Nogal 642x1v

Tras tus ojos el divertido riachuelo, la nieve fresca y blanca, tras tu mirada las flores
de primavera y de otoño, escondidas en tu boquita de mermela, y tras tu persona el todo,
cuando antes la nada inundaba, tu cuerpo de corteza firme y recio como la velladera,
y la lluvia serena convertida en la voz de las mañanas despertas, como esta montaña
que siempre me acompaña, de ilusión y esperanza, que nunca se detiene, que de nada se arrepiente,
que te siente cerca y lejos, y no se escapa por la corriente de las turbias aguas, hechas
de temores, prisas y rencores, como tu, como yo, como un bosque lleno de aventura y magia,
así eres para mi, como manada de lobos, y en sus lomos el duende, que con alas le baila
al viento, te besas a la cara, cuando estas dentro de este poema.