Rafael Álvarez "El Brujo" 6i4m46

Bienvenidos a un nuevo programa de Renacimiento, hoy tenemos con nosotros a un invitado muy especial, está mejor de lo suyo, creemos, o eso nos suele contar en muchas de sus representaciones, y es uno de los máximos exponentes de nuestro teatro.

Y además tenemos una inmensa suerte y es que prácticamente lo que tenemos hoy aquí es un viaje en el tiempo, porque lo que vamos a tener es una conversación con un juglar, alguien que ha venido desde tiempos muy remotos y que nos cuenta sus aventuras, sus andanzas, sus vivencias y sus experiencias de una manera muy particular.

Buenas tardes, don Rafael Álvarez el Brujo. Buenas tardes. Un placer tenerte con nosotros en Renacimiento. Muchas gracias. Porque yo creo que no hay nada más renacentista, o no hay nadie más renacentista en el panorama teatral español que el Brujo. Pues no lo sé, si hay alguien todavía más renacentista.

La palabra renacimiento es maravillosa, una palabra que a mí me gusta y es una etapa de la historia de la cultura y la civilización europea fantástica.

El preludio del Renacimiento, o sea, una avanzadilla del Renacimiento, he leído por ahí que fue de San Francisco de Asís.

Bienvenidos a Renacimiento, un podcast de Tritoma. Qué curioso, un místico, un santo de la iglesia católica europea del siglo XIV, que era un artista y él fue el que abrió esa puerta a una nueva forma de ver el mundo mucho más luminosa, donde florecen las artes, donde parece que sale el sol. Y renacer es volver, volver a editar algo que se había quedado mustio. La vida se gastó, la vida se eclipsó, parece que algo caducó, pero de nuevo la vida emerge con una fuerza maravillosa, con una fuerza mayor.

Y esto fue el Renacimiento, así que el título que habéis elegido para este espacio es maravilloso. Te agradezco mucho que estés de acuerdo con el título, porque además nuestra intención es la perpetua y necesaria defensa de las humanidades, o sea, creemos que es algo muy importante que las humanidades se defiendan y se mantengan y yo creo que en esa lucha vamos a estar muy de acuerdo en muchos puntos.

Por empezar por el principio, si es que hay un principio, hablábamos hace unos cuantos capítulos con Manuel Galeana y nos decía que la necesidad del cuento siempre está ahí, que ya en torno a una hoguera hace miles de años había un señor o una señora que se ponía de pie junto al fuego y contaba la historia. «Mamá, cuéntame la historia», decía Manuel Galeana.

Yo creo que es un poco el traer el cuento y esa persona que contaba las historias a la tribu y luego a los demás, un poco también se ve reflejado en ti, porque tú al final eres una persona que sube solo a un escenario y cuenta una historia, pero toda la gente que está como público entra en comunión con esa historia. ¿Cómo consigues transmitirlo? Pues porque yo he ido en mi viaje personal a través del tiempo, a través de mi propia vida, he sido conducido al misterio del relato, se me ha desvelado, se me ha abierto qué hay detrás del relato, de esto que tú decías, del hecho de contar un cuento, de inventar una historia.

Inventar una historia, contar un cuento, es una función que ha creado el cerebro humano para exorcizar el miedo, para codificar el conocimiento y para transmitirlo. Es una ceremonia, es una ceremonia que tiene mucho que ver con la evolución, con la evolución de las personas como la especie humana, con esa necesidad de buscarle a la vida un propósito.