Mundo Financiero 13/02/2025 1h703e

Mundo Financiero, con José Luis Barceló.
Muy buenos días, señoras y señores,
estamos en Mundo Financiero,
su programa de Economía y Finanzas,
aquí en su cadena favorita, en informaradio.
Son las 12 de la mañana, 11 en las Islas Canarias,
y estamos para contarles en directo
lo que está ocurriendo en España y en el mundo.
Ahora mismo está todo puesto encima de esa decisión
que ha tomado el Gobierno
en torno al salario mínimo interprofesional.
Saben que ha crecido un 60%
desde el tiempo que lleva al frente de la Moncloa
el presidente Pedro Sánchez,
y eso ha tenido un coste enorme para pymes,
para autónomos, para empresarios,
pero no sólo para ellos,
también lo ha tenido para los trabajadores
que se han quedado sin trabajo,
porque muchos podrían haber sido contratables,
y quien hizo la ley hizo la trampa,
se están buscando alternativas a eso,
medias jornadas, horario flexible,
buscar otra manera en la que se pueda encajar eso
cuando hace falta contratar una nueva persona,
un nuevo empleado, un nuevo profesional.
Ahora mismo hay otras cuestiones que están encima de la mesa,
los alanceres también de los Estados Unidos,
con ese segundo mandato de Donald Trump
que están colocando a Europa,
también a otros países, México y Canadá,
con los que tienen un acuerdo además de libre comercio,
están atendiendo los requerimientos
del Gobierno de los Estados Unidos con esa presión,
esa intención de aplicar un 25% de aranceles a sus productos.
El Tratado de Libre Comercio en Norteamérica,
que incluye también a parte de Estados Unidos,
a Canadá y a México,
ha hecho que tengan interés en atender esos planteamientos.
Sobre todo, parece que el Gobierno que pilota ahora a Donald Trump
lo que quiere es que cualquier cosa que se fabrique
en el norte de América
se haga mayoritariamente con componentes norteamericanos,
por ejemplo, muchísimos automóviles
que se fabrican de las marcas norteamericanas
se construyen en México,
y sin embargo se hacen con componentes,
por ejemplo, las baterías,
componentes de origen, por ejemplo, chino.
Eso no lo quiere Donald Trump,
quiere que todas las marcas de sus artículos
vayan con productos y con elaboraciones
que sean propias de Norteamérica,
incluyendo también, como puede ser más que lógico,
México y Canadá.
Bueno, Bruselas, para combatir todo esto,
está acelerando también su plan contra la burocracia,
promete reducirla,
es algo que además también está en la cabeza de todos,
promete reducirla ya este año entre el 25% y el 35%.
Hay quien duda que esto sea posible
en un edificio burocrático mastodóntico
como es el Parlamento Europeo,
como es la Comisión Europea.
Tienen ustedes que visitar Bruselas e ir por la Ría de la Loa
y ver que aquello es como si fuera un distrito federal.
Nadie conoce lo que es Bruselas si no va por allí.
Y se da cuenta de la cantidad de gente que entra y sale
en un montón de edificios que son como ministerios
y nadie sabe realmente qué es lo que hacen allí,
porque los ciudadanos europeos muchas veces no percibimos
la ingente labor que se hace allí.
Habría que preguntar también a los europarlamentarios españoles
que están allí representados de todos los diversos grupos
cuál es un poco la misión y eso lo intentamos hacer
de vez en cuando, siempre que tenemos oportunidad
con algún eurodiputado.
De momento, lo que dice la Unión Europea
es que se prevé un ahorro de en torno a 35.000 millones de euros
con la reducción de las cargas a las empresas.
Habría que preguntar también por qué no lo han hecho antes.
Seguramente ese espíritu combativo de Donald Trump
está haciendo que los demás se tengan que mover.
Bueno, los demás nos tengamos que mover.
Y encima de la mesa va a estar todavía lo que queda de semana
y probablemente la semana que viene
esa batalla en torno al salario mínimo interprofesional.
Ha revelado un giro del gobierno hacia un mayor rigor fiscal,
aparentemente, parece que la causa de todo lo que lo mueve
o el argumento en esas luchas intestinas
en el seno del Consejo de Ministros
es el supuesto ahorro fiscal.
Hay un plan de ajuste encima de la mesa que ha puesto el gobierno
y que se está enfrentando en las últimas semanas
a un escepticismo general de todos aquellos analistas,
de organizaciones empresariales,
instituciones y agencias de calificación
que cuando planteas la cuestión nos cuentan que no lo ven muy claro.
Más allá de esto, los funcionarios están exigiendo
que sus sueldos suban automáticamente cada año
como lo hacen las pensiones o, por ejemplo,
esa idea que ha planteado la Generalitat catalana
de que haya el salario mínimo interprofesional en Cataluña
ascienda hasta los 1.400 euros y también suba
y se ajuste automáticamente
por encima de lo que puedan hacer otros territorios españoles.
Todo muy convulso, muy distinto y muy complicado
en un momento en el que las puertas giratorias continúan existiendo.