Romeo y Julieta de la vida real: Abelardo y Eloísa 29133f

Carta primera, de Eloisa a Abelardo Hace algún tiempo que la casualidad me trajo
una carta que a un amigo tuyo encaminabas, luego que conocí tu letra la abrí, disculpando
mi satisfacción el exclusivo derecho que en mi lisonja creo tener a cuanto a ti pertenece
o a ti sale, pero bien caro pago mi curiosidad, hartas lágrimas me cuesta, que solo hallé
en ella una circunstanciada relación de nuestros trágicos sucesos, conmoviose excesivamente
mi espíritu y parecía me superfluo hablar allí para consolar a tu amigo de alguna pequeña
desgracia de nuestros infortunios, que reflexiones hice, ya el tiempo borraba en algún modo
de mi memoria lo acervo de nuestras penas y habiéndolas visto escritas de tu mano las
sentí en lo íntimo de mi corazón, representose de nuevo a mi imaginación cuánto por mí
has sufrido, cuántos envidiosos te han granjeado tu mérito, en fin, mi memoria nada perdonó
del amargo recuerdo de nuestras desdichas, la relación que haces a tu amigo está escrita
con tanta energía y sencillez, que ha faltado poco al leerla para ahogarme el dolor, y hubiera
tenido gusto envolverte la borrada con lágrimas, si hubieran tardado más en arrancarla de
mis manos, no dejes por eso de escribirme fielmente cuando te suceda, por triste y doloroso
que sea, que si es verdad que las penas comunicadas se alivian, refiriéndome las tuyas, te serán
menos pesadas, no te sirva de disculpa querer excusar mi llanto, porque tu silencio me sería
mucho más costoso aún, acuérdate de mí, no olvides mi ternura ni mi fidelidad, piensa que
te amo frenéticamente, aunque me esfuerzo algunas veces para no amarte, más que blasfemia no amarte,
esta idea me estremece, me siento con deseos de borrarla del papel, en fin, concluye esta
carta, abelardo mío, diciéndote adiós, tu Eloísa. Buenas noches a todos, ¿qué tal estáis? Espero que de
maravilla, como siempre. Aquí estamos una semana más en Relatos de la Historia, el programa de
historia y biografías de tu Radio Valencia, nuestra emisora de confianza. Yo como siempre soy
Marta, aunque también en el mundo literario se me conoce como Laki, y pues también voy a ser
vuestra presentadora de confianza, al igual que todas las semanas. En esta ocasión, aprovechando
que esta semana es San Valentín, pues que menos que hacer un pequeño especial dedicado a todas
esas parejas que han tenido dificultades, a todas esas parejas, esas personas que han pensado en
algún momento que su amor iba a ser difícil de mantener. Se habla mucho últimamente de las parejas
que van perdiendo la chispa a medida que pasan los años, y tal vez la historia que traigo hoy
pueda darnos un puntito de esperanza, un puntito de fe en que el amor puede ser algo que vaya más
allá de la vida, o si no va más allá de la vida, que aquí entra mucho la creencia de cada uno,
sí puede llegar a durar toda la vida, puede llegar a superar la distancia y la falta de visión de la
otra persona también. El relato que acabáis de escuchar, me temo que en este caso no lo he escrito yo,
últimamente estoy jugando un poco con las obras de los protagonistas de estos programas.
Habéis escuchado la primera carta de Abelardo y Eloísa, en este caso la carta que describe
Eloísa a Abelardo reclamándole por qué había escrito, había contado a un amigo suyo pues toda
la historia de ellos dos, y es la historia que os voy a referir hoy, porque si hay unos Romeo y
Julieta que hayan existido en la vida real y que de verdad hayan vivido una historia tan intensa,
son estos dos personajes. Abelardo y Eloísa son dos ses que a día de hoy están enterrados
juntos en el cementerio parisino de, ¿cómo se llamaba? Belège, no sé pronunciarlo, no soy capaz, me temo.