El obstáculo es el camino: El arte de convertir los problemas en triunfos r6p6b

Hola a todos y bienvenidos a Ideas para Vivir Mejor, el espacio donde te ayudamos a crecer personal y profesionalmente, aunque no tengas tiempo para leer libros o no tengas tiempo para hacer cursos. Soy Eugenio Pallaruiz, lector empedernido y experto en desarrollo personal, y hoy te traigo el resumen de El obstáculo es el camino, un libro escrito por Ryan Holiday.

El libro nos dice que los obstáculos no están ahí para frenarte, los obstáculos están ahí para ver si tú realmente quieres eso que tanto estás persiguiendo. Pero la mayoría de personas, en cuanto se topa con un obstáculo, se viene abajo, se enfada, se frustra, se rinde, y entonces dicen esas cosas de es que la vida no me deja, es que no era el momento, es que tengo muy mala suerte. Mentira, no es la vida, eres tú. El libro nos da tres claves, tres pasos para transformar cualquier obstáculo en una ventaja. Porque se puede, se puede, y no solamente se puede, sino que debemos hacerlo si lo que queremos es llegar lejos y hacer cosas importantes.

Primero, cambia tu forma de mirar. ¿Tienes un problema delante? Vale, fenomenal, pero míralo bien. ¿Es realmente un problema o es una oportunidad disfrazada? Porque hay una cosa que está clara, tu percepción es capaz de cambiarlo todo. Segundo, actúa, pero actúa con cabeza. No basta con que tengas buenas ideas, te tienes que mover. No como un loco, no se trata de moverse sin pensar, acción con dirección, acción con visión. Y tercero, no pares. Y esta es la más importante, ten voluntad. No importa cómo de claro lo veas, ni cómo de bien actúes. Si a la primera que algo te sale mal lo dejas, entonces estás perdido.

Persiste, resiste y aguanta. Porque la diferencia entre los que llegan y los que se quedan a mitad de camino no es el talento, es la constancia y es el carácter. Cuando te encuentras con un obstáculo en tu vida, ¿qué haces? ¿Eres de los que se vienen abajo? ¿Eres de los que se queja? ¿Eres de los que dice que todo el universo conspira en tu contra y que nunca nada sale como tú quieres? Ya te digo que si eres de esos, estás perdiendo el tiempo.

Pero eso no es lo peor, estás perdiendo tu poder personal. Eso sí que es grave. En lugar de reaccionar como una víctima, tienes que pararte, tienes que respirar, tienes que dar un paso atrás y tienes que mirar bien el obstáculo. A ti mismo, ¿vale? Tengo un problema, ¿qué puedo hacer? ¿Cómo convierto ese obstáculo, ese problema en una ventaja? Porque se puede hacer y esa es la actitud que te va a llevar lejos en la vida.

Todos tenemos obstáculos, todo el mundo tiene problemas. Pero el problema no es el obstáculo, el problema es cómo estás mirando a ese obstáculo, cómo reaccionas. Así que la próxima vez que algo se tuerza, lo que tienes que hacer es, primero, tomar distancia, salir de tu cabeza, mirar la situación desde fuera, como si estuviera pasando a otra persona, a un amigo tuyo. ¿Qué le dirías? ¿Qué le aconsejarías en esa situación? Pues eso mismo hazlo tú.

Segundo, piensa como una persona sabia. Los estoicos se preguntaban, ¿cómo actuaría en mi lugar alguien con calma, contemple, con claridad? Todos llevamos dentro a esa persona, la tenemos dentro, solo tenemos que entrenarla. Y tercero, no te rindas nunca. Un obstáculo no puede ser el final. Un obstáculo es una prueba y es el filtro que separa a los que dicen que van a hacer algo de los que lo hacen. Así que nada de dramas, nada de excusas.

Cuando llegue el momento obstáculo, tienes que recordar que no te vas a parar. Tienes que recordar que vas a superar ese obstáculo y que ese obstáculo no es el problema. Ese obstáculo es parte del camino que tienes que recorrer. Te vas a encontrar no solo con obstáculos, te vas a encontrar con problemas y con situaciones que ni esperas ni entiendes. Y lo primero que vas a sentir ante estas situaciones es lo que ya sabes, ira, frustración, ansiedad, fatiga mental, y todo esto son reacciones y son emociones completamente normales. Pero hay algo que tienes que saber.

Esas emociones, si no las controlas, te van a perjudicar. Porque cuando entras en modo rabia, cuando entras en modo pánico, estás dejando de ver las cosas con claridad. Y si no ves las cosas con claridad, no vas a decidir bien. Y si no decides bien, te vas a meter en problemas.