El rickshaw: De la ola de violencia en Siria al gran apagón en España y Portugal 5o4e31

El Rick Show, la vuelta semanal al mundo. Bienvenidos y bienvenidas a una nueva entrega del Rick Show. Hoy es sábado 3 de mayo, os habla Javier Sánchez. Hoy comenzaremos en Siria, donde más de 100 personas han muerto tras una oleada de violencia contra la minoría drusa. Seguiremos con el pacto entre Ucrania y Estados Unidos para la explotación de minerales y analizaremos los 100 primeros días de Trump en la Casa Blanca. Por otro lado, el apagón eléctrico en España protagoniza nuestra imagen de la semana y también nos detendremos en lo ocurrido en Canadá, Yemen, Alemania y Pakistán e India. Comenzamos. El recorrido.

Los recientes enfrentamientos en Siria, desencadenados por la difusión de una grabación considerada blasfema contra Mahoma y atribuida a un miembro de la comunidad drusa, han desatado una ola de violencia contra esa misma minoría. Las ciudades de Jaramana, Sahnaya, Sueida y zonas del sur de Damasco fueron escenarios de ataques llevados a cabo por grupos armados afines al nuevo Poder Central contra civiles rusos, dejando más de 100 muertos en sólo dos días, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Las autoridades interinas, encabezadas por el presidente Ahmed al-Shara, han sido acusadas por líderes rusos de permitir, incluso fomentar, las masacres mediante el uso de milicias extremistas. La represión, que el gobierno justificó como un intento de restaurar el orden, ha abierto un nuevo frente en un país que aún busca la estabilidad tras más de una década de guerra civil. El conflicto también ha tenido repercusiones internacionales inmediatas.

Israel, que ha intensificado su presencia militar en Siria desde la caída del régimen de Bashar al-Assad el pasado mes de diciembre, llevó a cabo ataques aéreos en las afueras de Damasco, argumentando que intentaba prevenir una masacre contra la población rusa en Shahnaya. Al mismo tiempo, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Shar, pidió una respuesta firme de la comunidad internacional para proteger a las minorías en Siria, mientras que Francia rechazó los enfrentamientos y solicitó a Israel no empeorar la situación.

En este contexto, los rusos, una comunidad religiosa que se concentra principalmente en Siria, Líbano e Israel, se encuentran atrapados entre la represión interna, las manipulaciones geopolíticas y el riesgo creciente de una nueva fragmentación territorial. Washington y Kiev firmaron el miércoles un acuerdo que permite a Estados Unidos acceder de forma prioritaria a proyectos de inversión para la explotación de recursos minerales estratégicos en Ucrania, en un pacto que redefine los equilibrios geopolíticos de la región.

Las tierras raras han convertido en uno de los activos más codiciados. Según la Agencia Internacional de la Energía, entre 2017 y 2020, arrastrada por la demanda de las renovables, la producción aumentó un 85% y las estimaciones sugieren que los próximos años la tendencia siga al alza. En el caso de este acuerdo, tras varias semanas de tensas negociaciones, incluso con un enfrentamiento público entre los presidentes de ambos países, Trump y Zelensky, el pacto contempla la creación de un fondo de inversión bilateral centrado en recursos como el titanio, litio, uranio, grafito o gas natural, entre otras.

Con este acuerdo, Estados Unidos pretende también asegurar recursos vitales frente al dominio chino en tierras raras y la extracción ilegal rusa en territorios ocupados. El pacto llega mientras las conversaciones de paz con Rusia continúan atascadas y tras el envío de 175.000 millones de dólares por parte de Estados Unidos desde el inicio de la invasión rusa.

Aunque inicialmente se planteó que las ganancias generadas por la explotación de las tierras sirvieran para devolver parte de esa ayuda, el texto final lo limita a futuras contribuciones militares. El acuerdo tampoco incluye condiciones para el ingreso de Ucrania en la Unión Europea, pero sí la posible gestión compartida de la central nuclear de Zaporilla. Seguimos con Trump, que en apenas tres meses desde su regreso a la Casa Blanca ha puesto al mundo en alerta.

Hasta el momento, su segundo mandato ha estado centrado en la ejecución de una visión personalista y autoritaria del poder, llevando a un estancamiento de la primera economía del mundo. Entre otras medidas, durante esos primeros 100 días de presidencia, Trump ha puesto fin a políticas de diversidad e igualdad, ha despedido a decenas de miles de funcionarios, ha amenazado con quedarse que pertenecen a otros países, ha recortado miles de millones de dólares a universidades, quiere privar de la ciudadanía a las personas nacidas en el país con padres en situación irregular, además de la deportación de inmigrantes y ha inclinado a la