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Historia referida por un esposo real, describiendo la primera vez que se animaron a incorporar a un extraño en los juegos sexuales con su esposa. Subieron al metro y se buscaron a un tipo mayor, de buen ver, a quién ella excitó con su cuerpo durante un corto trayecto. La experiencia era PARA ELLA, para que su esposa disfrutase de sentir el efecto en otro hombre, con la seguridad de que el esposo se encontraba allí. De ese modo, ella pudo llegar hasta dónde ella deseaba sin riesgos. Desde luego que al regresar a su hogar, cogieron como conejitos por mucho, mucho tiempo hasta que hicieron su segunda incursión. Trataré de que él me autorice a relatarlo para ustedes.