Programa Especial "Henry" con Jose Luis Tristancho y Nacho Campillo 54k3t

¡Tres! Ratitos Divinos, un espacio ecléctico diseñado para roedores del sonido.

¡Viene bien este Ratitos Divinos! Ulises Fernández, ¿qué tal? Bienvenido.

¡Bien, bien, bien! La verdad es que es una cosa increíble.

¡Viene bien! Una mitad de mayo, todavía no hace mucho calor.

Buena música siempre que ponemos en este ratito.

Se intenta.

Y hoy programa especial, por muchas cosas.

Sí, bueno, fundamentalmente.

Vamos a intentarlo.

Vamos a intentarlo. Yo creo que hay algo muy interesante aquí pergeñado.

¿Por qué quieres que sea especial hoy? A ver.

Bueno, pues se van a cumplir 10 años de que Enrique pasó a otra dimensión.

Nos dejó, porque nunca se fue.

Nos vigila desde otro plano.

Yo tengo conversaciones frecuentes con él, la verdad.

Y bueno, el día 17 se cumplen 10 años.

Una década de esto de que está pendiente de nosotros en otro lugar.

¿Cómo se pasa el tiempo? Pues sí, se ha pasado rápido, la verdad.

Pero vamos, me sigo acordando diariamente.

El recuerdo está presente, pero 10 años.

Una década ya sin Henry.

Papá, papá y papá musical también, aunque tienes muchos padres musicales.

Sí, hay alguien que es totalmente el más padre terrenal que está en la Tierra.

El papá uno, que ya ha estado aquí otra vez.

Nacho Campillo, bienvenido. ¿Qué tal? Muy bien.

Ahí tienes a tu padre y ahí tienes a tu hijo.

Sí.

Bueno, no podía faltar yo en esta reunión.

Sí, hay que acordarse de Henry, ¿verdad, Nacho? Bueno, Henry fue mi primer, como mi gran mentor musical.

El que me metió el gusanillo en el cuerpo de cantar, sobre todo.

Y cuando le iba a cantar, yo era adolescente.

Y Ulises era un mico que todavía no caminaba.

Pues yo oía cantar a su padre canciones, como de Zila, de Yokoke, de muchísima gente.

Y para mí, claro, se me apareció ahí como la virgen, digamos, musical.

De alguna manera, y yo he seguido sus pasos siempre.

He intentado seguir sus pasos.

La voz de Flik era prodigiosa y su manera de cantar única.

Yo le intentaba imitar cuando era más chico.

Luego encontré mi propia personalidad cantando.

Pero yo al principio le imitaba mucho.

Intentaba imitarle cantando blues y él lo hacía increíblemente bien.

Imitador.

Bueno, Nacho, mira, me ha parecido pertinente, a pesar de las recomendaciones que me hiciste, que ahora las escucharemos, empezar con este tema que está sonando.

Pues has pedido a los protagonistas, al protagonista de hoy, que te diga también.

Sí, claro, canciones que, como mi padre prácticamente no había nacido, canciones que sus amigos y gente cercana saben que significaban mucho para él.

Por eso Nacho ha sido tan amable de facilitar esta información.

Esta primera que nos vemos es a Nacho.

Sí.

En tu caso has elegido esta para empezar hoy.

Pues sí, bueno, Nacho nos puede contar mucho más de esta canción, yo creo.

Esta canción, mira, esta canción la compuso tu padre.

La música.

Y yo hice parte de la letra.

Y la tocábamos en un formato con mi hermano, tu padre y yo.

Con mi hermano Javi, Enrique y yo.

En un grupo que teníamos llamado Aldebaran.

Hacíamos versiones de algunas canciones propias.

En un restaurante, luego tuvimos un restaurante Aldebaran, en Badajoz.

Pero no, estamos hablando de música, de grupo.

No, tocábamos en Hielos del Río, en muchos sitios, en salas.

En otras que no me acuerdo cómo se llamaba, en Sinaloa 22.

Tocábamos en muchas salas allá de Badajoz.

En salas que había.

Teníamos un formato en Río.

Están quedando pocas, pero antes había muchas.

Sí, es verdad.

Lo hacíamos en un formato en Río.

Yo tocaba el bajo y cantaba, mi hermano tocaba la guitarra.

Y Enrique tocaba la guitarra española y cantaba.

Y en un grupo que se llamaba Aldebaran.

Y hacíamos esta canción, entre otras muchas.

Hacíamos alguna de Crosby, Stinson, Nash, Mr. Spaceman, de Lila, de Los Verdes, de Winwood.

Como muchas versiones.