La LLave del Abismo. 4r4u6w

Ok, a ver, todos ubicamos la imagen aérea de la Plaza de San Pedro, ¿no? Allá en el Vaticano.

Sí, claro, es súper icónica.

Esa forma, pues, tan particular como de cerradura antigua o una llave gigante, ¿no? Ajá, exacto. Y bueno, siempre se ha dicho que representa las llaves del Reino de San Pedro.

Es la interpretación tradicional, ¿sí? Pero, fíjate que hoy revisando las fuentes que nos mandaron, nos topamos con una idea, pues, bastante más, eh, inquietante.

¿Ah, sí? ¿Y cuál? Quichance, esa misma forma, podría evocar otra llave que sale en el Apocalipsis.

Mmm, ¿te refieres a la del abismo? Esa, la que abre el foso del abismo. Vaya, que sí hay tela de dónde cortar aquí.

Sí, es que es un contraste potente, el que se plantea desde el mismo Apocalipsis, fíjate.

A ver, cuéntame.

Por un lado, en el capítulo 1, tienes a Cristo resucitado, ¿no? Que dice claramente, tengo las llaves de la muerte y del Hades. O sea, autoridad total, victoria.

Claro, el poder supremo.

Pero luego, te vas a Apocalipsis 9, y durante la quinta trompeta, pum, aparece otra llave.

Muy diferente.

¿Diferente cómo? Se le entrega a una estrella caída del cielo, que muchos interpretan como un ángel caído, ¿no? Ajá.

Y esta es específicamente la llave del pozo del abismo.

O sea, de entrada, ya son dos juegos de llaves distintos en el mismo libro. Este. ¿Qué las diferencia tanto según los textos? Pues mira, principalmente su origen y para qué son. Las de Cristo, digamos, son parte de su poder divino. Se las ganó con la resurrección.

Entiendo.

Representan control total eterno sobre vida, muerte, destino. Abren la puerta a la salvación, pues.

Ok. ¿Y la otra? La del abismo, en cambio, no es de él. Es entregada. Como un permiso temporal. Y se le da a un ser caído para soltar un juicio.

¿Un juicio? Sí. Abre como una prisión cósmica, por decirlo de alguna manera.

Órale. ¿Y qué sale de ahí cuando se abre ese pozo? Uf. El texto describe humo denso y unas criaturas. Simbólicas, claro, pero aterradoras.

Las famosas langostas.

Esas mismas. Aunque la descripción es más compleja. Parecen caballos de guerra. Tienen poder para atormentar. Es bastante gráfico.

Híjole.

Y su chamba, digamos, es hacer sufrir por un tiempo limitado a los que no tienen el sello de Dios.

Que sería como una protección divina, ¿no? Exacto. Es, en esencia, una plaga de juicio, pero, ojo, liberada con permiso de arriba.

Qué fuerte. Entonces, una llave trae juicio y tormento.

Ajá.

Y las otras representan soberanía y vida eterna. El contraste es brutal.

Totalmente.

Bueno, entendido eso. Ahora, regresemos a la arquitectura. La forma de la Plaza de San Pedro, pues sí, es innegable.

Sí, es muy evidente.

¿Cómo es que las fuentes conectan esta forma física de piedra y diseño con esa llave del abismo? No.

¿No estarán diciendo que es la cerradura literal, o sí? No, no, para nada. No es una cerradura física. La conexión que proponen es puramente simbólica.

Ah, ok.

Pero eso no le quita lo impactante, ¿eh? Lo que argumentan es que si hay una llave espiritual del abismo, pues un lugar tan importante, tan cargado de simbolismo como la Plaza de San Pedro, podría, por su diseño, que deliberadamente parece cerradura o llave, funcionar como un eco, una representación aquí en la tierra de esa cerradura espiritual.

Es como un juego de espejos entre lo físico y lo profético.

O sea...

A ver, sí entendí.

¿La misma forma que para millones significa las llaves de Pedro que abren el cielo? Exacto.

¿Podría desde esta otra lectura estar representando también la cerradura que espera la otra llave, la del juicio, para abrir el inframundo? Justo eso. Híjole sí que es un simbolismo de doble filo, como dices.

¡Guau! Es una interpretación que se clava en esa dualidad.

No es que cancele la visión tradicional de las llaves de Pedro, ¿eh? No, claro.

Sino que le superpole esta otra capa, más oscura si quieres, sacada directo del Apocalipsis.

Te sugiere que los símbolos pueden tener varios significados, a veces hasta opuestos, viviendo juntos en el mismo lugar.

Fascinante la verdad. Y un poco perturbador también.

Entonces, ¿con qué nos quedamos? Por un lado, la Biblia sí distingue clarísimo entre las llaves del poder de Dios y la llave temporal del juicio.

Correcto. Eso está en el texto.

Y por otro, esta idea de que un diseño arquitectónico famosísimo podría estar simbólicamente reflejando no solo una, sino las dos cosas.

Incluyendo la apertura del abismo.

Así es.

Nos invita a pensar, ¿cómo funciona el mundo?