El ritmo de la guerra 6 5582k

Creo que te gustarán las implicaciones de lo que descubre las he apuntado en el cuaderno esto podría facilitar el desplazamiento de tus enormes plataformas celestiales ravenhill dijo navalny cogiendo el cuaderno negocia conmigo ayudame unamos nuestras fuerzas firmemos un tratado tú y yo sin odio lo siento respondió la fusionada pero la mejor manera que tenemos de terminar esta guerra salvo que descubramos algo entre las dos es que los míos controlemos suri tiro voy a concluir mi trabajo con el hermano en última instancia seguimos siendo enemigas y yo no me vería donde estoy capaz de plantearme una solución distinta de no estar dispuesta del todo hacer lo que se me ha pedido sin importar el coste y sin importar el dolor que provoqué no ven hizo acopio de fuerzas no esperaba otra cosa dama de los deseos aunque me apena le apeteció probar a canturrear al ritmo de la guerra no funcionó el ritmo requería dos personas en armonía mutua en respuesta sin embargo ravenhill sonrió quiero darte una cosa dijo y se marchó confusa nave ni se sentó a la mesa notándose cansada los días de frenético estudio empezaban a pasarle factura había sido egoísta por su parte dedicar tanto tiempo a fingirse erudito acaso un tiro no suplicaba tener una reina sí sería estupendo ayer un poder que emplear contra odium pero de verdad pensaba nada ni que podía resolver un problema tan complejo probó regresar a sus experimentos al cabo de una hora tuvo que reconocer que la chispa ya no estaba por mucho que hablara de control y organización se en encontraba sujeta a los caprichos de las emociones no podía trabajar porque no lo sentía si algún erudito suyo le hubiera dicho cosas parecidas nada ni las habría llamado sandeces aunque por supuesto no en su cara se levantó de golpe y su silla cayó estrepitosa el suelo había cogido de dalí narra la costumbre de caminar y se descubrió merodeando arriba y abajo por la pequeña sala al cabo de un tiempo ravenhill apareció en la puerta acompañada de dos cantoras en forma diestra la fusionada hizo un gesto to y las mujeres entraron a toda prisa en la sala transportaban un material extraño entre el que había dos finas planchas metálicas cuadradas de casi medio metro de lado y una fracción de centímetro de grosor con unos pocos salientes y muescas tallados en ellas las cantor se fijaron las planchas a los dos lados de la mesa con abrazaderas de forma que quedaran planas sobresaliendo como adiciones al espacio de trabajo este es una forma antigua de música entre los míos dijo ravenhill una forma de regocijarnos con los ritmos como regalo he decidido compartir las canciones contigo hizo una seña y canturreo las dos jóvenes cantoras que corrieron a obedecer cada una sacó un largo arco como los que podrían usarse en un instrumento de cuerda los frotaron con los lados de las planchas metálicas y el metal empezó a vibrar con tonos profundos aunque tenían una textura más basta plenos y resonantes esos son los tonos de honor y odium pensó navalny solo que estaba oyendo las versiones trasladadas que podían armonizar entre ellas ravenhill se situó al lado de navalny acompañando a los dos tonos empezó a interpretar un ruidoso ritmo con dos baquetas en un pequeño tambor la secuencia de golpes se volvía fuerte majestuosa y luego suave y rápida alternando no era del todo el ritmo de la guerra pero casi con total certeza era lo más próximo a lo que podía llegar la música vibró a través de navalny potente y triunfal siguieron tocando durante un largo tiempo antes de que ravenhill ordenará el alto las dos jóvenes cantoras sudando por el esfuerzo de crear los tonos con tanto vigor se apresuraron a liberar las planchas de los lados de la mesa y recogerlas te ha gustado preguntó ra beniel a navalny mucho