Mons. Munilla sobre el Valle 1g2lg

Voy a abordar una cuestión que, ciertamente, ha suscitado, ha metido mucho ruido la semana pasada.

Me refiero al tema de la polémica generada en torno al Valle de los Caídos, en torno a la reasignación hecha pública por el gobierno.

Sabemos que ha habido una gran polémica en redes sociales, pero no solo en redes sociales, los obispos hemos estado reunidos esta semana en plenario de la Conferencia Episcopal y también hemos sido testigos de esa tensión tan grande que se estaba viviendo.

Entonces, voy a hacer un relato de esta situación.

Ya sabíamos que el gobierno persigue la transformación o la reasignación del Valle de los Caídos, máxime desde la promulgación de la Ley de Memoria Histórica del año 2007 y de la Ley de Memoria Democrática del año 2022.

Leyes que, por supuesto, son cuestionables.

Algunos las conocen, esto de la Ley de Memoria Histórica, algunos las suelen designar de forma irónica como ley de amnesia selectiva.

Lo cierto es que la Iglesia ha sido cautelosa y crítica ante esas leyes por la sospecha de que responden a un revanchismo que va en dirección contraria a la reconciliación.

Porque más allá de las legítimas aspiraciones de las familias, del uno y otro bando de la guerra civil en España, aspiraciones a recuperar los cuerpos de sus difuntos, existe el riesgo de reabrir heridas y sembrar el odio en los corazones, en una dirección contraria a la de la reconciliación, dando pasos atrás en la reconciliación que se había vivido en la transición española, que no fue perfecta, ni mucho menos, pero que se dieron pasos hacia la reconciliación.

Ahí están esas leyes de memoria histórica, de Ley de Memoria Democrática, que por mucho que la Iglesia haya sido crítica y cautelosa hacia ellas, ahí están, y obviamente, la Iglesia tiene la obligación de acatar esas leyes, lo cual no quiere decir que lo haga de una manera pasiva y acrítica, de hecho, la Iglesia suele acatar cada caso concreto, de esa implementación de esa Ley de Memoria Democrática, que si se le pide quitar una placa o no la placa, en cada caso, la Iglesia torea como puede cada caso.

En este caso, era público que estaban abiertas negociaciones con el tema de la reasignación del Valle de los Caídos, y también era público que el presidente de gobierno había acudido al Vaticano pidiendo ayuda, pidiendo respaldo, para la reasignación del conjunto monumental del Valle de los Caídos, porque el problema está que dentro de ese conjunto monumental, que es propiedad del Estado, hay partes del importante que están consagradas al culto.

El presidente de gobierno había acudido a la Santa Sede porque, obviamente, no estaba contento con cómo iban las cosas.

Pues bien, este es el contexto, y la semana pasada, como digo, celebrabamos la plenaria de la Conferencia Episcopal.

Este es el motivo porque la semana pasada no tuvimos este programa de Sexto Continente.

Y entonces, unos días antes de que se celebrase la plenaria, el gobierno filtra a sus terminales mediáticas cómo van las negociaciones.

O sea, filtra determinados datos, obviamente subrayando más unas cosas que las otras.

No es la primera vez que hacen ese tipo de cosas, de filtrar algo, y además en vísperas de la plenaria de la Conferencia Episcopal, no es la primera vez que lo hacen.

Son unos maestros de las manipulaciones mediáticas, son unos maestros, porque muchas veces aquí, más que la búsqueda de la verdad, es la búsqueda de qué relato se va a hacer.

Más que la lucha por la verdad y la justicia, es la lucha por el relato, que las cosas se cuenten de una manera en la que yo salga campeón.

Son unos maestros en eso.

Lo llamativo, en este caso, es que las manipulaciones hayan tenido como destinatarios, no tanto a sus afines, sino a los sectores que son abiertamente críticos contra ellos.

Son unas filtraciones que han pretendido, en primer lugar, distraer la opinión pública, agitando el anticlericalismo, porque, desgraciadamente, esto, en este momento…