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Pioneros: John Mayall
Pioneros: John Mayall
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Pioneros: John Mayall d1d13

Por jagger
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John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado. 3432p

John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo.
Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica.

En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres.

Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall.

Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'.

'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón).

Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'.

El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac.

Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa.

La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz.

El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana.

'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder.

Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo.

La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces.

En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie.

En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género.

El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.

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Pioneros: John Mayall (10de10)
Pioneros: John Mayall (10de10)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: John Mayall (9de10)
Pioneros: John Mayall (9de10)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: John Mayall (8de10)
Pioneros: John Mayall (8de10)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: John Mayall (7de10)
Pioneros: John Mayall (7de10)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: John Mayall (6de10)
Pioneros: John Mayall (6de10)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: John Mayall (5de10)
Pioneros: John Mayall (5de10)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: John Mayall (4de10)
Pioneros: John Mayall (4de10)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: John Mayall (3de10) (incompleto)
Pioneros: John Mayall (3de10) (incompleto)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: John Mayall (2de10) (incompleto)
Pioneros: John Mayall (2de10) (incompleto)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: John Mayall (1de10)
Pioneros: John Mayall (1de10)
John Mayall, el patriarca del blues inglés, creó las bases para el desarrollo de numerosos grupos, llenos de talento, en los años sesenta. En la práctica, gracias a él se formaron los núcleos creativos de Cream, Fleetwood Mac, Colosseum, con músicos procedentes de las varias formaciones de Bluesbreakers de Mayall, gente, en suma, que ha marcado (o marca) la historia del rock en todo el mundo. Nacido en Macclesfield, Cheshire, el 29 de noviembre de 1933, John Mayall creció en Bramhall, un suburbio metropolitano de Manchester (Inglaterra). Empezó a tocar la guitarra alrededor de los diez años y cuando hizo su debut, en un concierto con un trío de blues en el Bodega Jazz Club de Manchester, ya sabía tocar también el piano y la armónica. En definitiva, era un joven prodigio. Pero la música no era la única ocupación del debutante Mayall: en 1952 se alistó como voluntario en el ejército por tres años y, a su regreso, se apuntó a un curso de cinco años en la escuela de arte. Al mismo tiempo, continuó cultivando su innata pasión por el blues y firmó contratos en locales de jazz, en solitario y como titular de un grupo, John Mayall Powerhouse Four. Acabados los estudios, Mayall empezó a trabajar como dibujante, dado que aún no podía vivir de la música. Durante su tiempo libre puso en pie un nuevo grupo, Blues Syndicate. Finalmente le llegó la ocasión propicia, materializada en la persona del "veterano" del blues Alexis Korner: tras quedar entusiasmado con un concierto de Blues Syndicate, Korner invitó a Mayall a trasladarse a la zona cálida de la escena rhythm and blues inglesa, a Londres. Era el año 1962 y Mayall se dedicó en seguida a la caza de nuevos músicos para formar un grupo nuevo. Finalmente, en 1963, nació la primera formación de Bluesbreakers, con Bernie Watson a la guitarra, John McVie (uno de los futuros fundadores de Fleetwood Mac) al bajo y Peter Ward a la batería. Juntos grabaron un single, 'Crawling up a hill' / 'Mr. James'. En 