Lerma, villa ducal 736i1l

Te recibo en este lugar para viajeros no turistas y para empezar te doy las gracias por iniciar este viaje conmigo. Espero que te conviertas en mi compañero o compañera y que junto a mi maleta recorras los distintos destinos que visitamos. En esta ocasión nos vamos a dar una vuelta por la provincia de Burgos.

Hemos llegado a Lerma, la villa ducal que forma parte de la lista de pueblos más bonitos de España desde hace siete años y cuyo conjunto histórico es bien de interés cultural. Es un lugar idóneo para pasar un fin de semana, para una escapada si lo que buscas es tranquilidad y alejarte de todo lo que conlleva tu día a día.

Incluso si vas a visitar los alrededores puedes extender tu estancia a dos o tres días en función de cuánto quieras ver, ya que en las proximidades hay lugares muy bonitos como el Parque Natural del Cañón de Río Lobos. A pesar de estar bien comunicada por carretera en caso de que no quieras conducir o simplemente si careces de vehículo tienes la opción de llegar en autobús aprovechando que hay enlaces diarios a ciudades como las tres grandes del País Vasco, San Sebastián, Bilbao y Vitoria, además de a Santander, Madrid y evidentemente Burgos. Lerma se encuentra en plena comarca del Arlanza que toma el nombre del río que la recorre y está a tan sólo 39 kilómetros de la capital de la provincia.

Esperamos que ya estés dispuesto o dispuesta a comenzar nuestro paseo así que vamos a partir de la Plaza Mayor justo donde se encuentra el Palacio Ducal del siglo XVII, antigua residencia del duque de Lerma, Francisco de Sandoval y Rojas y de Felipe III de quien era valido. Además en él estuvieron otras figuras de la historia como el propio Napoleón quien llegó a pernoctar entre sus muros. Seguramente cuando lo mires venga a tu mente la imagen de El Escorial y es que ambos edificios fueron construidos en estilo herreriano así que salvando las distancias tienen ciertas similitudes.

Una de las muchas curiosidades de este edificio es que tanto era el poder del duque de Lerma que como excepción se le permitió erigir cuatro torres, una en cada esquina del palacio, detalle que era exclusivo de los reyes mientras que el resto de los nobles solamente podían dotar a sus construcciones de dos torres.

Otro dato curioso es que tiene más de 200 balcones.

En la actualidad es Parador Nacional de Turismo, un elegante hotel de cuatro estrellas que por supuesto te recomendamos visitar. Puedes entrar libremente y observar el precioso claustro. Pone en marcha tu imaginación porque ahí estrenó Lope de Vega varias de sus obras hace cinco siglos. Lo ideal es, si tu presupuesto te lo permite, alojarte en este hotel y disfrutar de una comida o una cena en uno de sus dos restaurantes. Uno de ellos es el Mayorazgo y el otro se llama La Bodeguita, este último más informal y económico.

Si puedes date ese pequeño lujo, por ejemplo durante este mes encontrarás habitaciones en torno a los 100 euros si vas entre semana. Lo malo es que los fines de semana el precio se encarece bastante. Salimos del hotel para atravesar la Plaza Mayor, que es una de las más grandes de España. Tiene cerca de 7.000 metros cuadrados. Por cierto que si has viajado en coche puedes dejarlo aparcado gratuitamente en esta gran plaza, salvo los miércoles por la mañana que son los días en que se celebra el mercado.

Uno de los laterales que cierra la plaza es el Pasadizo Ducal, que unía el palacio con algunas iglesias y servía para que el duque y sus invitados pudieran acceder a ella sin ser vistos. La corte celebraba en esta Plaza Mayor sus grandes fiestas y como recuerdo de aquellos eventos tiene lugar el primer fin de semana de agosto de cada año la Fiesta Barroca, en la que desfilan una serie de personajes vestidos de época atrayendo a multitud de visitantes.

En la dirección en la que nos desplazamos hay dos calles, la mayor a la izquierda y la Audiencia a la derecha, y es por esta que seguimos nuestro paseo. Al principio de esta vía encontrarás algunos establecimientos para comer, por supuesto, a precios más bajos que en el Parador. Al final de la calle a mano derecha verás el Ayuntamiento, donde está la Oficina de Turismo, por si quieres acercarte para pedir alguna información, algún plano, algún mapa, tanto de la ciudad como de la ciudad.