Noticias jugosas, novedades, lecturas variadas, saludos para todos y toda y un invitado 593u6g

Bienvenidos a Freakland, dal cómic a Radio Pornhallao.

Volvemos con un nuevo programa aquí a Freakland, para traeros toda la información que rodea el mundo del TVO y la historieta.

Bueno, Freakland se compone de, aquí a mi derecha somos varios , aquí está Miss Croquet.

Hola, ¿qué tal? Y aquí también tenemos a Javier Martina.

Hola, Javier.

Hola, ¿qué tal? Encantado de estar otra vez con vosotros, claro.

Bueno, hoy tenemos un invitado muy especial, porque es un editor, lector, bueno, divulgador de todo.

Aquí nos acompaña Mr. Bowman.

Hola, ¿qué tal? Encantado.

Bueno, pues os damos la bienvenida, yo soy Daniel Caster y esto es Freakland.

Hola, soy David Morancho, desde el Salón del Cómic.

Un saludo a los amigos de Freakland.

Bueno, pues abrimos el programa con nuestra sección de noticias y novedades.

Venga, ¿quién se anima? ¿Quién comienza? ¿Volvéis a dejar el marrón a mí otra vez? Te iba a decir, adivina quién va a comer.

Venga, va, si eres tú el jefe abre camino.

Bueno, pues yo comenzaré con la sección de noticias, con una noticia que lleva arrastrándose hace unos meses, en la que el Salón del Cómic de Angoulême tiene ciertos problemas internos, ya que en esta última edición hubo una denuncia de una trabajadora en la que denunció que hubo por parte de la organización, o eso se dice, una violación.

También rumores de explotación, de impagos, pues varias denuncias que se han unido también a unas firmas entre autores y editores pidiendo una renovación de, digamos, de los estatutos, de las formas y de las maneras de generar un salón.

Ya sabéis que todo esto lleva muchos años, ya no solamente Angoulême, todos aquí en Barcelona se hacen, Madrid que ha comenzado ahora, pues todo lleva un tiempo y una organización y parece que al cabo de los años se quedan un poco obsoletos, no hay cambios de organización y organizadores, y si encima se une la problemática esta de quejas y denuncias, pues un poquito entre todos, pues intentan cambiar o quieren cambiar un poco todo esto. ¿Qué os parece? Hombre, aquí en Angoulême yo creo que se ha juntado además algo bastante más serio, que es una denuncia de una presunta violación, que ahí ya entramos en una división, yo creo que muy superior, que no entra tanto en el modelo del salón en sí, sino que estamos hablando de un tema muy serio que habrá que resolver penalmente.

Pero si entramos en el otro tema, que yo creo que no es que uno lleve al otro evidentemente, pero creo que sí que ahí lo que subyace es un poco lo que dices tú, modelos que en su momento tenían sentido, que en su momento tuvieron mucho éxito, pero que poco a poco se están quedando anticuados, sobre todo porque se dirigen a un tipo de público que también se está quedando anticuado, al final el público crece y el público, sus gustos, no es que no se renuevan, sino que poco a poco ese público va falleciendo.

Bueno, el mercado ha cambiado.

Sí, evidentemente. El mercado ha cambiado, pero los salones muchas veces no son conscientes de que el mercado ha cambiado y creo que hay modelos que, sobre todo pasó un poco, ya que abres este melón con el salón de cómic de Barcelona, que no sé si tuvo la fortuna o la mala suerte de suceder justo la semana siguiente a la primera feria del cómic de Madrid, en la que yo creo que se vio una diferencia abismal, no tanto por el sitio, porque es verdad que la feria del cómic de Madrid era en Matadero, el espacio era más pequeño, pero sí había una sensación muy diferente en el público, en cómo iba el público, en qué hacía el público.

En el salón del cómic de Barcelona tú al cobrar una entrada solo estás metiendo en el pabellón gente que ya va predispuesta a hacer una cosa. Cuando la feria del cómic de Madrid es una cosa gratuita, lo que invita es a que todo el mundo entre, y que todo el mundo entre a comprar, y que todo el mundo entre a llevarse una firma.

O curiosear, o ¿pero qué es esto? La sensación, os lo digo de verdad, yo que pude estar en las dos, es que la gente que iba, iba a comprar, y gente que no era de la de siempre, que también estaban, pero era gente que cuando les estaban haciendo un dibujo en el cómic, alucinaba en verdad.