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Madrina al Día, un podcast de Fundación Madrina.

Bienvenidos y bienvenidas a Madrina al Día. Soy vuestro anfitrión explorando hoy temas cruciales con el apoyo de Fundación Madrina. Hoy nos metemos de lleno en una realidad compleja. La conexión entre exclusión sanitaria, la llamada pobreza menstrual y bueno, las carencias nutricionales que afectan a tantas mujeres y niños vulnerables aquí en España.

Además coincide que estamos justo entre el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres y el Día Mundial de la Nutrición. Así que es un buen momento para ver cómo estos derechos que deberían ser básicos pues están comprometidos. Las cifras generales ya asustan un poco ¿no? El INE dice que más de una de cada cuatro mujeres en España, un 26,5% está en riesgo de pobreza o exclusión. Y ojo, que la cifra ha subido respecto al año pasado.

Esto claro, crea barreras enormes para lo más esencial. ¿Cómo se vive esto en la atención sanitaria diaria? ¿Qué veis vosotros? Pues mira, esa es la clave. En la Fundación lo vemos todos los días. Es la falta de a cosas tan básicas como productos de higiene, atención médica, una alimentación adecuada, claro. Nuestro programa SAMI, que es el Servicio de Atención Materno-Infantil, intenta ser, bueno, un pequeño salvavidas en medio de todo esto.

El año pasado, por ejemplo, hicimos más de 2.300 intervenciones sanitarias, que son cruciales. ¿Más de 2.300? Sí, sí. Atendemos a embarazadas, a madres sin recursos, muchas sin papeles, que es otro problema añadido. Se enfrentan a facturas médicas altísimas por partos, por urgencias. Y lo que nos preocupa mucho es que una de cada cuatro mujeres que atendemos, una de cada cuatro, fíjate, presenta síntomas de malnutrición o problemas de salud mental.

Es tremendo. Y muchas, muchísimas, llegan sin haber tenido ni un solo control prenatal. Nada. Es que es una situación límite. Y dentro de esas barreras, de esas dificultades, hay un problema del que se habla poco, ¿verdad? La pobreza menstrual.

Exacto. Afecta a un 13% de las mujeres en edad fértil. Un 13%. Y a mí el dato que me impactó fue el de las adolescentes. Una de cada cinco falta a clase por no poder comprar compresas. Es que es impactante, sí. Y si piensas en el coste de estos productos durante toda la vida fértil de una mujer, son miles de euros.

Un dineral. Para muchas familias es simplemente inasumible. Claro. Y es, bueno, es fascinante y terrible a la vez, ¿no? Ver cómo algo tan concreto, una dificultad económica, se convierte en exclusión social pura y dura. Mina la dignidad. Desde la Fundación intentamos paliar esto. El año pasado distribuimos miles de kits menstruales, más de 9.800. Y atendimos a miles de mujeres en nuestro centro de salud. La ayuda directa es fundamental, está claro. Sí, pero el problema va más allá de tener el producto o no tenerlo. Piensa en el trabajo, sobre todo en las pymes, en las pequeñas empresas.

Las mujeres se encuentran con rigidez de horarios, con el estigma de hablar del tema, ¿sabes? Con falta de espacios adecuados. Es una presión constante. O sea, que afecta también al desarrollo profesional. Totalmente. Es una barrera laboral encubierta. No se ve, pero está ahí y frena a muchas mujeres. Entonces, vemos que la falta de recursos básicos impacta en la salud, en la educación, en la dignidad y hasta en el empleo. Y por lo que sé, las investigaciones de la Fundación también señalan consecuencias muy duras en los más pequeños, ¿no? Sí, sí.

Realidades alarmantes, la verdad. Vemos casos de deshidratación infantil severa, problemas respiratorios crónicos que están ligados directamente a vivir en infraviviendas, en sitios insalubres. Estamos viendo nacer bebés con patologías que creíamos casi erradicadas. Y es por la desnutrición de la madre durante el embarazo. Madre mía. Incluso la calidad de la lactancia materna se ve afectada por la mala nutrición de la madre. Bebés naciendo con problemas por desnutrición materna. Es que es un retroceso que cuesta creer.

Y si pones esto en el contexto general, ves que la pobreza materno-infantil en España es superior a la media europea. ¿Superior a la media? Sí. Y esto no es solo un número. Tiene consecuencias gravísimas en el desarrollo neurológico, inmunitario. Los datos que manejamos en la Fundación muestran niños con menor capacidad intelectual, más propensos a infecciones. Por eso insistimos tanto desde la Fundación. Hay que invertir un 7% del PIB, del Producto Interior Bruto, en infancia y maternidad. Ahora mismo estamos en un, bueno, un raquítico 1,3%.

Del 1,3 al 7%. La diferencia es abismal. Es que nos obliga a preguntarnos qué futuro estamos construyendo, qué prioridades tenemos como sociedad, ¿no? Totalmente. Entonces, resumiendo un poco lo que hemos