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¿Cuán fácil sería lograr el ansiado cambio que todos queremos ver en nuestro mundo, un mundo lleno de paz, respeto, amor? Todo comienza dentro de cada uno de nosotros, así de sencillo es. Ahora, platiquemos de lo que implica…

Todos estamos en busca de tener y estar en la verdad absoluta, la cual, ya se nos ha sido revelada. Pero para exponerse a ella y vivirla es necesario primero encontrarla, lo cual es sumamente sencillo ya que la tenemos muy al alcance. Puede que hasta la tengas en algún lugar de tu casa olvidada, como simple adorno, o como un objeto más.

En la reflexión de este día la invitación (por no decir que es nuestra obligación como cristianos) es a convertirnos en instrumentos de paz para el mundo. Y en María conoceremos el modelo perfecto para alcanzar esa paz, que comienza con nuestra paz interior.

¿Amas a tu familia? ¿Cuánto amas a tu familia? La receta para luchar por una familia increíble y feliz sólo necesita 4 ingredientes, están muy al alcance y son muy fácil de aplicar. En esta reflexión te reto que los lleves a la práctica para que disfrutes de una familia fuerte, unida y preparada para cambiar el mundo de tinieblas en luz y amor.

El mundo necesita personas que luchen por el amor y la verdad. Si en tu vida buscas un cambio, una vida en plenitud de amor y felicidad, no existe otro camino que la Palabra de Dios, ella será la luz que disipe toda oscuridad y marcará el camino hacia esa verdadera felicidad, no solamente durante el tiempo que te ha tocado vivir, sino hasta la eternidad en la presencia de Dios.

Es urgente que la Palabra resuene y habite en todos los corazones del mundo, ya que el mensaje que perpetúa es el de vivir la eternidad en el amor de Dios. Así pues, como María, nos corresponde ahora ser parte del proyecto de Dios, que siempre apunta a los más necesitados. Llevemos esta alegría infinita que sentimos porque se nos han abierto las puertas del Cielo para habitar por siempre en espíritu y en verdad con los que amamos, principalmente con nuestro Padre celestial.

Santa María de Guadalupe pidió que se le construyera una casa, ahora es tu tiempo para construirle una en tu corazón desde donde pueda llevarte y sin más demoras al encuentro íntimo con Jesús. Escudriñemos juntos este mensaje de Guadalupe para que ya comiences a construir, terminar o mantener bien cimentada esta casita en tu corazón.

Se puede ser santo. En el momento de la verdad, en medio de la tentación, tenemos la oportunidad de demostrarle a Dios nuestra fidelidad. Pero, ¿cuántas veces hemos sido derrotados y hemos fallado grandemente esa prueba de nuestro amor a Dios? En esta reflexión veremos 4 elementos para parecernos más a María que nos haga un poco más fácil nuestro camino de fidelidad hacia Jesús.

No puedes seguir dejando para después el trabajo de preparar un buen templo para el Espíritu Santo que desea reinar en tu cuerpo. Al finalizar cada día tendremos siempre mucho material de reflexión y cambio para ser mejores al día siguiente. Comencemos con estos pequeños esfuerzos que al pasar el tiempo se convertirán en grandes obras de amor en nuestra vida y en la de los que nos rodean.

La lógica del Reino de los cielos es totalmente contraria a la lógica que nos presenta el mundo, para ser ciudadano del reinado de Jesucristo es buscar ser el último y el servidor de los demás para llegar a ser el primero, es buscar el bien del prójimo de la misma forma que buscamos nuestro propio bien, es vivir la Palabra de Dios de tal forma que sus frutos de amor sean nuestra forma más pura de hablar sobre sus enseñanzas. Esta semana el amor verdadero nos dará el verdadero y único poder capaz de transformar nuestra vida y nuestro entorno.

Hoy podría ser tu último día en la tierra, ¿estás preparado para encontrarte con Jesús? Hoy podría ser el último día de un familiar muy querido tuyo, un amigo, ¿los has ayudado para el encuentro definitivo con Jesús? Hoy es un día más en el que buscamos seguir por el camino, la verdad y la vida. Encara este nuevo día con fe, esperanza y amor en que Dios no te ha abandonado y sigue aquí caminando contigo.