1965, Mayall, con Roger Dean a la guitarra, Hughie Flint a la batería y McVie al bajo, grabó su primer álbum para Decca Records: 'John Mayall plays John Mayall', una grabación en directo. Tras la aparición del álbum. Roger Dean fue remplazado por Eric Clapton, recién salido del grupo Yardbirds, y se inició la edad de oro de Mayall. Clapton, efectivamente, estaba infravalorado en el grupo pop Yardbirds y Mayall se acordó en seguida de las grandes dotes del guitarrista, de su deseo de hacer blues. Mayall decidió darle a Clapton el espacio que este músico necesitaba. El resultado, espléndido, es un "clásico" de la historia del rock, el álbum 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton', de 1966. Producido por Mike Vernon, el disco tiene todo el sabor eléctrico y potente del blues urbano y, aunque Clapton lo pone todo para "robarle" la escena, Mayall hace excelentes demostraciones con el piano, el órgano y la armónica. 'Parchman farm', por ejemplo, está cargada de una intensa armónica soul y por la tensa sección rítmica de McVie y Flint. Todo el álbum parece elaborado por pequeños genios impacientes por demostrar sus grandes dotes individuales: Clapton crea solos que se convertirán en clásicos en los temas 'Hideaway' y 'Steppin' out', Flint se desenfrena en un valiente solo de batería en 'What'd I say', y la voz de Mayall (que el crítico del New Musical Express, Steve Clarke, definió como "el aullido hambriento de una hiena") imprime precisas connotaciones "lacrimógenas" a canciones como 'Double crossing time' y 'Have you heard'. 'Bluesbreakers John Mayall with Eric Clapton' es doblemente importante: da comienzo a la buena costumbre rock de juzgar la calidad de un tema no sólo por su fascinante melodía o por su letra, sino sobre todo por la creatividad individual con un instrumento y, otro factor notable, el álbum establece las bases de un verdadero "boom" del blues. Esta formación de Bluesbreakers duró sólo hasta junio de 1966. Mayall se consideraba un músico con una misión que cumplir, la de dar vida nueva al blues, y se movía entre sus compañeros con un comportamiento decididamente paternalista. El primero en caer en desgracia fue McVie, expulsado en varias ocasiones del grupo por su exagerada pasión por el alcohol (su futuro colega Mick Fleetwood también fue despedido por Mayall por la misma razón). Se acercaba el momento del desmarque en solitario de John Mayall. A finales de 1966, Mayall entró en los estudios Decca de Hampstead por un día, lo suficiente para grabar el álbum 'The blues alone'. Es un vuelo extremadamente individualista: Mayall no sólo compone y canta todas las canciones, sino que también toca, sobre-grabándolos, todos los instrumentos excepto la batería, tocada por Keef Hartley. El resultado es fascinante, especialmente en el tema instrumental 'Marsha's mood' y en 'Broken wings'. El producto en solitario, tan rico, testimoniaba un período de enorme fertilidad creativa, y Mayall, efectivamente, fundó otra versión de Bluesbreakers: fichó a Peter Green para la guitarra y la voz, a Aynsley Dunbar para la batería, recuperó a John McVie para el bajo y, con esta nueva formación, grabó el álbum 'A hard road'. El disco parece una copia del anterior con Eric Clapton: la misma atmósfera en la portada, con un retrato de los cuatro músicos pintado por el propio Mayall, y la misma atmósfera musical. Sólo que, esta vez, la revelación como prometedor talento musical recayó sobre el guitarrista Peter Green, gracias a sus prodigios instrumentales en 'The stumble' y 'The supernatural'. Si de la anterior formación surgió Cream, de ésta otra nació Fleetwood Mac. La cara B del single de Bluesbreakers 'Out of reach', la composición 'Sitin' in the rain', es de Green y está enteramente dominada por su guitarra y por su voz tan característica, al perfecto estilo de Fleetwood Mac. Cuando despues se unió por un breve período de tiempo el batería Mick Fletwood, la suerte estaba echada, y el núcleo de la formación de Fleetwood Mac estaba a punto: Mick Fleetwood, John McVie y, sobre todo, Peter Green. Aynsley Dunbar, por su parte, se unió a Jeff Beck en abril de 1967, antes de formar su grupo, Aynsley Dunbar Retaliation. Para grabar el álbum 'Crusade', en septiembre de 1967, Mayall reclutó a Keef Hartley a la batería, Mick Taylor a la guitarra y contó con John McVie al bajo durante unas pocas grabaciones. Los