Programa 84: Rosa Villacastín (Periodista) 1c6j6k

Buongiorno amigas y amigos del Círculo. Hoy voy a entrevistar a una amiga. Además, mira, nos hemos puesto de acuerdo sobre una cosa, que vamos a hablar de todo, de todo y que nos lo vamos a pasar muy bien. Así que viernes de diversión aquí en el Círculo, con un día estupendo que hace en el Círculo de Bellas Artes, que como siempre tenéis unas vistas que ojalá os tuviera aquí todos. ¿Y quién voy a tener para hablar de todo, de la vida? A una gran amiga, una señora maravillosa, que quiero muchísimo, que Rosalía Agastín. ¿Cómo estamos? Una señora jubilada, una señora jubilada, felizmente jubilada en Marbella, pero que todos quieren, todos aman, todos quieren. ¿Cómo te estás resistiendo? A ver, empezamos por ahí. ¿Cómo te estás resistiendo? Porque sé que te llama todo el mundo y todo el mundo, además, con contrato, propuestas, etc.

Mira, yo siempre pensé que me jubilaría en Marbella. Es más, pensé siempre que yo me moriría en Marbella. Cuando llega la hora, a ver, yo dije, 77 años ya. Ya me toca. Ya me toca. Empecé a trabajar a los 17, 77, ya está bien. He pagado de Seguridad Social más que nadie. Y bueno, nada, bueno, tú sabes cómo fue. Les dije a la televisión, me vais a dar dos minutos, que tengo que decir una cosa, que me voy, ya está. No, me llaman de muchos sitios, digo que no a todos, salvo que me llame un amigo y me diga como tú hoy, oye, vamos a hacer esto.

Bueno, pues lo hago, pero sin compromiso ni de, primero, porque no quiero tener horarios de nada, que ya los he tenido toda la vida, y luego porque si te empiezas a liar uno y otro y al final caes otra vez y no tengo yo edad para empezar de nuevo ni para nada. Además, una de las cosas que, bueno, todos lo sabéis, Rosa, qué contaros, ni os he dicho su currículum porque creo que no hace falta.

Una periodista extraordinaria que además para mí es un poco un modelo a seguir, porque sabéis que yo llevo en los medios pocos años, no como tú que llevas 60, yo llevo 10, voy trabajando y llevo mucho más, y yo llevo mucho más años trabajando, ya 38 yo también, lo que pasa es que he hecho y hago otras cosas, ¿no? Pero en los medios llevo 10 años, ¿por qué eres referencia para mí? Yo creo para muchos en ese país porque tú has tenido el valor, luego hablamos también de igualdad, que también cuando empezaste no era tan fácil siendo mujer hacer lo que tú hacías, pero además has tenido el valor y también el nivel, la reputación para poder entrevistar todos, desde la crónica Rosa a la gente del mundo del espectáculo, de la cultura, de la política, etcétera, cosa que en este país tú sabes perfectamente y yo me atrevo humildemente, evidentemente, pero pocos que se han atrevido a hacerlo, ¿no? Y sobre todo las empresas me lo han permitido, porque a veces te ponen la etiqueta, el corazón o de tal, y yo he podido hacer toda la transición, entrevistar a todos, como dices, y vivirlo. Y tú no te has dejado etiquetada, porque aquí todo el mundo intenta etiquetarte. Bueno, también son casualidades, yo creo que me cogí una buena época.

Sí, me ha sido la época doro, ¿no? La época de la transición, los años 70, pues imagínate.

Papel cuché, además, a tope.

Hasta que un día me cansé de verlos a todos y dije, ahora me voy a pasar el corazón.

Y ya está.

Sí, fíjate, llamé a Pío Cabanillas, te va a encantar la...

Ah, querido, cuenta, cuenta, que no conozco yo esta anécdota.

Llamé a Pío Cabanillas y digo, Pío, comíamos siempre una vez al mes, ¿no? Tengo que hablar contigo.

Y quedamos, digo, mira, hermano, yo ya quiero dejar la política, porque ya no os aguanto.

De verdad, es que todo el día en el Congreso, yo ya no puedo estar.

Entonces, ¿qué te parece si me dedico al mundo del corazón? Se me queda mirando, gallego que era, y me dice, si vas a ser la mejor, sí, si no, no.

Ah, qué bueno, qué bueno.

Así fue.

¿Y cómo fue esta etapa, en cambio? Vamos a empezar por la política, que tú entrevistaste a todos.

Sí, a todos.

A todos. ¿Cómo fue esa etapa? Bueno, fue una etapa maravillosa, bueno, digo maravillosa profesionalmente.

Yo no había estudiado periodismo, o sea, yo estaba, trabajaba y estudiaba en la universidad.

Y un día escribí un artículo sobre Rubén Darío y su relación con los Estados Unidos, imagínate, que era muy mala.

Y entonces, ese artículo lo escribí.