El penitente fantasma y otros misterios de la Semana Santa - Madrid Misterioso 9x33 x2hb

Paseando por Madrid nos esperan al acecho historias inquietantes, luces en el cielo, prodigios y viejos fantasmas que ahora cobran vida de nuevo. Comienza Madrid misterioso con Álvaro Martín. Redoblan los tambores, huele a incienso y acera y se puede sentir en el ambiente el respeto, el silencio y la solemnidad. Ha llegado la Semana Santa madrileña.

Saludos, muy buenas noches y muy bienvenidos a Madrid misterioso, especial, Semana Santa.

En el programa de hoy vamos a hablar de Madrid, un poquito, siempre toca, siempre es agradable hablar de nuestro lugar, pero también nos vamos a desplazar al sitio donde quizás se vive de manera más exacerbada la pasión de la Semana Santa. Ese lugar no es otro que Sevilla, donde un invitado nos va a contar historias sobrenaturales, prodigiosas y paranormales ocurridas en el contexto de estos días tan especiales para algunos, de estos días de Semana Santa. Enseguida hablaremos del espíritu del penitente del nazareno que acompañó a una cofradía hispalense, pero antes haremos un pequeño repaso por los puntos clave de la Semana Santa madrileña.

Amigos, amigas, yo soy Álvaro Martín, esto es Madrid misterioso, comenzamos. En el corazón de Madrid, cuando estamos disfrutando ya de la primavera, para bien y para mal, la ciudad se sumerge en un silencio solemne irreverente. Las calles, usualmente bulliciosas, muy transitadas. Madrid es un sitio donde uno no puede escuchar sus propios pensamientos. Se transforman en escenarios de recogimiento y devoción durante la Semana Santa. No es la más famosa, la madrileña, pero tiene su aquel. Aquí cada paso, cada nota musical evoca muchos años de tradición y de fe.

Desde la imponente Basílica de Jesús de Medinaceli, el Viernes Santo se inicia la procesión de una de las imágenes más veneradas de la capital, el Cristo de Medinaceli, Jesús el Rico. Esta talla del siglo XVII, conocida como el Señor de Madrid, es portada por costaleros que avanzan con paso firme por las calles más emblemáticas, como la Carrera de San Jerónimo o la Puerta del Sol, seguidos por miles de fieles, por devotos que han hecho sus promesas y acompañan en silencio, muchos de ellos agradecidos y deseosos de que sus males se marchen. El Jueves Santo, la archicofradía de Jesús el Pobre, parte de la histórica iglesia de San Pedro el Viejo.

La imagen del Jesús nazareno, llamado el Pobre, con su mirada serena y manos atadas, recorre las estrechas calles de Madrid de los Austrias. Al final, en la plazuela de la iglesia, se produce un emotivo encuentro. María Santísima del dulce nombre en su soledad se inclina ante su hijo, mientras suena la marcha Dulce Nombre de María, rompiendo el silencio de esa noche madrileña. En el noble barrio de Salamanca, el Divino Cautivo, obra de Mariano Bengiure, es llevado en procesión desde el Colegio Calasancio. Esta imagen, que representa a Jesús ante Pilato, es empujada por sus devotos, recorriendo calles como Ortega y Gasset o Príncipe de Vergara, en una muestra de fervor que une a varias generaciones.