nuevos Bluesbreakers se enriquecieron con una sección de viento compuesta por Chris Mercer al saxo tenor y Rip Kant al saxo barítono, pero el papel principal lo desempeñó aún la guitarra, y el chaval de dieciocho años Mick Taylor demostró estar a la altura, sobre todo en 'Oh, pretty woman', de Albert King, y en el tema instrumental 'Snowywood'. La atmósfera blues del disco es electrizante: Mayall quería que fuera una especie de cruzada en defensa del blues (de ahí el título 'Crusade') y había elegido material escrito por verdaderos bluesmen negros americanos, como Sonny Boy Williamson, Freddy y Albert King, Buddy Guy y Otis Rush. La intención de Mayall era clara: atraer el interés de nuevas generaciones de oyentes hacia una música poco conocida en Europa. La formación de Bluesbreakers de 'Crusade' permaneció intacta hasta febrero de 1968, a pesar de que Heckstall-Smith sustituyó a Rip Kant al saxo tenor y soprano y de que McVie se alternó con Keith Tillamn, Paul Williams y Andy Fraser (el joven talento que después formó Free). Y precisamente con esta formación, grabaron dos decepcionantes álbumes en directo, 'Diary of a band, volumes one and two'. Tras el fracaso, Keef Hartley les abandonó y formó su grupo, The Keef Hartley Band, con el que grabó siete álbumes. Le sustituyó John Hiseman, un "monstruo" de la técnica muy influido por el estilo del jazz. El nuevo bajista fue Tony Reeves y la sección de viento se amplió con la entrada de Henry Lowther a la trompeta (ocasionalmente también en el violín); Mick Taylor mantuvo su posición de guitarrista oficial. Con esta formación grabaron el último álbum que lleva el nombre de Bluesbreakers: 'Bare wires', una tentativa, de escaso éxito, de fundir el blues con un sonido más "progresivo". En junio de 1968, una vez acabadas las grabaciones, Hiseman, Reeves y Heckstall-Smith se fueron, y formaron un grupo histórico del rock "progresivo", Colosseum. Mayall, tras unas vacaciones en Los Ángeles, volvió a su patria y grabó un álbum para narrar su propia experiencia californiana. 'Blues from Laurel Canyon', así es como se titula el álbum, aún cuenta con la colaboración de Mick Taylor a la guitarra y sirve de debut para Stephen Thompson al bajo y Colin Allen a la batería. Es un óptimo álbum de transición entre el blues eléctrico ya "clásico" y ciertas sugerencias psicodélicas. El álbum no se vendió mucho y cerró la edad de oro de Mayall, iniciada con la llegada de Clapton. Después, en mayo de 1969, también Mick Taylor le abandonó, para sustituir al difunto Brian Jones en los Rolling Stones. Para Mayall llegaba el período de las elecciones arriesgadas. Su característica forma de imponerse como "amo y señor" dentro del grupo no era sólo una evidencia de un deseo de poder. Era también el único medio para poder experimentar con nuevos músicos, y por tanto nuevas situaciones, dentro de una música profundamente esquemática y conservadora como es el blues. En 1969 Mayall tuvo una idea revolucionaria, formar un grupo sin batería y sin guitarra eléctrica. El resultado, 'Turning point' (primer álbum con Polydor), es, como bien dice el título, un verdadero cambio de dirección para la música de los setenta: al lado de Mayall, que canta y toca la armónica, están John Mark a la guitarra, Johnny Almond al saxo (más tarde estos dos formarán una banda de soft-jazz lamada Mark-Almond) y Stephen Thompson al bajo. La atmósfera general es una mezcla de jazz, blues, samba y boogie que se repitió también en el siguiente álbum, 'Empty rooms'. Pero el investigador Mayall no se detuvo ahí y, en 1970, recuperó el sonido más sólido y martillante del jazz-rock, con el álbum 'USA Union'. Éste y el siguiente, 'Memories', ilustran las primeras colaboraciones de Mayall con músicos americanos y, sobre todo, con los dos ex Canned Heat, Harvey Mandel, a la guitarra, y Larry Taylor, al bajo, y con el violinista Don "Sugarcane" Harris. En 1971 tuvo lugar la "reunión" con Eric Clapton, Mick Taylor y Keef Hartley para el álbum 'Back to the rooots', que sólo significó un momentáneo regreso a las raíces. En efecto, Mayall se acercaba cada vez más hacia el ambiente jazz y, en 1972, realizó en América el álbum 'Jazz blues fusion', con Blue Mitchell a la trompeta, Clifford Solomon al saxo, el guitarrista de Stax, Freddie Robinson, Larry Taylor al bajo y Ron Selico a la batería. Con algunos cuantos cambios, incluida