MICROSOFT (El renacer en ventanitas) p5j5r

¿Os habéis planteado alguna vez cómo las empresas grandes son como el ave fénix que se vuelven a levantar? Bienvenido a Sayonara Tecno, el podcast casi diario de reflexión sobre tecnología y ocio.

Actualidad, retro y futuro unidos en un mismo programa de 10 minutitos aproximadamente.

Muy buenas gente, ¿qué tal? Soy Tony del podcast Sayonara Baby y hoy vengo a hablaros de Microsoft, un gigante tecnológico, una de las empresas más conocidas podemos decir que más carismáticas, también ha tenido sus grandes polémicas y vengo precisamente a comentaros cómo se ha ido levantando sobre sus propias cenizas, como os decía al principio cómo despierta cual ave fénix, ya que ha tenido tropiezos muy grandes y muchas ocasiones muy caros. En definitiva vengo a hablaros de cómo Microsoft con sus tropiezos impulsaron la tecnología que nos ha beneficiado a todos.

Cuando pensamos en esta compañía inevitablemente nos viene a la cabeza imágenes del éxito arrollador Windows dominando los escritorios durante décadas, Office como el estándar de la productividad y es fácil ver a Microsoft como un gigante monolítico que siempre gana, pero os voy a proponer una perspectiva diferente, quizás resulte contraintuitiva y quiero argumentar que los fracasos de Microsoft sus pasos en falso, sus productos olvidados y sus estrategias fallidas, que han sido muchas, han sido increíblemente beneficiosas para nosotros.

No sólo para Microsoft que aprendió lecciones valiosas, sino de verdad para todos nosotros, los s, los desarrolladores e incluso podemos decir que la industria tecnológica en su conjunto. Al explorar algunos de esos tropiezos no sólo vemos que no la hundieron, sino que abrieron puertas a la competencia aumentaron la innovación y obligaron a Microsoft a reinventarse y en última instancia contribuyeron a crear el ecosistema tecnológico diverso y dinámico que disfrutamos hoy. Lejos de ser meras anécdotas, estos fracasos son capítulos cruciales en la historia de la informática moderna.

Voy a empezar por uno de los campos donde los intentos de Microsoft fueron más notorios y fallidos, me refiero al móvil, un dispositivo que me encanta, lo he mencionado aquí ya en no sé cuántos programas. Y si recordamos Windows Mobile, que luego fue Windows Phone, vemos que hubo intentos persistentes y multimillonarios por competir contra iOS y contra Android. Microsoft invirtió enormes recursos, enormes cantidades de dinero, compró la división móvil de Nokia en una apuesta que podemos decir que incluso fue desesperada y fracasó y lo hizo estrepitosamente.

El mercado móvil quedó dominado por el duopolio de Google y de Apple. ¿Y esto fue malo? Para Microsoft sin duda fue un golpe financiero y estratégico enorme, pero si tenemos en cuenta, para el resto, este fracaso tuvo consecuencias inesperadas y a la vez positivas. Por un lado consolidó Android y iOS como plataformas estables y masivas, creando ecosistemas gigantescos donde los desarrolladores ahora sí que podían enfocar sus esfuerzos y resultando en la explosión de aplicaciones que transformaron nuestra vida diaria. Por otro lado, y quizás más importante, obligó, en este caso, a la compañía de Redmonk a cambiar radicalmente su estrategia. Al no poder imponer su propio sistema operativo móvil tuvo que hacer algo impensable años atrás.

Llevar sus mejores productos, en este caso Office, Outlook, etcétera, a las plataformas rivales y esto fue una victoria enorme para los s que, de repente, podíamos usar las herramientas de Microsoft en cualquier dispositivo.

Liberó a esta compañía de la mentalidad de Windows primero y la empujó hacia un modelo de servicios multiplataforma.

Otro ejemplo que podría poneros es el del navegador web, Internet Explorer. ¿Os acordáis? Llegó a tener un dominio capsule absoluto, lo que llevó a un estancamiento en la innovación web y a prácticas anticompetitivas que le costaron a Microsoft juicios famosísimos y costosos. De hecho, haremos un programa específico sobre los juicios de Microsoft que yo creo que da para más de uno. Con la presión regulatoria y la aparición de alternativas como fueron Firefox y luego Chrome, que eran más rápidas, seguras, respetuosas con los estándares web y resonaron el dominio de Internet Explorer.

El, vamos a decir, fracaso relativo de este navegador frente a la nueva competencia fue una bendición para la web.

Aumentó una guerra de navegadores basada en la innovación y esto aceleró la adopción de estándares abiertos como HTML5 y CSS3 y esto nos dio la experiencia web rica y dinámica que tenemos hoy. Incluso Microsoft aprendió que su navegador Edge, que es el actual que está basado en Chromium, la misma base que Chrome, es un navegador web.