El Aperitivo del Ritual 6f3f6a

Por motivos ajenos a la voluntad de tutti quanti, nos quedábamos sin ver a Roy Ayers en el Jazztrónica de Barcelona, pero nos negamos a dejar de escuchar su música y vibrar con ese viaje místico que justo arranca en todo su esplendor donde lo habíamos dejado en el programa anterior, a principios de la década de los 70 con la recién creada Roy Ayers Ubiquity. El viernes pasado seguíamos, pues, con una nueva entrega en el repaso a la figura del artista, para lo cual nos acompañaba de nuevo, en el Golden Studio de Ràdio Ciutat Vella, el DJ y activista musical, Eduardo Domingo.

El pasado viernes por la tarde, en El Aperitivo del Ritual, íbamos con la segunda incursión centrada en la figura del saxofonista, compositor e innovador Joe Harriott, que en corto tiempo tanto contribuyó a algunas de las más excitantes transformaciones del rostro del Jazz británico. Por este motivo, nos volvía a acompañar, en el Golden Studio de Ràdio Ciutat Vella, el amigo y sospechoso habitual Lluís Cardenal.

Como alambiqueros durante la Ley Seca, fabricando sus propios destilados sin permiso de nadie y para quien se los quisiera atizar, el viernes pasado, en El Aperitivo del Ritual, hablábamos de algunos de los sellos marginales, frescos, necesarios, que graban y planchan a jóvenes y no tan jóvenes talentos del Jazz y alrededores. Hablábamos de Underpool, The Changes, Discos Redondos y Say It Loud. Y, si sospechan que el programa es una vuelta de tuerca más en nuestro --siempre atento-- rastreo de voces y expresiones del Jazz barcelonés, dejen de sospechar porque están ustedes en lo cierto. Así, contamos en el Golden Studio de Ràdio Ciutat Vella con Tony García, Alias Tony Redondo, factótum de la tienda y sello Discos Redondos, y a su partner in crime, Emma Stars, con la que conforman el inquieto colectivo Gran Price Vinyls.

A vueltas con Etta James, la diva definitiva del Rhythm and Soul. Bomba lapa vocal que deflagra gloriosamente en las existencias de quienes tenemos la suerte de cruzarnos con su alma y su voz. Con su fuerza volcánica, su dolor insondable y su voz de torbellino, suma de vivencias que ninguna academia para triunfitos ni personal trainer de pacotilla podrá jamás colmar. El viernes le rendíamos un homenaje en El Aperitivo del Ritual y, puesto que hablábamos nuevamente de la primerísima división de damas de la Música Negra, apuntábamos alto e invocábamos nada menos que a La Pistolera herself, Myriam Swanson, que quién mejor, oigan.

En El Aperitivo del Ritual del viernes dábamos comienzo a un ciclo de programas dedicado a explorar, a fondo, algunas figuras del Jazz Británico entre los años 50 y los años 70. Un ciclo que llevamos pensando y planificando, en compañía de Lluís Cardenal, hace ya un tiempo y al que el viernes, por fin, nos congratulaba dar el anhelado pistoletazo de salida. Empezamos con un primer repaso a la influyente figura de Joe Harriott (en la imagen, capturado por la cámara de David Renfern): saxofonista y compositor jamaicano que revolucionó, en al menos un par de ocasiones, el panorama jazzístico británico en un frenético itinerario que unió el Hard Bop modal con formas de Free y acentos étnicos. Acompáñennos a Lluís y a servidor en este primer viaje de un Bop siempre enfocado hacia los aromas del sur.

Nadie en su sano juicio duda de que Roy Ayers sea uno de los grandes y más influyentes nombres de la música afroamericana del siglo pasado y de lo que llevamos del actual. Y no se nos ocurre razón alguna para justificar el hecho de que, en ocho temporadas, El Aperitivo del Ritual no haya abordado antes la gigantesca figura de este compositor, vibrafonista, percusionista, productor y agitador sonoro californiano. La cuestión es que el digno homenaje a la figura de Ayers ya no podía esperar más, porque, el próximo 5 de diciembre, éste visita el escenario del festival barcelonés Jazztrónica. Para ello, el viernes dábamos comienzo a una serie de tres monográficos para los que tenemos el placer de contar, en el Golden Studio de Ràdio Ciutat Vella, con el Dj y activista Eduardo Domingo, que nos ayuda a abordar como procede la inmensa figura de Ayers.

