que hace unos años.

Lo que pasa es que sí es verdad que hemos avanzado a menos velocidad que los atacantes.

Se gasta mucho dinero, o mucho o poco, no lo sé, pero bueno, se gasta más dinero que antes en tecnología, pero nos cuesta mucho más cambiar nuestros comportamientos.

Y ahí está un poco el gran problema.

Buscamos una solución mágica que nos permita seguir haciendo las cosas de la misma manera.