Manicomios: Travesia al Fin de la Razón 736z20

Afortunadamente, la medicina mental ha avanzado mucho. Ahora los hospitales psiquiátricos cuentan con profesionales y medicina avanzada. La palabra psiquiatría viene de cuidar el espíritu, la psique. Pero en sus inicios estos loqueros o manicomios trataban de revertir al maniático o, en su defecto, detenerlo lejos de la sociedad a toda costa. Hoy nos damos un paseo a través de las viejas historias que ocurrían en estos lugares que privaban de libertad y en ocasiones de recuerdos y memoria.

En 1969 el astrofísico Jacques Vallée escribe Pasaporte a Magonia, un ensayo que nos transportó más allá de las fronteras de nuestra realidad. Magonia es el lugar donde las buenas gentes danzan con bellísimas hadas, lamentándose del tosco e imperfecto mundo inferior. Visiones de mundos paralelos que se mezclan, encuentros cercanos, criaturas inmortales, mitos y folclore oculto.

Fenómenos que han quedado constatados a lo largo de la historia. Fenómenos que siguen sucediendo. Fenómenos que continuarán sucediendo.

¿Eres de los que tienen la osadía de ser fieles a un sueño? Acompáñanos en este viaje de vuelta a Magonia.

El invitado que hoy nos acompaña ha participado en diversos medios de comunicación tratando varios temas de historia y misterio. Pero en realidad os tengo que decir que aquí en Magonia no necesita presentación, ya que tuve la suerte de que fuese uno de los primeros navegantes en acompañarme en este viaje de vuelta a Magonia. En aquella ocasión, navegantes, dimos la vuelta al mundo en 80 cementerios. Hoy nos volvemos a embarcar para hacer un viaje al centro de los manicomios. Es un auténtico honor que hoy emprenda de nuevo el viaje de vuelta a Magonia Fernando Gómez Hernández.

Bienvenido, Fernando. ¿Cómo estás? Muy bien y estando con vosotros mucho, mucho mejor. A pasar un relato divertido, a ir contando cositas y que la gente se divierta, porque lo que no podemos consentir es que la gente se aburra. Porque aburrirse es morir un poco, ya lo dijo Jorge Gasset.

Para esta reunión de amigos, como no, nos acompaña don Alfonso Trinidad. Bienvenido, Alfonso.

Una vez más aquí en la cubierta. Está lloviendo un poco, no hace la temperatura y el clima que debería hacer para la época. Pero bueno, oye, todo lo que sea respirar aire fresco para mí es una maravilla. Y hablar contigo y con Fernando, pues oye, qué mejor premio que ese.

Es una cosa de locos.

Sí, esto es una cosa de locos, nunca mejor dicho. Porque vamos, yo creo que vamos de cabeza a bocados en Magonia y llegar a un manicomio. Entre los que han venido y los que quedan por venir, nos van a volver locos a los pocos que estamos cuerdos.

Pues si queréis, y como os decía, hoy hacemos un viaje al centro de los manicomios, que es como se llama uno de tus libros de la editorial Luciérnaga. Un libro que no sé si exactamente es una trilogía, que consta de la vuelta al mundo en 80 cementerios, que ya tratamos aquí. El mundo a través de sus cárceles, que como yo también estoy un poco loca, me lo he saltado y soy así de errática, pero que te invito otro día a hablar de estas cárceles. Y el libro del que hablaremos hoy, que además surge en pandemia, cómo es este viaje al centro de los manicomios.

Pues fíjate que es curioso que es de los tres libros que has comentado es el que más me gusta.

La manera que lo escribí, cómo lo trato, la comodidad ya con que llevo la historia. Y salió de eso, salió de dos cosas. La primera, pues que estábamos en pandemia, eso fue lo primero, estábamos encerrados y necesitábamos escribir algo, necesitábamos que nuestro centro de