En el mundo hay tantas personas que buscan incesantemente ser imitadas por diversos intereses, ya sea económicos, deficit de atención, ego, altruismo, etc. Pero realmente son dignas de ser imitadas, hay algo en ellas que sea rescatable, ¿podemos ver el semblante de Cristo en sus acciones o su esencia como rescatable o digno de ser imitado? Al mismo tiempo, ¿en nosotros vive ese corazón de Cristo que refleje toda su enseñanza en nuestro ser que pueda servir de ejemplo a una sociedad dañada y que tanto lo necesita?

Cuando amas en verdad a Dios por sobre todas las cosas, los mandamientos dejan de ser vistos como mandamientos y transforman tu vida a un estado natural de correspondencia a ese amor tan grande que él ha dado primero, esto, a su vez, se trasmite a todas las áreas de nuestras vidas, y todo lo que nos rodea entra en plenitud de amor, paz, felicidad. La vida adquiere el verdadero sentido, amar a Dios y amar al prójimo. Y ¿por qué esto es lo más importante de toda nuestra vida? Acompáñame a meditarlo reflexionarlo a la luz de la Palabra.

“El hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios” nos dice la Sagrada Escritura, y esto debería causarnos una profunda reflexión para que hagamos un verdadero cambio de actitud en las cosas que se han vuelto obligadas y no encuentran un sentido en el amor de Dios, que es abundancia para nuestras vidas. En esta reflexión buscaremos como elegir siempre esa sabiduría de Dios por sobre todas las cosas y redescubrir ese plan perfecto preparado para nuestro gozo y alegría.

Muy a menudo nos importa mucho ser el primero en la escuela o el trabajo, el más importante en la familia o en la sociedad pero Jesús nos invita a verlo desde otra perspectiva, algo que sus apóstoles no entendían en ese momento. Jesús como en su tiempo a sus apóstoles, nos invita ahora también a descubrirnos en el servicio a los demás, pero no sólo basta el servicio como acción, sino como lo hizo Jesús con un corazón entregado al necesitado, al débil y en muchas ocasiones son nuestros más cercanos.

el hombre, en especial el cristiano esta llamado a imitar a Cristo y seguir sus pasos, algo que en nuestros tiempos es una decisión muy difícil.

Es la pregunta que Jesús hace constantemente a los que tienen la intención de seguirlo. Hoy, es para ti. ¿Buscas que te conceda lo que le has venido pidiendo y que posiblemente sean sólo cosas materiales o personales para el cumplimiento de tus sueños que tienen fecha de caducidad? O lo buscas para que te conceda lo que en todo momento está dispuesto a darte, que nunca pasará, y que te acompañará no solo está vida sino para la eternidad?

Así como nuestro cuerpo físico, tiene sus procesos digestivos antes y después de la comida, nuestra alma, que también necesita alimentarse, requiere de cierto elementos y condiciones para que el alimento espiritual por excelencia (que es la Eucaristía) pueda aprovecharse al máximo y ende el alma se nutra y esté lista para servir a nuestro Señor en todo momento y lugar.

Donde no alcanza a llegar la razón lo hace la fe, donde el entendimiento humano es limitado se abre la oportunidad de creer ¿en que? en lo que no entendemos, en lo desconocido. Para todo hombre y para el cristiano nos resulta difícil e inalcanzable comprender el misterio más grande en el tiempo de la humanidad, ese misterio de amor hecho carne y que vive entre nosotros, que trasciende todo lo material, es una realidad divina que nos ha sido revelada y en la cual estamos invitados a participar.

Desde pequeños nuestros padres nos introducen en la fe, nos invitan a asistir a misa, rezar el santo rosario, leer la sagrada Biblia, crecemos y nos volvemos adultos, seguimos estas practicas enseñadas pero ¿me he cuestionado si esa fe que practico la vivo realmente? ¿Soy un cristiano que da fruto? ¿Hay una transformación en mi vida y me uno más a Dios ¿o solo hago estas prácticas religiosas por tradición?.