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Buenas noches, centinelas, con todo el respeto del mundo, y por favor que no se me malinterpreten y se me mosquee nadie, pero me da la sensación que algunos oyentes de este programa todavía no lo conocen bien, no conocen sus señas de identidad o se les ha olvidado, y por ende aún menos me conocen a mí. Hombre, si son nuevos oyentes, cosa que me alegraría muchísimo, es posible que todavía no hayan captado mis ironías, y de verdad lo digo de corazón, ellas me conocen. Si por alguna de esas ironías se han sentido ofendidos, les pido humildemente disculpas.
Pero de ahí, hombre, a dudar de mi humanidad y compararme con Mengele, es que hay tornillos que se aflojan, no se pasen, hombre, no se pasen. A ver si es que va a ser, iba a decir que me temo que el ladrón, que se cree ladrón que todos son, de su condición. Eso sí, les aseguro que la culpa de que haya por el mundo tribus y seres humanos dejados de la mano de Dios, absolutamente abandonados, sin ningún tipo de control sanitario, pudiendo ser caníbales, peligrosos y con un arraigado instinto asesino. Les aseguro que la culpa de todo eso no la tiene ni el centinela del misterio, ni sus ironías. Es más bien culpa y responsabilidad.
De países como por ejemplo, un 2-3 responda otra vez, la India, que para unos asuntos de estado como el rearme nuclear, la carrera armamentística, son primerísimas potencias. Pero por el contrario, para corregir las brutales desigualdades entre sus habitantes, el abandono de sus ciudadanos, sean tribus o no, y para eso, para corregir la miseria y la mierda que se puede ver y oler en sus calles, para eso se comportan como lo que realmente son, una auténtica basura de país, con el desgobierno y la deshumanización como su principal bandera.
Dicho esto, si aún no lo escucharon, me temo que además de encantarles, estoy seguro que les sorprenderá conocer un poquito mejor la barbarie y las atrocidades que se han cometido, que se cometen y que se cometerán en nuestro planeta, por los siglos de los siglos. Soy Carlos Bustos, el centinela del misterio, vuestro centinela del misterio. ¿O no? A lo largo de las últimas décadas, el interés de la humanidad por los extraterrestres y sus posibles visitas a nuestro planeta tierra, ha llamado la atención de gobiernos, de sus fuerzas armadas, de medios de comunicación y, por supuesto, del cine, del mundo geopolítico y, cómo no, de científicos, escritores e investigadores.
Una gran parte de la población del mundo ha estado y creo que aún está fascinada por lo que siempre se denominó como objeto volador no identificado, o sea, ovni. Y, por lo que ahora quieren denominar como WAPS o FANIS, fenómenos anómalos no identificados.