Perlas líricas 10/03/2025 y5v2h

Muy buenos días, tardes o noches a nuestros oyentes nacionales e internacionales, dependiendo de cuándo y dónde se encuentren ustedes en el globo terráqueo. Estamos en la boca del lobo. Yo soy Aurelio Gutiérrez y esto es Perlas Líricas.

Amigos líricos, bienvenidos al programa octogésimo primero de Perlas Líricas, su programa de música eterna y antimúsica basura. Ya saben que pueden escuchar este programa en primicia todos los lunes después de la tertulia y con posterioridad cuando lo subimos al canal Perlas Líricas de las plataformas Evox y Telegram y a la cuenta de Twitter AurelioGabaldón.

También pueden suscribirse al canal de YouTube AurelioGabaldón y seguir la cuenta de Instagram Aurelio Gutiérrez Tenor. ¿A quién tenemos hoy? Pues ni más ni menos que al tenor Enrico Caruso, nacido el 25 de febrero de 1873 en Italia, concretamente en Nápoles y fallecido el 2 de agosto de 1921 también en Nápoles. Fue el tenor operístico italiano más irado de principios del siglo XX y uno de los primeros músicos en documentar su voz en grabaciones.

Aunque era un hombre de orígenes humildes logró salir de la pobreza gracias a su extraordinaria inteligencia y determinación. Desde su debut en 1895 en Nápoles hasta el 24 de diciembre de 1920 tuvo una brillante carrera con muchas actuaciones y más de 500 canciones en su repertorio. Este intenso estilo de vida se prolongó hasta 1919 cuando la fortuna que siempre lo había acompañado comenzó a desvanecerse y entró en una rápida parábola descendente.

Existe un interesante estudio clínico de la compleja cadena patogénica de acontecimientos que llevaron a su muerte, impidiéndole seguir aliviando la desgarradora nostalgia de muchos emigrantes que sintieron en su canto el calor de una tierra demasiado lejana. Desafortunadamente en la década de 1920 comenzó a sufrir pleuresía purulenta y empiema. Su salud se deterioró y el 2 de agosto de 1921 murió a la edad de 48 años. Caruso fue el tercero de siete hijos y uno de los tres únicos que sobrevivieron a la infancia.

Proviene de una familia humilde como decíamos en Nápoles y existe incluso una leyenda urbana que dice que sus padres tuvieron alrededor de 21 hijos y que de ellos 18 murieron en la infancia. Sin embargo basándose en una investigación genealógica entre otras llevada a cabo por el amigo de la familia Caruso, Guido Donoforio, los biógrafos Pierre K. Francis Robinson y Enrico Caruso Jr. y Andrew Farkas han demostrado que se trata de una leyenda urbana. El propio Caruso y su hermano Giovanni pueden haber sido la fuente de la cifra exagerada.

La viuda de Caruso, Dorothy, también incluyó la historia en unas memorias que escribió sobre su marido. Cita al tenor hablando de su madre, Anna Caruso, de soltera Anna Baldini, diciendo ella tuvo 21 hijos, 20 niños y una niña, demasiados. Yo soy el chico número 19. Enrico Caruso fue alentado en sus primeras ambiciones musicales por su madre que murió en 1888 y lo animó a emprender una carrera como cantante. Así empezó cantando en las calles y actuó en cafés y veladas. A los 18 años utilizó los honorarios que había ganado cantando en un hotel italiano para comprar su primer par de zapatos nuevos.