la repesca de Keef Hartley, este grupo grabó a continuación 'Moving on' (1973) y 'Ten years are gone' (1973). El álbum 'The latest edition', de 1974, es el último de Mayall con Polydor. Contratado por ABC, en 1975 realizó un decepcionante 'New year, new band, new company', en clave de soul-rock para permitir lucirse a la cantante Dee McKinnie. En 1976 Mayall se recuperó, produciendo un inmejorable trabajo con el gran pianista y autor de Nueva Orleans, Allen Toussaint, titulado 'Notice to appear'. A finales de los años setenta Mayall se trasladó definitivamente a América. Allí grabó, entre otros y con altibajos, álbumes como 'A banquet in blues' (1976), 'Lots of people' (1977), 'The last of the British blues' (1978). Después, durante los años ochenta, Mayall firmó un nuevo contrato discográfico con la inglesa DJM y publicó álbumes como 'Bottom line' (1979) y 'Road show blues' (1981), que no añaden nada nuevo a su sonido tradicional. Ahora el sabor genuino de los orígenes ha desaparecido, igual que el deseo de sorprender reaventando un género. El Mayall de los años ochenta se pierde entre intentos de azucarados funky-rock y nostálgicos regresos a la fórmula del blues eléctrico más tradicional. No sólo los álbumes, sino también los conciertos se resienten de este estancamiento creativo, a pesar de contar con Mick Taylor. Un nuevo brote de habilidad compositiva y ejecutiva llegó en 1988, con el álbum, grabado con la Island americana, 'Chicago line'. Un momento feliz en un panorama que muestra a un Mayall alejado del gran negocio discográfico. Por lo demás, John Mayall ya ha dado mucho y puede permitirse estar a un lado.
Blues y Jazz 11 años
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Pioneros: The Smiths
Pioneros: The Smiths The Smiths fue una banda de Rock formada en Mánchester, Reino Unido en 1982, por Johnny Marr (guitarra, teclados, mandolina, bajo y armónica), Stephen Patrick Morrissey (voz y piano), Mike Joyce (batería y coros) y Andy Rourke (bajo y cello). Se apoyaron en dos piezas básicas, el trabajo guitarrero de Johnny Marr, de notoria expresividad, palpitante, repicante y traslúcida sonoridad que enaltecía las letras de Morrissey, enigmático poeta anclado en la angustia existencial y una perspectiva afligida sobre su contexto sociocultural, desde una ascendencia mitómana y un acercamiento intimista y sensible que le aupó como icono de una juventud descorazonada y contrariada. El melancólico y solitario Morrisey, vegetariano y apóstol del celibato sexual, de vocalidad crooner cercana a la teatralidad, expandía sus emociones en composiciones que alternaban la roturación sentimental y la contemplación social con sutiles cargas sarcásticas. Fue convertido en mito tras el éxito de los Smiths. Era también un gran mitómano, cinéfilo empedernido y amante del rock'n'roll y el pop de los 60's, con fijación por los sonidos femeninos (con tributos a Sandie Shaw o Twinkle) y desde una heterogeneidad melómana que le llevó a ser el presidente del club de fans de los “New York Dolls”, de los que escribió su biografía, al igual que también hizo sobre la figura del actor James Dean. Devorador de libros, entre sus influencias literarias se encuentran escritores como Oscar Wilde, W. B. Yeats, John Keats o Dorothy Parker. Poco a poco el número de seguidores de la banda fue creciendo y las casas discográficas se hicieron eco de ello, firmaron con el sello londinense Rough Trade, en donde publicaron su primer album grande, "The Smiths" (1984), con el actor Joe Dallesandro en la portada y con el single "Hand in glove". El disco, además. contenía temas como "Pretty girls make graves", "Reel around the fountain", "What difference does it make?" (número 12) o la efervescente "This charming man" (número 25). Era un hecho que la densidad de guitarras, la originalidad melódica y la perspicacia lírica volverían a dominar el horizonte musical inglés. Tras el recopilatorio "Hatful of hollow" (1984), esencial disco (número 7) que incluía singles, piezas en directo con John Peel y rarezas, con cortes tan interesantes como "William, it was really nothing" (número 17), "These things take time", "Heaven knows I'm miserable now" (número 10) o "Please please please let me get what I want", publicaron su primer número 1 en disco grande, "Meat is Murder" (1985), un Lp que desarrollaba sus sonidos y temáticas en imprescindibles temas