Marcus Pocus. Última parte. 5f1v5k

Buenas noches niños tenéis el pijama puesto y entes llamados habéis hecho muy bien porque empieza la hora del bueno pues estamos de vuelta después de un pequeño parón para descansar y tomarnos unas vacaciones vamos a terminar la historia de marcus focus que no nos dio tiempo de finalizar antes de tomar este descanso y sé que teníais muchas más muchas ganas de volver a oírla quiero que me digáis en los comentarios qué tal estáis pasando en las vacaciones escolares parece mucho a la piscina leía muchos cuentos nace espero que me contéis vamos a por la última parte de esta historia título nueve que se titula el gran pedo rini recuerdas que dije que en sound city no quedaba sitio para la magia bueno pues me equivoqué resultaba bastante mágico volar entre los rascacielos al atardecer aunque también un poco incómodo mis piernas eran demasiado cortas para aquellos pedales menos mal te loreta no podía verme por allí gritaba ana como la capitana de un barco estaba orgullosa porque había logrado hechizar la bici a la primera menos man temí que la convirtiese en una merluza con jim más alto maullaba cosmo desde el manillar podrían vernos desde abajo va no había peligro en la ciudad la gente está demasiado ocupada para mirar al cielo ahí está el teatro exclamó al fin mister rayo ah creo que ya lo odio pues a mí me pareció impresionante sobretodo porque estaba iluminado de arriba abajo con docenas de bombillas sobre la entrada principal había un cartel con letras enormes gran espectáculo de magia y fantasía vamos mejor por la puerta trasera sugirió ana le hice caso y aterricé detrás del edificio en un discreto callejón allí se encontraba la entrada para artistas y trabajadores del teatro y además estaba abierta pero no te hagas ilusiones al otro lado nos recibió un conserje con cara de malas pulgas dónde creéis que vais golfillo os preguntó mirando nuestras ropas pues empecé yo somos los sobrinos del gran petroni salto ana venimos a traerle una cosa que ha olvidado algo muy importante que necesita para su número de magia así se burló el hombre es que va a sacar de la chistera ese gato piojoso piojosa será su abuela gruñó cosmo menos mal que sólo nosotros podíamos entenderlo no repuse yo sacando mi varita mágica es que se ha dejado su varita el hombre examinó con asco la pluma de cuervo que adornaba su punta esta porquería y para qué la necesita para echar la siesta gruñe y yo y luego repite de carrerilla un conjuro serenidad máxima sea enorme o pequeño este conjuro es capaz de dar mucho sueño y paz y dejarte como un leño de inmediato el antipático conserje se quedó frito nadie llama porquería a mi varita tras su garita había una escalera que bajaba la zona de los camerinos por allí nos escurrimos de puntillas olía a sudor y a maquillaje barato mirad dijo en la puerta de los camerinos está el nombre de cada artista nervioso fui leyéndolos en voz alta la adivina madame olga el misterioso flint q el forzudo quebrantahuesos al fin sobre una puerta roñosa había escrito el gran petroni no había tiempo que perder así que golpeé la puerta y entré sin esperar respuesta por un momento pensé que truco y trato intentaban engañarnos de nuevo ya que el hombre del camerino se veía tan alto y flaco como los dos hermanos a caballito luego me di cuenta de que su cara era de un señor mayor y asustado y ya es hora de salir a escena preguntó con voz temblorosa aún no estoy listo creo que lo del mejor mago del mundo era una gran exageración tranquilo sr petroni repliqué venimos de la tienda ojos de tritón por fin al sonreír su bigote postizo se torció no