Padre John Montoya - Reflexión del Evangelio de Madrugada del 3 de Junio del 2025. 6w4s23

El Señor te bendiga, un buen día, un buen amanecer, es bueno que evalúes cómo estuvo la noche, en paz, descansaste en los brazos del Señor Jesús.

Ahora nos disponemos a vivir, a vivir en Cristo, oro por ti, por tu vida, por tus intenciones y aquí, ante Jesús.

A ver, pasemos las coordenitas y ya estamos, ante el cerrario y ante ti, Señor, toda nuestra realidad.

Esta es tu familia, tu sonrisa, que siga sobrando en nosotros, que nos des humildad, que solo busquemos tu gloria.

Que el Espíritu Santo venga y nos ilumine, que la Virgen María nos abrace, el amanecer aquí, hermoso, todo es hermoso.

Vamos con la palabra, ¿te parece? Ya, otra vez ingreso, ya le di la vuelta a todo.

Vamos a ver, Juan 17, 1-11, dice así, En aquel tiempo Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo, Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique, y por el poder que tú le has dado, sobre todo la carne de la vida eterna, a los que le confiaste.

Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo.

Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste, y ahora, Padre, gloríficame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese.

He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo.

Tuyos eran, tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra.

Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido.

Y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado.

Te ruego por ellos, no ruego por el mundo, sino por ellos, por los que tú me diste, y son tuyos.

Sí, todo lo mío es tuyo, lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado.

Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo mientras yo voy a ti.

Palabra del Señor.

Esto hay para, en este Evangelio, para analizar y orar toda la vida.

Pero quiero quedarme con una frase.

Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo.

Esta es la vida eterna, es como esta es la vida absolutamente plena.

Esta es la vida que Dios quiere, para ti y para mí, para nosotros.

Se me viene una vez más a la mente aquel muchacho que llega a prisa y se posta ante el Señor.

¿Qué tengo que hacer para alcanzar vida eterna? Era muy bueno, era rico, era joven, cumplía los mandamientos, pero nada de eso le servía al Señor.

Lo que tienes que hacer es dejarlo todo y sígueme.

¿Cuál es la vida eterna? Que te conozcan a ti y a su hijo único Jesucristo, el que es enviado.

Bueno, hay tantos propósitos que buscamos en la vida, que la gente busca.

Hay propósitos, lo hables, claro.

Yo voy a hacer un colegio grande para dar una buena formación, para educar.

Eso no es malo realmente.

Bueno, pero ahora, ¿ese es el propósito de Dios para la vida de una persona? Porque dice que te conozcan a ti padre y a su hijo único.

Ah, ya, ya, ya, pero si ese colegio tiene un propósito básico, máximo es dar a conocer a Cristo.

Eso es otra cosa.

No, yo voy a hacer una clínica muy buena, muy buena medicina, pero excelente, es que eso no es malo.

Pero, ¿es el propósito de Dios para nuestra vida? Que tú des muy buena educación a tus hijos, buenos colegios, buena comida, buena casa.

Escucha, escucha, ¿acaso Dios te dio a tus hijos para eso? ¿Para que les des una buena educación en el buen colegio y buena ropa y buena comida? Eso es importante, pero ¿acaso es el propósito máximo? Hay otros que dedican su vida, vamos a promover el aborto por todo el mundo y aunque haya que dedicar fortuna, vamos a destruir el hogar, vamos a, no sé, a la trata de blancas, por ejemplo.

¿Cuántos se dedican a eso? Y le organizan planes y le hacen caminos y le hacen estrategias.