¿Por qué es bueno sentir enfado? Episodio 267. 2x2b49

El enfado es una emoción natural y universal que todos hemos sentido en alguna ocasión y que, lejos de ser puramente negativa, cumple una función esencial en nuestra vida.

Si te interesa saber más por qué es bueno sentirse enfadada, escucha este episodio.

Bienvenidas a este podcast Mentes Positivas, donde buscamos cambiar estrés por calma, especialmente diseñado para personas que deseáis encontrar la tranquilidad en vuestra vida.

Mi nombre es Consu González y soy tu guía y compañera en este viaje hacia la calma.

Y aunque socialmente se nos enseña a reprimirlo o a considerarlo una reacción indeseable, lo cierto es que el enfado tiene beneficios importantes para nuestro bienestar emocional, nuestras relaciones y nuestro desarrollo personal.

Podemos entender el enfado como una señal de nuestras necesidades.

Una de las razones principales por las que el enfado es positivo es porque nos ayuda a identificar lo que nos molesta o lo que nos afecta.

Cuando te sientes irritada es una señal de que algo no está en armonía con tus valores, con tus necesidades o con tus límites.

Por ejemplo, imagina a una compañera de trabajo que constantemente interrumpe tus ideas en las reuniones.

En un principio quizá intentes ignorarlo, pero con el tiempo se va sumando una creciente frustración y ese enfado te está indicando que valoras el respeto y el reconocimiento en el ámbito laboral.

En lugar de reprimir esa emoción, puedes utilizarla como una señal para establecer límites y para expresar siempre con amabilidad pero con firmeza.

Por ejemplo, me gustaría que todos tuviéramos la oportunidad de hablar sin interrupciones.

Si lo que hacemos es ignorar o reprimir nuestro enfado, corremos el riesgo de perder esa conexión con nuestras propias emociones y con nuestros deseos.

En cambio, cuando prestamos atención a lo que nos está diciendo, podemos reflexionar sobre qué aspectos de nuestra vida necesitan ajustes y sobre todo tomar medidas para mejorar esa situación.

Podemos ver el enfado como un motor de cambio y de acción, porque el enfado no solo nos permite reconocer problemas, sino que también nos impulsa a actuar.

Hay muchas luchas sociales y cambios históricos que han nacido del descontento de personas ante situaciones de injusticia.

La indignación es una fuerza poderosa que nos mueve a alzar la voz, a establecer límites y a buscar soluciones.

Ejemplos claros tenemos muchos, el movimiento por los derechos civiles en cualquier país, la segregación racial, la discriminación que existe, provocan un profundo enojo en las comunidades.

Esto lleva a protestas, boicots y cambios legislativos que transforman la sociedad.

Si estas personas reprimen su enfado, en lugar de canalizarlo en las acciones correctas y concretas, quizá la historia sería diferente de cómo es.

A nivel personal, también puede ser un gran motor de transformación.

Imagina que llevas tiempo sintiéndote infravalorada en tu trabajo, porque no te ascienden a pesar de tu esfuerzo.

En lugar de quedarte en la queja, puedes utilizar ese enojo como un impulso para mejorar tu currículum.

¿Qué me falta?, ¿qué no están viendo? Y buscar nuevas oportunidades, incluso emprender tu propio negocio.

¿Cuál es el peligro de reprimir el enfado? Muchas veces, por miedo al conflicto o por presión social, reprimimos nuestro enfado en lugar de expresarlo de una forma saludable.

Sin embargo, esto puede tener efectos en nuestra salud mental, física y energética.

Como terapeuta de Reiki, me consta que cuando las personas reprimen el enfado, se les forman bloqueos en sus canales energéticos y esto se expresa en dolencias físicas.

Por ejemplo, una persona que constantemente cede ante los deseos de los demás para evitar discusiones puede acumular un gran peso.