OPERADOR NUCLEAR DESMONTA LOS BULOS DE PEDRO SANCHEZ 3gvq

Entrando de lleno en el debate sobre la energía nuclear, si nos atenemos a los hechos de ese pasado 28 de abril y 29 de abril, la energía nuclear ha demostrado no ser, insisto, no ser una solución efectiva en situaciones como las que vivimos el pasado 28 de abril.

Vamos a ver por qué.

Las entradas nucleares, de hecho, señorías, tuvieron que pararse y quiero compartir con los ciudadanos y ciudadanas y también con sus señorías el siguiente dato.

Desde las 12 y 33 del 28 de abril, que fue el momento del suministro eléctrico absolutamente cortado, la nuclear aportaba al sistema 3.000 megavatios, 3.400, 3.000 megavatios y tras el incidente la nuclear cayó a cero.

O sea, tenemos un presidente del gobierno que se acaba de enterar que cuando hay un apagón en la red se desconectan todos los productores y también, lógicamente, las entradas nucleares porque son productores de electricidad.

¿Para evitar el qué? El sobrecalentamiento de las centrales nucleares, de sus núcleos.

Las centrales nucleares no paran para evitar el sobrecalentamiento de sus núcleos, paran simplemente porque no pueden producir electricidad porque no hay consumo en ese momento.

En el momento justo en el que se desconecta de la red bajan las barras de control automáticamente, es un mecanismo que dura menos de tres segundos, se detiene la reacción en cadena y lo único que queda en el reactor es calor residual y ese calor residual se extrae o con alimentación externa o cuando no hay alimentación externa con generadores diésel de emergencia que tienen todas las centrales nucleares y además están duplicados, triplicados o cuadruplicados en algunos casos.

Tenemos alimentación de sobra para garantizar la refrigeración de los núcleos.

No se para para refrigerar los núcleos sino que se para porque no se puede producir electricidad porque no hay consumo.

Y añado, para tranquilidad de los ciudadanos, las nucleares tampoco contribuyeron a la recuperación del suministro eléctrico.

Las centrales nucleares no contribuyeron a arrancar la red, a poner en servicio la red, pero tampoco contribuyeron las energías renovables variables como la eólica o la solar que producían más del 71% de la energía eléctrica en el momento del apagón.

Según ese razonamiento falaz del presidente de gobierno e interesado, como las centrales nucleares no son útiles para arrancar después de un apagón en la red, las energías renovables variables, la eólica y la solar tampoco son útiles para arrancar la red y me parece que su apuesta va más por esas energías, con lo cual parece una incongruencia, ¿no, presidente? No fueron las centrales nucleares, fueron las centrales de ciclo combinado y las interconexiones con Francia y con Barruecos y las presas hidroeléctricas las que permitieron esa pronta recuperación en esos primeros instantes.

O sea que tampoco fueron las energías renovables eólica y solar para poder restablecer la red.

De hecho, cita el presidente los ciclos combinados de gas, que son unas centrales que son útiles en estos momentos, pero que es su gran apuesta para sustituir a las centrales nucleares porque el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima mantiene los 26 gigavatios de ciclos combinados de gas.

Pero es que además el presidente cita la hidroeléctrica, que es una energía renovable, efectivamente, pero que no siempre vamos a poder depender de ella porque no siempre tenemos agua.

Y además el presidente cita a Marruecos, cuya mayor puente de producción eléctrica es el carbón, y curiosamente cita a Francia, que tiene 57 reactores nucleares y gracias a ellos tiene una enorme estabilidad en su red eléctrica.

Es curioso que el presidente quiera cerrar las centrales nucleares españolas y depender más del suministro y de la estabilidad que proporciona Francia en estos momentos.

Parece bastante incongruente, ¿no os parece? Mucho hablan de las centrales nucleares y poco hablan de que en España no hay uranio y por tanto tendremos que importarlo.

¿De dónde, señorías? O sea que el presidente no vio mi cara a cara con Echenique el otro día.

Se lo repito también a usted, señor presidente, mire, el libro rojo del uranio que se publica cada dos años, la última edición es de 2024, lo publica nada más y nada menos que la Agencia Internacional de la Energía, dice qué reservas, qué recursos de uranio hay en todos los lugares del mundo y dice que España tiene una de las mayores reservas de uranio de Europa.

Pero hay un dato que seguramente no le interesa que sepa la gente, señor presidente, pero además se puede consultar, la Ley de Cambio Climático de 2021, aprobada durante su legislatura, tiene un artículo, el artículo 10, que dice que se prohíbe expresamente la extracción de minerales radiactivos, lo que significa es que sí tenemos uranio, pero que está prohibida su extracción por ley, precisamente para poder utilizar ese argumento falaz de que no tenemos uranio.

En la actualidad no hay un solo estudio serio, insisto, ni un solo estudio serio.