como "The heaster ritual", revisitación de los días colegiales de Morrisey o la hechizante "That joke isn't funny anymore" (número 49), en algunas ediciones también se incluye el single "How soon is now" (número 24), aparecido previamente en "Hatful of hollow". En 1986 sacaron al mercado "The Queen is Dead" (1986), su gran obra (número 2), con la estrella del cine francés Alain Delon en la portada y producida por Morrissey y Marr, con el single "The boy with the horn in his side" (número 23), gran canción continuada por "Bigmouth strikes again" (número 26). El sensacional tema "There is a light that never goes out", una de las cumbres de su carrera, fue elegido como single para publicitar el recopilatorio de 1992, "The Best of The Smiths, Vol. II". Las relaciones personales entre los dos líderes del grupo estaban deterioradas y los rumbos musicales divergían bastante, con Marr acogiendo con gusto nuevos sonidos mientras que Morrissey persistía en destilar desde su propia óptica su amor por músicas pretéritas. "Strangeways, here we come" (número 2) fue un meritorio testamento final de una de las bandas más influyentes de Gran Bretaña en la década de los 80, con temas tan destacados como "Girlfriend in a coma" (número 13), "Last night I dreamt that somebody loved me" (número 30) o "I started something I couldn't finish" (número 23). El directo "Rank" (1988), grabado en la gira posterior a la publicación de "The Queen is dead", puso punto y final a la banda que Morrissey había disuelto tras la noticia de la marcha de Marr El recopilatorio "Bona Drag" (1990) o nuevos trabajos en estudio, como "Kill Uncle" (1991), "Your arsenal" (1992), producido por el mismísimo Mick Ronson, "Vauxhall and I" (1994), "Southpaw Grammar" (1995) y "Maladjusted" (1997) prolongaron el legado de uno de los nombres clave de la música inglesa: los Smiths. Actualizado
Pioneros: Cream
Pioneros: Cream Cream fue una banda de rock británico en los años 60. Fue uno de los primeros y más célebres supergrupos que dio lugar a una de las más vitales y efectistas formaciones entre 1966 y 1968, es considerada una banda adelantada a su época y de una influencia inconmensurable. Supuso el adiós del pop por la vía del blues y la búsqueda de mayor amplitud conceptual para el rock, no se puede negar que se trata de una de las bandas CAPITALES de los 60', jugando, sin exagerar, en la misma liga de los Beatles, Dylan, los Stones, los Who, los Kinks, Hendrix y los Doors. Su música, aunque no demasiado conocida hoy en día, fue IMPORTANTISIMA en el florecimiento que el rock tuvo por aquellos días, y cumplió un papel clave en el desarrollo de aquello que conocemos como hard-rock; mucha de su música fue en su momento pura innovación, son cosas que nunca se habían hecho antes. De todos los grandes grupos de la época, fue aquel que el tiempo ha tratado con menos generosidad quizás porque apenas cumplieron tres años de trayectoria y con poco material publicado, pero fue, es y será uno de los conjuntos INELUDIBLES de la historia del rock, un clásico. El grupo estaba formado por Eric Clapton en la guitarra que había sido miembro de los Yardbirds y los Bluesbreakers de John Mayall, Jack Bruce al bajo y a la voz, había estado con Manfred Mann y Graham Bond y Ginger Baker en la percusión que también estuvo en la Graham Bond. Fue el primer (y mejor) supergrupo que haya conocido la historia del rock, estos tres músicos ya sabían lo que era estar en un grupo de rock cuando formaron Cream, fueron pioneros y revolucionarios en muchísimos aspectos, pero además dieron al mundo algunos de los más excelsos clásicos del rock, aportando valores compositivos impresionantes que sobrepasan el promedio de cualquier banda de hard-rock (incluso más que el mismo Jimi Hendrix), pasajes instrumentales aplastantes, ganchos melódicos de primerísimo nivel y míticas puestas en escena. Fueron los primeros en explorar a fondo las posibilidades del grupo de bajo-guitarra-batería y es notable lo que eran capaces de lograr con esos tres instrumentos básicos, esquema que más tarde llevarían a nuevas alturas grupos como Led Zeppelin. También hicieron aportes clave al crecimiento del hard-rock; se puede decir que el concepto del hard-rock empezó a gestarse con los Who de “My Generation” y los Kinks de “You Really Got Me”, pero fue Cream el grupo que se animó a dar el siguiente gran salto, tomando al mundo