
Fase 7 "Synths invasion in pop-rock music" x493v
“Synths invasion in pop-rock music” Durante los primeros años en los que la influencia de la electrónica comenzaba a infectar la música popular, ya fuese pop, funk o jazz no eran muchos los grupos que padecían los síntomas de la nueva enfermedad musical en la que la electrónica se fusionaba con géneros ya conocidos. Todo cambió en la década de los 80. En plena resaca del punk y de la escena disco, el púbico que frecuentaba los clubes nocturnos ya no se conformaba con las sesiones en las que el funk se mezclaba con el rock, el pop o el soul más bailable. Demandaban sonidos electrónicos más modernos. La escena disco dio un paso hacia adelante en la búsqueda de la vanguardia y provocó unos daños colaterales que además de la gente que se reunía en las pistas de baile, afectó a los creadores y productores musicales . La idea de fusionar el pop y otras músicas conocidas para el gran público, con la electrónica, estaba en plena expansión. La sociedad estaba cada vez más tecnificada y la música era un reflejo de lo que acontecía. Las grandes compañías discográficas observaban atentamente y metieron mano para recoger su parte del pastel, que al principio no era muy grande, pero fue creciendo rápidamente . Invertían en la renovación y modernización de los estudios de grabación, añadiendo maquinaria y elementos como los sintetizadores, secuenciadores, vocoders o samplers, que ya eran tan habituales como las guitarras, bajos o baterías. Pero como suele suceder, fue en la escena underground y menos comercial donde se desarrollaron la mayoría de ideas y fueron tomando forma las nuevas tendencias musicales. La semilla plantada por artistas como Soft Machine, Pink Floyd, Can , Kraftwerk o los profesores del dub en Jamaica, fue creciendo y haciéndose fuerte, sobre todo en Inglaterra , Alemania y Estados Unidos. Sumado a la explosión del punk en 1977, provocó un efecto brutal en la concepción y distribución de la música. El “do it yourself”, el leitmotiv más reconocible del movimiento punk, fue absorbido y aplicado por cantidad de jóvenes con inquietudes creativas y artísticas . La proliferación en esos años de sellos discográficos independientes fue una constante, lo que facilitó la oportunidad para muchas bandas emergentes . MUTE Records fue uno de los pioneros, siendo actualmente uno de los más longevos y prestigiosos. En Inglaterra sobre todo, hubo una generación de grupos influenciados sobre manera por esos años tan creativos y rebeldes. Fueron conocidos como “nuevos románticos”. En una entrevista a Daniel Miller, fundador de MUTE Records, este decía que “el punk inyectó energía a la música , pudiendo hacerla quien quisiera y con sus propios medios”. El abaratamiento de la tecnología y de los equipos electrónicos para la producción musical hicieron el resto. Esto provocó un boom que derivó en la aparición del pop electrónico y de nuevos términos como “synth-pop”, “punk electrónico “ o “electro-pop”. Muchas de las nuevas bandas, herederas del “glam-rock”, aparte de su contenido musical, cuidaban mucho su imagen y la estética cobró una relevancia fundamental para su evolución y desarrollo. Maquillajes, vestimentas modernas y transgresoras eran habituales. En parte, fue una manera de acercar la electrónica al pueblo con canciones pop y rock de toda la vida con ritmos pegadizos que tanto rédito dieron a algunos. The Human League, Visage, Soft Cell, Gary Human, Cabaret Voltaire, los primeros Depeche Mode, Ultravox, DAF, Yazoo ..... eran algunos de los nombres que desarrollaron la nueva escena electrónica en la música, que una vez que apareció, lo hizo para quedarse. Cada uno con sus influencias y particular estilo, pero todos bebiendo de la misma fuente. Ni siquiera grandes y tan variados nombres de la música comercial de finales del siglo XX como Madonna, Prince, Pet Shop Boys, Kylie Minogue o Samantha Foxx fueron ajenos a lo que se estaba cociendo en los primeros años 80. El disco debut de Madonna, publicado en 1983 por Sire Records, “Madonna”, tiene una fuerte influencia de la disco music y del electro-pop. Los primeros trabajos del camaleónico y multi-instrumentista Prince, son muestra de los que fueron esos años. Su virtuosismo en la producción y su gran conocimiento de la tecnología en el estudio, fueron un referente incluso para los músicos de la “underground resistance” de Detroit, cuna de la música techno años después. Unas variantes eran más cercanas al pop, otras coqueteaban con el punk-rock, el incipiente hip-hop o incluso con el jazz. Nuevas apariciones como el ambient otorgaban a la electrónica un punto de sofisticación en el sonido, todo sumaba para hacer crecer el nuevo fenómeno. Dependiendo del país o zona geográfica, la aplicación de la electrónica era diferente. El “synth-pop” en Inglaterra, la “new-wave” en Estados Unidos o los sonidos más industriales que hicieron de la “Electronic Body Music” una denominación de origen propia de Centroeuropa, principalmente Alemania y Bélgica. Gracias a discográficas independientes como Mute, Two Tone, Fast o Factory Records, la música electrónica fue vampirizando poco a poco a la música popular, transformándola por completo hasta el día de hoy. 5c103d
“Synths invasion in pop-rock music”
Durante los primeros años en los que la influencia de la electrónica comenzaba a infectar la música popular, ya fuese pop, funk o jazz no eran muchos los grupos que padecían los síntomas de la nueva enfermedad musical en la que la electrónica se fusionaba con géneros ya conocidos.
