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Descripción de Roma, el imperio modelo 255lc
Roma ha sido la potencia más poderosa que ha conocido el Mundo. El 'imperio de los imperios', extendido desde las Islas Británicas hasta los confines de Asia Menor; desde los bosques de Germania al norte hasta las arenas del desierto del Sáhara al sur. Un imperio que perduró durante más de seiscientos años. Su enorme influencia sentó las bases de nuestra civilización, creando un sistema de poder que todavía permite reconocer su influencia en Occidente a través de la lengua, el derecho y la cultura. Comentado por el periodista Jonathan Freedland, Roma, El Imperio Modelo analiza los aspectos que contribuyeron a la grandeza del Imperio Romano, más relacionados con la difusión de la cultura o las costumbres que con el poderío militar. Esta estrategia guarda muchas similitudes con la desplegada por Estados Unidos para coronarse como primera potencia mundial. A través de entrevistas con historiadores, economistas y analistas políticos, Freedland establece analogías entre una época y otra, de forma que muchas actitudes de la Antigüedad sean hoy fácilmente reconocibles. El documental prueba que los ecos de Roma resuenan en las actuales estructuras de poder y control internacional. 3g526y
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Fue el imperio de todos los imperios, la mayor potencia que el mundo jamás haya conocido.
Los romanos dominaron durante casi mil años cimentando la base de la civilización occidental.
Nuestro idioma, nuestras leyes y nuestro paisaje.
Todos llevan la marca de Roma.
¿Cómo lo consiguieron los romanos? ¿Cómo pudo una sola ciudad gobernar el mundo y modelarlo a su imagen y semejanza? La respuesta usando algo más que la fuerza.
Los romanos fueron los primeros en desarrollar una fórmula para poder gobernar un imperio que no sólo se basara en lanzas y centuriones, sino en la cultura y la psicología, en los medios de comunicación y en la tecnología.
Esa fórmula no desapareció con los romanos, sino que muchos de los grandes imperios de la historia la han utilizado y su magia sigue surtiendo efecto hoy día, en nuestra época.
El imperio más reciente está en el Nuevo Mundo y utiliza el modelo clásico legado por Roma.
Roma se fundó en las tierras pantanosas de la parte central de Italia, unos 800 años antes de Cristo.
Los romanos fueron más listos que sus vecinos y fueron poco a poco imponiéndose a ellos, a veces usando una inteligente diplomacia y otras la fuerza de las armas.
Una por una cayeron todas las ciudades rivales de Italia.
Los romanos continuaron su marcha hacia España, Francia, los Balcanes, el Norte de África y el Oriente Medio conquistando todo lo que se encontraba a su paso.
Controlaron todo el mundo mediterráneo y más allá.
No creo que podamos decir que los romanos se propusieran de verdad crear un imperio.
Ocurrió como una serie de accidentes hacia los que se vieron arrastrados.
Formaban una sociedad militarista y para poder progresar dentro de ella tenían que participar en algún tipo de aventura militar en el extranjero que les permitiera subir en el escalafón.
Su mundo siempre estaba ligado a la guerra fuera donde fuera y por eso Roma se vio arrastrada a una guerra tras otra.
El primer ingrediente de cualquier fórmula imperial es brutalmente sencillo, la fuerza militar.
Los romanos fueron la superpotencia de su época.
Sus tropas disponían de los mayores presupuestos, la mejor formación y el más sofisticado equipamiento para dominar a un mundo cruel y violento.
La formación del imperio romano fue algo terrible y sangriento.
Las campañas que Julio César realizó en la Galia hacia el año 50 a.C.
Se saldaron con un millón de galos muertos en 10 años de guerra.
Julio César estaba orgulloso de ello, pero para nosotros eso es un genocidio.
Para los romanos la violencia era parte de su vida diaria.
Eran duros y querían que el mundo lo supiera.
Qué mejor lugar para propagar ese mensaje que enfrente de una enorme masa de espectadores.
Al igual que los demás regímenes, Roma tenía que mantener a su gente feliz y bien alimentada.
Lo que significaba pan para comer y circos para entretenerse.
Aunque la versión romana de estos circos era algo más que puro entretenimiento.
Luchas de hombres contra bestias y de hombres entre sí en las famosas batallas de gladiadores.
Y organizando estos fuegos, aquí en el Coliseo, o por todo el imperio, Roma se vio envuelta en una política del terror.
El objetivo consistía en provocar miedo.
En mostrar que los romanos eran gente valiente, implacable y poderosa.
Ese mensaje llegó más allá de los ciudadanos de Roma y propagó este terror alrededor del mundo.
Hubo un rey griego llamado Antíoco de Siria, que entró en guerra con otro rey egipcio, el rey Ptolomeo.
Y como Roma no quería esta guerra, envió a un influyente miembro del senado romano, Popilius Glaenas, a entrevistarse con el rey Antíoco.
¿Y a qué le dijo el rey? El senado romano dice que debéis poner fin a esta guerra y marcharos a casa.
Antíoco le respondió, ¿podrían dejarme pensarlo durante un tiempo? Popilius Glaenas cogió un palo, dibujó un círculo en la arena alrededor de Antíoco y le dijo,
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