por sorpresa con los primeros riffs realmente pesados de la historia, tonos de guitarra bestiales y algunos jams realmente potentes. El aspecto más polémico aparece al hablar de shows en vivo, en sus álbumes, eran refinados, breves, experimentales y concisos y en concierto, solían perderse en interminables jams de guitarra, bajo y batería que, extrañamente les dieron una gran popularidad en esos años, aunque también en vivo eran capaces de realizar algo sublime, como lo atestigua el Crossroads en Wheels of Fire, en donde las rápidas líneas de Bruce, el interminable golpeteo de Baker y el sublime virtuosismo de Clapton definen uno de los momentos rockeros más apasionantes que se haya escuchado nunca. Su música sigue sonando tan fresca, creativa y excitante hoy como en su época de gloria. Su corto bagaje se traduce en muy pocas canciones realmente esenciales, pero con esos contados momentos, les alcanza para estar entre los grandes. Simplemente clásicos. En 1993 se reunieron con motivo de su introducción al salón de la fama del rock. La gran reunión se dio, sin embargo, en mayo de 2005 donde ofrecieron de nuevo una serie de conciertos en el Royal Albert Hall de Londres. A fines de Octubre de 2005 ofrecieron tres conciertos en el Madison Square Garden en Nueva York. Actualizado
Pioneros: Leonard Cohen (Incompleto)
Pioneros: Leonard Cohen (Incompleto) «Primero tomaremos Manhattan. Luego, Berlín». Sus versos resuenan más premonitorios que nunca en estos tiempos de crisis e indignación globalizadas. El tímido canadiense errante que viaja con una maleta cargada de planes de santidad, visiones redentoras y maestría musical Leonard Norman Cohen o Leonardo, como lo llamaba Enrique Morente nace en el seno de una familia judía acomodada de Montreal el 21 de septiembre de 1934, es un poeta, novelista y cantautor canadiense. Como músico ha desarrollado una carrera con una continua exploración de temas como la religión, la política, el aislamiento, las relaciones personales y la sexualidad. Ha sido definido como «uno de los cantantes y compositores más fascinantes y enigmáticos de finales de los 60. Ha conservado un público a través de cuatro décadas de música. Solo por detrás de Bob Dylan —y quizás Paul Simon— en términos de influencia, llama la atención de la crítica y de jóvenes músicos con más firmeza que cualquiera otra figura musical de la década de 1960 que aun está activo en el siglo XXI». Cohen ha sido introducido en el Salón de la Fama del Rock and Roll de los Estados Unidos y en el Salón de la Fama Musical de su país natal. Es miembro de la Orden de Canadá y de la Orden Nacional de Quebec. En 2011 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras Solo cuenta nueve cuando fallece su padre, hecho que marcará su vida confiriendo al artista ese aspecto serio e introspectivo que convertirá en marca de la casa. A los 15, más o menos al mismo tiempo que descubría la poesía de Lorca, compra una guitarra en una casa de empeños y aprende a tocarla gracias a un joven español al que conoce en un parque. «El día de la cuarta clase, cuando llamé a su pensión, la casera contestó al teléfono. Me dijo que el guitarrista había muerto. Se había suicidado recordaría Leonard, unos 60 años después, en la entrega del premio Príncipe de Asturias de las Letras. Yo no sabía nada de aquel hombre, por qué había venido a Montreal, por qué se había quitado la vida, pero aquellos seis acordes que me enseñó han constituido la base de todas mis canciones y de toda mi música». En 1967, decepcionado por su falta de éxito como escritor, Cohen se trasladó a los Estados Unidos para comenzar una carrera como cantautor folk. Su canción «Suzanne» fue un notable éxito de la mano de Judy Collins, y durante muchos años fue su canción más versionada. Tras tocar en varios festivales de folk, ganó la atención de John H. Hammond, representante de Columbia Records que años antes fichó para la compañía a Bob Dylan. El primer álbum de Cohen con Columbia fue Songs of Leonard Cohen (1967)que obtuvo un notable éxito tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido, país donde pasó casi un año en las listas de ventas, varias de sus canciones fueron versionadas por otros artistas de folk como James Taylor y Judy Collins. «The Stranger Song», «Winter Lady» y «Sisters of Mercy» fueron incluidas en la banda sonora del largometraje McCabe & Mrs. Miller. Este