Oriundo de Manchester y una de las voces más singulares y vibrantes del actual panorama del Jazz UK, Matthew Halsall no es ningún extraño para los oyentes de El Aperitivo del Ritual, ya que ha sonado en diversas ocasiones en el programa. No obstante, esta tarde por fin nos animamos a dar el paso de dedicarle un merecido monográfico para repasar su carrera que, en poco más de diez años, ha alumbrado nueve álbumes. El motivo para ello es inmejorable: el artista nos visita, al frente de su Gondwana Orchestra, en la Nau Bostik de Barcelona el próximo sábado 13 de noviembre. Tanto para los que tienen esa cita grabada a fuego en sus agendas, como para aquellos otros que todavía estén dudando o, directamente, para quienes no saben lo que podrían estar a punto de perderse, la consigna es clara: escuchen este podcast

Aquí hay hambre. Gusa. Gazuza. Fame. Apetito. Gana. Tenemos ganas de llenarnos el buche y ponerle banda sonora acorde, por eso, el pasado viernes, El Aperitivo del Ritual volvía a invocar a un viejo conocido. DJ, dealer discográfico y co-impulsor de las veteranas sesiones Double Cookin’, Alfons Bonmatí, alias Fonsoul, hacía sonar una buena tanda de temas que hablan sobre eso: comer, zampar, engullir, devorar. La jamancia, damas y caballeros, en todo su esplendor musical.

EL pasado viernes por la tarde aplaudíamos, en El Aperitivo del Ritual, la celebración, en julio del año próximo, de una grandísima allnighter que, bajo el nombre Barcelona Soul Ballroom, aglutinará a Djs internacionales y nacionales -- Harry y Keith Morgan, Tony Smith y el incombustible Dani Herranz, nada menos—y a Soul fans de toda condición y pelaje. Para hablar de ello y ponerle la banda sonora que procede, nos volvía a visitar el DJ el impulsor de esta iniciativa. Coorganizador de eventos tan notables como Straighten-Up, Boss Sounds Weekend o Take Ivy, Dani Urbano retornaba al Golden Studio de Ràdio Ciutat Vella para gran alegría y regocijo del personal.

Con su decepcionante vigésimo quinta aventura recién estrenada en la gran pantalla, James Bond se ha alojado, como una bala esputada por su Walther PPK, en el cerebro de millones de fans, lectores, cinéfilos, aficionados. Y uno de los principales culpables de que así haya sido es John Barry, el encargado, durante un cuarto de siglo y doce películas, de poner ritmo y compás a las tribulaciones del agente al servicio secreto de su majestad. Aquejados por esta incurable Bonditis, convocábamos, el pasado viernes, en el Golden Studio de Ràdio Ciutat Vella, a un viejo conocido y Bond fan de toda la vida, el periodista Álex Franquet, y al mayor experto en la figura y esencia de 007 por estas latitudes, sc Sirvent.

EL pasado viernes, en El Aperitivo del Ritual, celebrábamos el arranque del ciclo “Jazz Deskomunal”, que daba comienzo el mismo día en la homónima sala y cooperativa cultural del barrio de Sants, con la visita de dos músicos del elenco de The Changes Music: el trompetista y compositor, Oriol Vallès, y el saxofonista y compositor, Lluc Casares. La normalidad debería ser esto: Apostar por el talento, tanto el joven como el consolidado, y ser fieles a los estilos y universos musicales que teóricamente cubren y buscan apoyar. La idea, como oirán, era hablar del ciclo y –ya de paso-- repasar algunas novedades de algunos de los músicos que participarán en el mismo.

Volvíamos el viernes pasado, para seguir haciendo girar, con nuestro sudor, sangre y esfuerzo, los inmisericordes engranajes de un mercado que nos tiene explotados. Pero nosotros, cabeza alta, pecho henchido, mirada perdida en el horizonte, silbábamos unos cuantos Blues, que lo último que perdamos, aquí, sean las zurraspas de nuestra dignidad. Canciones que hablan de capataces abusones, de largas y azarosas horas de laburo, de bajar a la mina, de atender una granja o de matarse a pico, pala y martillo, en las vías de un tren al que jamás nos vamos a poder subir. Para ello, hemos vuelto a contar con el sufrido periodista Daniel Rodríguez Caruncho, que ha dejado de lado su rol de enterrador oficial del programa para asumir las lides de director de recursos humanos, eso sí, con sensibilidad y criterio para el buen Ritmo y Blues.

El pasado viernes cerrábamos nuestra séptima temporada por todo lo alto, pues nos acompañaban, en El Aperitivo del Ritual, Eduardo Domingo y, desde Italia, Alberto Zanini, factótum de ese pequeño conglomerado del Soul Underground llamado Cannonball Records, organizador del Cannonball Soul Weekend y autor de “Funk Investigators”, aprovechando su paso por el Movin’On barcelonés. Repasamos --en formato bilingüe castellano/inglés-- algunos hitos de la producción de Alberto para sus sellos (Cannonball, Tesla Groove y Radar), escuchamos alguna primicia todavía inédita y celebramos la vida enajenada de quienes existimos al compás de esa Gran Música Negra con la que nos bailan el Alma y los pies.