Todo cambió en la década de los 80. En plena resaca del punk y de la escena disco, el púbico que frecuentaba los clubes nocturnos ya no se conformaba con las sesiones en las que el funk se mezclaba con el rock, el pop o el soul más bailable. Demandaban sonidos electrónicos más modernos.
La escena disco dio un paso hacia adelante en la búsqueda de la vanguardia y provocó unos daños colaterales que además de la gente que se reunía en las pistas de baile, afectó a los creadores y productores musicales .
La idea de fusionar el pop y otras músicas conocidas para el gran público, con la electrónica, estaba en plena expansión. La sociedad estaba cada vez más tecnificada y la música era un reflejo de lo que acontecía.
Las grandes compañías discográficas observaban atentamente y metieron mano para recoger su parte del pastel, que al principio no era muy grande, pero fue creciendo rápidamente .
Invertían en la renovación y modernización de los estudios de grabación, añadiendo maquinaria y elementos como los sintetizadores, secuenciadores, vocoders o samplers, que ya eran tan habituales como las guitarras, bajos o baterías.
Pero como suele suceder, fue en la escena underground y menos comercial donde se desarrollaron la mayoría de ideas y fueron tomando forma las nuevas tendencias musicales.
La semilla plantada por artistas como Soft Machine, Pink Floyd, Can , Kraftwerk o los profesores del dub en Jamaica, fue creciendo y haciéndose fuerte, sobre todo en Inglaterra , Alemania y Estados Unidos.
Sumado a la explosión del punk en 1977, provocó un efecto brutal en la concepción y distribución de la música.
El “do it yourself”, el leitmotiv más reconocible del movimiento punk, fue absorbido y aplicado por cantidad de jóvenes con inquietudes creativas y artísticas .
La proliferación en esos años de sellos discográficos independientes fue una constante, lo que facilitó la oportunidad para muchas bandas emergentes . MUTE Records fue uno de los pioneros, siendo actualmente uno de los más longevos y prestigiosos.
En Inglaterra sobre todo, hubo una generación de grupos influenciados sobre manera por esos años tan creativos y rebeldes. Fueron conocidos como “nuevos románticos”.
En una entrevista a Daniel Miller, fundador de MUTE Records, este decía que “el punk inyectó energía a la música , pudiendo hacerla quien quisiera y con sus propios medios”.
El abaratamiento de la tecnología y de los equipos electrónicos para la producción musical hicieron el resto.
Esto provocó un boom que derivó en la aparición del pop electrónico y de nuevos términos como “synth-pop”, “punk electrónico “ o “electro-pop”.
Muchas de las nuevas bandas, herederas del “glam-rock”, aparte de su contenido musical, cuidaban mucho su imagen y la estética cobró una relevancia fundamental para su evolución y desarrollo.
Maquillajes, vestimentas modernas y transgresoras eran habituales.
En parte, fue una manera de acercar la electrónica al pueblo con canciones pop y rock de toda la vida con ritmos pegadizos que tanto rédito dieron a algunos.
The Human League, Visage, Soft Cell, Gary Human, Cabaret Voltaire, los primeros Depeche Mode, Ultravox, DAF, Yazoo ..... eran algunos de los nombres que desarrollaron la nueva escena electrónica en la música, que una vez que apareció, lo hizo para quedarse.
Cada uno con sus influencias y particular estilo, pero todos bebiendo de la misma fuente.
Ni siquiera grandes y tan variados nombres de la música comercial de finales del siglo XX como Madonna, Prince, Pet Shop Boys, Kylie Minogue o Samantha Foxx fueron ajenos a lo que se estaba cociendo en los primeros años 80. El disco debut de Madonna, publicado en 1983 por Sire Records, “Madonna”, tiene una fuerte influencia de la disco music y del electro-pop.
Los primeros trabajos del camaleónico y multi-instrumentista Prince, son muestra de los que fueron esos años. Su virtuosismo en la producción y su gran conocimiento de la tecnología en el estudio, fueron un referente incluso para los músicos de la “underground resistance” de Detroit, cuna de la música techno años después.
Unas variantes eran más cercanas al pop, otras coqueteaban con el punk-rock, el incipiente hip-hop o incluso con el jazz. Nuevas apariciones como el ambient otorgaban a la electrónica un punto de sofisticación en el sonido, todo sumaba para hacer crecer el nuevo fenómeno.
Dependiendo del país o zona geográfica, la aplicación de la electrónica era diferente. El “synth-pop” en Inglaterra, la “new-wave” en Estados Unidos o los sonidos más industriales que hicieron de la “Electronic Body Music” una denominación de origen propia de Centroeuropa, principalmente Alemania y Bélgica.
Gracias a discográficas independientes como Mute, Two Tone, Fast o Factory Records, la música electrónica fue vampirizando poco a poco a la música popular, transformándola por completo hasta el día de hoy.