primer album fue seguido por Songs from a Room (1969) y Songs of Love and Hate (1970). En 1970, Cohen salió por primera vez de gira, por los Estados Unidos, Canadá y Europa, y apareció en el Festival de la Isla de Wight. Dos años después, volvió a salir de gira por Europa e Israel. Ambas giras estuvieron representadas en el álbum Live Songs. La gira de 1972 fue también filmada por Tony Palmer bajo el título de ”Bird on a Wire”, publicado según el criterio de Cohen en 1974. La edición original de Palmer fue recuperada en 2010. En 1974 comenzó una asociación musical con el pianista y arreglista John Lissauer. Ambos salieron de gira por Europa, Estados Unidos y Canadá entre finales de 1974 y comienzos de 1975, en apoyo del nuevo álbum de Cohen, “New Skin for the Old Ceremony”, producido y arreglado por el propio Lissauer. A finales de 1975, Coheny Lissauer llevarona cabo una serie de conciertos en Norteamérica con una nueva banda, en los que incluyó nuevas canciones para un álbum en progreso, coescrito por Cohen y Lissauer y titulado “Songs for Rebecca”. Sin embargo, ninguna de las grabaciones de la gira fueron publicadas oficialmente, y el álbum fue abandonado en 1976. Parte de las canciones fueron reescritas y recuperadas para “Death of a Ladies' Man”, un álbum producido por Phil Spector. Tras el lanzamiento en Europa de “The Best of Leonard Cohen”, el músico volvió a salir de gira, entre abril y julio, Cohen ofreció 55 conciertos, incluyendo su primera aparición en el Festival de Jazz de Montreux. Una vez finalizada la gira por Europa, Cohen volvió a intentar un nuevo cambio en su estilo musical con “Death of a Ladies' Man”, un álbum caracterizado por la producción musical de Spector, con una densa instrumentación en contraposición al minimalismo musical de sus primeros trabajos. La grabación estuvo llena de dificultades: Spector mezcló el álbum en secreto, a espaldas de Cohen, y el músico llegó a comentar que lo amenazó con una ballesta. El músico comentó que el resultado final le pareció «grotesco», pero al mismo tiempo «semivirtuoso», Cohen no tomó parte en la promoción del álbum, aunque llegó a interpretar en sucesivas giras «Memories» y «Iodine», dos temas del álbum. Sin embargo, ninguna canción fue incluida en los recopilatorios “More Best of Leonard Cohen” y “The Essential Leonard Cohen”. “Recent Songs”, publicado dos años después, supuso un retorno al estilo tradicional de sus primeros trabajos y fue el primero co-producido por el propio Cohen. El álbum incluyó la participación de enger, una banda de jazz fusion que el músico conoció a través de Joni Mitchell y que introdujo instrumentos como el violín, la mandolina y el laúd árabe al registro de Cohen. El álbum fue promocionado con una nueva gira mundial, con el apoyo de Jennifer Warnes y Sharon Robinson como coristas. “Field Commander Cohen: Tour of 1979”, publicado en 2000, incluyó grabaciones en directo de la gira de 1979. A comienzos de la década de 1980, Cohen coescribió el documental musical Night Magic con Lewis Furey. Lissauer produjo su siguiente trabajo,” Various Positions”, publicado en diciembre de 1984. El álbum incluyó «Dance Me to the End of Love», promocionado con el primer videoclip del músico, dirigido por el fotógrafo francés Dominique Isserman, así como «Hallelujah», su canción más versionada. Cohen apoyó el lanzamiento de” Various Positions” con su gira más extensa a través de Europa y Australia, así como con las primeras fechas en Canadá y Estados Unidos desde 1975. La gira supuso la primera colaboración de Cohen con Anjani Thomas, futura compañera sentimental y corista del grupo. El grupo tocó en el Festival de Jazz de Montreux y en el Roskilde Festival, y ofreció varios conciertos en Polonia, coincidiendo con un estado de Ley Marcial, en los que interpretó «The Partisan», himno del sindicato independiente Solidaridad. Durante los años 80, una gran parte de las canciones de Cohen fueron interpretadas en polaco por Maciej Zembaty.18 En 1986, el músico apareció en un episodio de la serie de televisión Miami Vice. Un año después, el álbum tributo de Jennifer Warnes “Famous Blue Raincoat” ayudó a restaurar la carrera musical de Cohen en los Estados Unidos y en 1988, publicó “I'm Your Man”, un álbum con un marcado uso de sintetizadores y con letras que incluyeron comentarios sociales. El álbum, autoproducido por Cohen, fue uno