LAS MANOS QUE VISTEN A LA ESPERANZA 1u6o1c

Muy buenas tardes de nuevo, Iván, efectivamente, aquí me encuentro en la Iglesia de Santa María de la Esperanza, en un lugar ahora mismo privilegiado, porque está toda la Iglesia cerrada, evidentemente, por el montaje de este altar, como bien dices, y me encuentro prácticamente a solas con la Virgen de la Esperanza, algo que, evidentemente, es un auténtico privilegio, y me encuentro con José Fernández, que es prioste de la hermandad, así como el vestidor de la Virgen de la Esperanza.

Muy buenas, Pepe, ¿qué tal?, buenas tardes.

Muy buenas tardes, Álvaro, ¿qué tal? Bueno, vemos aquí, ahora hablaremos de la Virgen, que está espectacularmente vestida, pero vamos a retrotraernos un poquito, unos días, porque la semana pasada tuvo lugar el Besamano Extraordinario por el 25 aniversario de la coronación de la Virgen, los días jueves, viernes y sábado de la semana pasada.

¿Cómo fue el evento?, ¿cómo se presentó la Virgen al pueblo? Bueno, pues en este Besamano Extraordinario la Virgen estrenó la salla, regalo del antiguo prioste Enrique Vendala, y el manto de los devotos. La verdad que una estampa única, porque no habíamos visto a la Virgen desde hace muchísimos años, con un estreno tan grandísimo, tanto salla como manto.

Tú miras a la Virgen y, claro, se ven los bordados tan nuevos, tan brillantes, tan recién hechos, que la Virgen estaba esplendorosa, por lo menos para mí, y yo creo que para todos los hermanos que la vieron, fue una sorpresa verla a los pies del presbiterio, ofreciendo su mano para la veneración de los devotos.

La Virgen se presentó con esas dos prendas de categoría, siguiendo el estilo de los besamanos de los últimos años.

Muchas flores, mucha animación también aquí por las tardes, sobre todo en las horas de la tarde, con mucho ambiente y mucha participación de hermanos a todas las horas del día.

Sí, porque yo tuve la suerte también de poder estar aquí en esos días, y la verdad que la estampa era grandiosa, con esos bordados, como bien decías, que era todo prácticamente dorado, y la verdad que la Iglesia estaba totalmente a reventar durante todos los días del besamano.

Pues sí, además, siguiendo la tónica de los últimos años, y teniendo las limitaciones que tenemos en nuestra Iglesia, que tampoco es una Iglesia grande, pues tuvimos a bien poner los bancos en forma diagonal, para que ocupieran más personas y para que nunca las personas limitaran la visión del montaje y la visión de la Virgen.

Porque cuando la Virgen está en el besamano, pero está en el presbiterio, quiera o no quiera, al estar tres escalones más altas, tú la ves desde todos los ángulos, pero es que aquí la Virgen estaba en el suelo, aquí la Virgen estaba en una alfombra, justamente a los pies del presbiterio, en la Iglesia.

Entonces, como yo digo, la Virgen era una más.

Claro, si todo el mundo se arremolina delante de la Virgen, tú no le ves a la Virgen.

De esta forma, al poner los bancos de esa forma, pues la Virgen lucía bastante.

Una estampa, la de la Virgen a los pies del pueblo, como bien dices, que ciertamente imponía mucho al mirarle a los ojos, y de justamente ras de suelo, la vemos ahora en su camarín, como de costumbre, pero con las mismas vestimentas del besamano.

Efectivamente, con las mismas vestimentas del besamano.

El domingo pasado, después del pregón del aniversario de la coronación, que nos delitó nuestro amigo, nuestro hermano José Antonio Vieira, pues nos vinimos para acá, el equipo de priostía, y subimos a la Virgen, al camarín.

Y ahora, en estos días, estamos montando ya el montaje para el Tridu Extraordinario.

Hoy empezaremos, y seguramente tenemos que terminar pasado mañana con el montaje de las flores y demás.

Un montaje que ahora estamos viendo el equipo de priostía cómo va entrando poco a poco en la iglesia para el montaje.

Vemos aquí también unas escaleras, también una tarima para agrandar el presbiterio, porque eso también es signo de la majestuosidad del altar que se va a montar.

Claro, aparte de la majestuosidad del altar, como tú dices, el presbiterio hay que ampliarlo, porque en el Tridu va a ser muy participativo, y aparte de que lo va a presidir cada día un obispo y todo el clero relacionado con la hermandad.

El primer día, por ejemplo, nos va a venir a predicar el don José Vilaplana, el obispo emérito de aquí de Huelva.

El segundo día, don Francisco Casés, que es el obispo emérito de Canarias.

Y para el tercer día vendrá el obispo auxiliar de Sevilla, don Teodoro León.

Y ya el día 3 de junio, la misa estacional de Acción de Gracia, por los 25 años de la coronación de la Virgen, la presidirá nuestro obispo don Santiago Gomesierra.

Entonces, claro, viene el obispo, vienen muchos sacerdotes invitados, sacerdotes hermanos, nuestro párroco, y claro, el presbiterio hay que ponerlo con más amplitud.

Por eso hemos puesto la tarima esta de ampliación sobre el presbiterio de Mármol.

Un truido que, como hemos visto, si nos vamos a largo taurino serían primeras espadas.