A los diecisiete se estrenaba sobre el escenario del Club DeLisa de su Chicago natal. A los veinte grababa su primer disco como Little Miss Sharecropper. A los 22 se convertía en Bea Baker y aterrizaba en Okeh y a los 24, en 1953, Atlantic la fichaba, para convertirla en LaVern Baker y ahí echó toda el alma que llevaba dentro, incendió el estudio con ese espíritu que ardía, capaz de arrasar con todo. Un alma en llamas a la que, el pasado viernes, rendíamos debida pleitesía en compañía con una verdadera diva de nuestro tiempo y lugar, la cantante, compositora y activista musical Myriam Swanson.

En sus éxodos hacia Europa, en concreto hacia Francia , los Jazzmen afroamericanos no sólo contribuyeron a enriquecer enormemente los entornos y escenas musicales del viejo continente, sino que su influencia se hizo notar en todos los ámbitos artísticos. Y el cine no fue, precisamente, una excepción. Nacía, así, el proficuo matrimonio entre séptimo arte galo y Jazz afroamericano, que tantas alegrías iba a proporcionar a cinéfilos, a amantes de la música, y –ya no les digo—a los que amamos ambas categorías. Con éstas, el viernes pasado seguimos el rastro de algunas luminarias afroamericanas del Jazz por el celuloide del país vecino, repasando algunas de nuestras soundracks predilectas.

Nunca es tarde si la dicha es buena, así que el pasado viernes, en El Aperitivo del Ritual, dábamos nuevamente la bienvenida al editor de la revista Soul Time, Álex Franquet, para hablarnos de los contenidos del recién publicado nuevo número --el 14, ya-- de esta decana revista barcelonesa dedicada, como tanto nos gusta por estas latitudes, a la Gran Música Negra.

El viernes tuvimos una visita ilustrísima a El Aperitivo del Ritual: Pere Ferré, pianista y último representante de la generación de ese Jazz Barcelonés que, a mediados del siglo pasado, llenó de Bop cavas, sótanos, music halls, tugurios, pero también los locales más finos de la urbe. Ferré fue el pianista de los Jazz Brothers con Gloria Stewart al frente, y estuvo con Salvador Font “Mantequilla”, en la época de sus EPs para Belter, y también estuvo en el Modern Jazz Sextet bajo la batuta de Ramón Farran, y acompañó a Pony Poindexter en su visita a Barcelona. En breve, el hombre es una auténtica leyenda y para nosotros fue un honor indecible tenerle en Ràdio Ciutat Vella.

El viernes hablamos del Sweet Soul: de baladas, de coros y falsetes, de letras románticas y melodías dulces y finas que se paladean con ojos cerrados, que ponen la piel de gallina y que –en última instancia-- se le meten a uno muy dentro, hasta alcanzar el meollo del espíritu. En concreto, abordamos el Sweet Soul actual. Ya sea inédito desde sus días de grabación, ya sea novísimo de la mano de una legión de millennials con inmensos talentos. Para ello, tuvimos el honor de dar la bienvenida, por primera vez al Golden Studio de Ràdio Ciutat Vella, a Julià Mateu, alias Jules Barsoulona, exquisito DJ, incansable coleccionista y verdadero francotirador a la hora de pescar discos bellos.

El viernes estábamos que se nos salían los ojos de las cuencas de pura gozadera, porque, aprovechando su visita a la Ciudad Condal para presentar uno de sus diversos nuevos libros, el incombustible modernista, Dani Llabrés, hacía parada y fonda en El Aperitivo del Ritual para hablar de contar cuentos, de escribir y hacerlo tan bien que puede con todo, desde narrativa Pulp hasta ensayo Pop, pasando por --¿quién lo iba a decir?-- literatura infantil. Para ello, le teníamos preparada –a modo de emboscada del Vietcong-- una banda sonora que ayudara a desgranar su obra y a poner algo de ritmo y compás a nuestra incontinencia verbal.

El pasado viernes por la tarde exultamos y alzamos unas cuantas aleluyas porque, en El Aperitivo del Ritual, cumplíamos con la promesa de dedicarle un monográfico al genio y figura de Oscar Brown Jr., cantante, compositor, dramaturgo, activista y personaje de hondo calado en el acervo cultural e identitario afroamericano. Para ello, volvíamos a dar la bienvenida al Golden Studio de Ràdio Ciutat Vella, al DJ e impulsor del asunto JazzDance en Barcelona, Genís Ferrero, auténtico devoto de la figura de Brown.