de sus mayores éxitos comerciales, y fue promocionado con un video grabado en blanco y negro por Dominique Isserman y rodado en la playa de Normandía. Cohen lo promocionó con varias entrevistas en televisión y una extensa gira por Europa, Canadá y Estados Unidos. Varios conciertos fueron emitidos en canales de televisión estadounidenses y en estaciones de radio. La gira consolidó la estructura básica de futuras giras, con conciertos de tres horas de duración divididos en dos actos. Aunque ninguno de los conciertos fue publicado en su totalidad, varias grabaciones de la gira fueron recopiladas en el álbum 2Cohen Live” (1994). El uso de la canción «Everybody Knows» en la banda sonora de “Pump Up the Volume” y en la película canadiense” Exotica” favoreció una mayor exposición de la música de Cohen a una nueva generación. En 1992, Cohen publicó “The Future”, que exhorta, a menudo en términos proféticos, a la perseverancia, la reforma y la esperanza ante sombrías perspectivas. Tres canciones de “The Future” —«Waiting for the Miracle», «The Future» y «Anthem»— fueron incluidas en la película “Natural Born Killers”, las letras reflejaron un mayor interés por malestares políticos y sociales, con «The Future» inspirada parcialmente en los disturbios de Los Ángeles de 1992. El músico promocionó el álbum con dos videoclips de «Closing Time» y «The Future», y volvió a salir de gira por Europa, Estados Unidos y Canadá con el respaldo de la misma banda de su anterior gira. Un año después, Cohen publicó “Stranger Music: Selected Poems and Songs”, su primer libro de poemas en varios años, y en el que había estado trabajando desde 1989. En 1994, comenzó una reclusión de cinco años en Mount Baldy Zen Center, un centro zen cerca de Los Ángeles. Dos años después, fue ordenado monje budista de la escuela Rinzai con el nombre de Jikan, que significa «silencio», y sirvió como asistente personal de Kyozan Joshu Sasaki. En 1997, supervisó la selección de canciones y el lanzamiento del recopilatorio “More Best of Leonard Cohen”, que incluyó «Never Any Good», una canción previamente inédita. Tras abandonar su reclusión monástica, Cohen volvió al estudio de grabación en mayo de 1999. Comenzó a contribuir frecuentemente con la página web The Leonard Cohen Files, enviando nuevos poemas y dibujos de Book of Longing y primeras versiones de nuevos temas como «A Thousan Kisses Deep».21 La sección de la web con las contribuciones del músico fue titulada como «The Blackening Pages». Tras dos años de producción, Cohen publicó en 2001 “Ten New Songs2, su primer disco en casi una década, con una fuerte influencia de Sharon Robinson. El álbum, grabado en los estudios personales de Cohen y Robinson, incluyó la canción «Alexandra Leaving», una adaptación del poema «The God Abandons Antony», del poeta griego Constantine P. Cavafy. El álbum obtuvo un notable éxito en Canadá y Europa, y fue apoyado por el sencillo «In My Secret Life» con un videoclip dirigido por Floria Sigismondi. En octubre de 2004, Cohen publicó “Dear Heather”, una colaboración musical con la cantante y compañera sentimental Anjani Thomas, aunque Robinson también participó en tres canciones, refleja un cambio en el estado de ánimo de Cohen, que el propio músico atribuyó en diversas entrevistas al budismo zen. Aunque no promocionó el álbum, publicó un video musical de la canción «Because Of» dirigido por su hija Lorca Cohen. Una década después de publicar”Stranger Music: Selected Poems and Songs, Cohen volvió al terreno literario con Book of Longing. Publicadoen mayo de 2006, las primeras 1500 copias vendidas a través de Internet y firmadas por el autor fueron vendidas en unas horas, convirtiéndose al poco tiempo en un best seller en Canadá. El 13 de mayo, hizo su primera aparición pública en trece años durante una firma de libros en una tienda de Toronto. Durante la firma, también cantó «So Long, Marianne» y «Hey, That's No Way to Say Goodbye». En 2006, Philip Glass compuso música para el libro Book of Longing. Tras una serie de conciertos que incluyeron textos hablados y grabados por Cohen y el acompañamiento de Glass en los teclados y de cuatro coristas, la compañía Orange Mountain Music publicó Book of Longing. A Song Cycle based on the Poetry and Artwork of Leonard Cohen, un doble disco con la grabación del trabajo. Actualizado
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