
Descripción de Las musas del Losao 140225 4w3e4d
Espacio cultural de Radio Jumilla presentado por José Vicente Bonacasa t434a
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Los dos callados. Nadie arranca a decir buenos días.
Buenos días, Irene. ¿Cómo estás?
Yo bien. Bien.
Preocupada por tu cabecita, ¿no?, que hoy vienes con dolor de cabeza.
Sí. Hoy estoy malico.
Hoy necesito a alguien que me lleve a un bar.
Vaya. Tenemos uno cerca, aquí debajo.
Un dolorazo de cabeza, de sorda.
¿Qué dice su voz? ¿Pero qué me pasa a mí?
Yo creo que se te va a ir pasando conforme avancemos en el programa.
Yo creo que me lo paso tan bien aquí contigo y con los radiovidentes
que se me acaba pasando, seguro.
Bueno, feliz día...
A ver si hay un poco de congestión.
Dime.
Que te quería decir feliz día del amor y la amistad.
Ah, muchas gracias.
De San Valentín. Igualmente.
Hoy eres mi hijita más importante.
No tengo más.
Que, con motivo de San Valentín,
ha vuelto la sección de dónde vienen
en la voz de Juan Simón...
Con un poema.
...con un poema de amor muy bonito.
Sí, además de un jumillano.
Bueno, creo que era de amor, ya no me acuerdo,
porque lo tiene grabado así...
Sí, sí, es de amor.
Pues, si te parece...
No sé si de amor o de sexo.
Vamos a escucharlo, celebramos San Valentín
y ahora ya seguimos contando lo que vamos a hacer hoy.
Y salimos de dudas. Muy bien.
Radio Jumilla presenta...
De dónde vienen las musas de los Aos.
Para los que están, para los que se sienten cerca,
hoy será un poema de Pedro Cobos,
de su libro Versos y canciones, 1993.
Viva la media naranja, viva la naranja entera,
viva el obrero que siembra a la mujer y a la tierra,
tierra con tierra, mordiscos, sudores y olor a cuerpo,
sudores y olor a cuerpos, sin trabas y sin cadenas,
pura biología, instinto de salivas y de besos,
mi arado de bravo amor prepara la sementera,
cae la tarde, se oyen voces y siendo tú y yo paisaje,
el paisaje nos estrecha,
cantar es del campo mío que nadie podrá callar,
mientras la tierra se atierra,
cada semilla enterrada florecerá en un cantar,
en un cantar a la vida, al mosto bullente y tibio,
al pan crujiente, a la flor, al ganado y a los cuerpos,
carne con carne fundidos.
Viva la media naranja, viva la naranja entera,
viva el obrero que siembra a la mujer y a la tierra.
¿Qué te ha parecido? ¡Qué hermosura, qué hermosura!
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