Podcast en el Despacho #23 ft Alexandra Soriano | Escribir me hace cosquillas en el alma | 2hl57

¡Muy buenas y bienvenidos todos al despacho de Raven! Hoy traigo a una persona que es un tremendo placer, un tremendo honor y mucha emoción. Honor y emoción con letra mayúscula porque es una persona que me he fijado en muchas cosas de ella, sobre todo en algo que no hace mucho que público y me llamó mucho la atención y es que, a mi parecer, destrozaba libros. Yo me quedé un poco parado. De repente veo como saca el portazo del libro y veo un libro desnudo y digo a ver qué está haciendo esta persona.

Me recordó mucho, yo que soy una persona que me encanta el mundo de Japón, para la gente que ya hace tiempo está por aquí en el despacho pues ya lo sabe, pues a mí en ese momento me recordó al kintsuji, que es una cosa de que, bueno, se rompe algo y se vuelve a reconstruir pero dándole un valor. En este caso pues el valor es las juntas, por ejemplo un jarrón se rompe pues tú lo juntas y lo juntas con oro. Es un poco de pegamento y un poco de brilli brilli oro, no gastas todo el oro. Los japoneses son un poco especiales pero no a tanto.

Pero esta chica la verdad que me ha sorprendido porque ha hecho algo más que ponerle que ponerle el valor del oro sino es que también ha puesto el valor de su arte y es que vais a quedar alucinados con lo que vais a ver en este podcast. La verdad que para mí es todo un honor traer ni más ni menos que Alexandra, bienvenida al despacho de Raven. ¿Qué tal? Muchas gracias por esta presentación, gracias, gracias. Pues muy bien, la verdad es que es súper guay. Además es la primera vez que hablo de esto, no pensaba que le fuera a interesar absolutamente a nadie, siento sincero.

Pero qué guay, no sé, o sea, me gusta un montón venir a hablar de algo que me gusta tanto, que no hago desde hace tanto pero... A mí la verdad que me has dejado loco, o sea, yo hace tiempo que te sigo en redes, que voy viendo que vas por aquí, por allá, que haces relatos, que escribes... Tienes mucha cosa que explicarnos hoy en este podcast que a la gente le va a interesar muchísimo, sobre todo para la gente que se quiera animar al tema de la escritura y saber diferentes cositas, se lo va a pasar muy bien. Pero bueno, sin más dilación, no quedo a hacer spoilers, ¿vale? Antes que nada, gracias por pasarte por el despacho, ha sido muy fácil.

El decir, ¿te quieres venir? Sí, vamos a ello. Y voy yo, como tenía una semana muy mala, voy envolvido de fijar el día. Bravo por mí. Soy un campeón. Alexandra, la primera pregunta, la que se la hago todo el mundo, y es algo que me encanta preguntárselo porque a mis más amigos o la gente que acabo de conocer y sé que leen, se lo pregunto, es ¿cómo te iniciaste en la literatura fantástica? Vale, interesante. Tenía yo siete o ocho años. Vale, bueno, bien. Fue muy muy joven.

Fue porque mi padre, cuando yo era muy pequeña, para empezar a iniciarme la lectura en general, cogía un libro y me lo leía. Y el primer libro que me leyó fue El Hobbit. El Hobbit. Aquello de antes de dormir, va y te comienza a explicar el Hobbit. Sí, y a mí me fascinaba porque ponía las voces de los personajes. Me encantaba el capítulo de Acertijos en la oscuridad, que es el de Gollum, cuando van haciendo adivinanzas con Vivo, y le ponía las voces, le ponía tal y yo. Dos bellas.

Una Alexandra de siete añitos, súper interesada y súper investida en el Hobbit. Y me encantó. Y a partir de ahí, luego, cuando nos lo acabamos, empezó con el primero de Harry Potter y dejó de leérmelo. Y yo dije, venga, pa, porfa, sígueme leyendo Harry Potter. Y él, no, no, léetelo tú. Y yo, vale. Entonces, cogía el libro y me lo leía. Y así empecé. Ostras, qué bueno. O sea, me imagino ahí a alguien imitando la voz de Gollum. Debe ser algo increíble.

Interesante. A un fumador de 40 años intentando imitar a Gollum. Sí, sí, es interesante. Bueno, muy bien. Aplaudo a todas las personas que leen a sus hijos antes de ir a dormir. Porque a mí me está pasando actualmente. A mí no me dejan. Tengo que decirlo. A mí no me dejan porque activo mucho al niño. Mi mujer se enfada muchísimo conmigo. ¿Por qué hago lo mismo? Comienzo a meter voces y si a lo mejor... Ah, por ejemplo, estamos con los cómics de los X-Men.

Tiene siete años, mi chiquillo. Y está con los cómics de X-Men, pero es un cómic que salen como pequeños. Son X-Men contra los Avengers y demás. Y claro, a lo mejor, voy a Thanos y le meto la voz andaluza, ¿sabes? Para hacer un poco de humor. Pero ¿qué pasa? Que después a la hora de dormir es un caos. Lo que me hace gracia es que tengo El Hobbit en la mesita de noche actualmente. Y más un día me lo he pensado de leerlo.

Porque, por ejemplo, cuando archivo Las Tormentas, pues sí que a veces, si se me pone al lado que yo estoy leyendo, pues lo comienzo a leer en voz alta y comienzo a hacer los personajes con mucho cuidado. Pero comienzo a dar caña y el tío lo disfruta mucho. Y la verdad que aplaudo a todo el mundo que lo hace. Os lo animo a hacerlo. Y aparte que me hace mucha gracia. Me ha hecho mucha gracia justamente El Hobbit. Y Harry Potter. Sí, sí. Es que, o sea, todo el mundo lo hace muy bien.