LegalQué | Paula Ortiz (TheLegalSchool) 3x13 h736z

Hola a todos, bienvenidos a la tercera temporada de los Podcast Legal Q, la serie de conversaciones que tienes que escuchar si quieres estar al día con lo que está pasando en innovación y tecnología en el sector legal.

Podcast conducido por Alejandro Sánchez del Campo, consejero en innovación y Legal Tech en La Ley.

Hoy tenemos con nosotros a Paula Ortiz. ¿Qué tal, Paula? Muy bien, Alejandro. Encantada de estar aquí contigo.

Encantado, a nosotros también. Un placer tenerte hoy aquí y charlar hoy contigo.

Paula es abogada especializada en derecho digital y actualmente es cofundadora y CEO de The Legal School.

Paula, empezamos siempre con la misma pregunta y es ¿qué es innovación para ti? ¿Cómo definirías innovación? Bueno, pues en primer lugar, Alejandro, quería agradecerte la entrevista y pasar aquí un rato contigo para debatir sobre todos estos temas que desde luego están encima de la mesa.

Pues bueno, ya resulta complicado dar una definición de innovación que no se ha dicho antes. Entonces, bueno, pues he ido un poco a los básicos y he pensado… Puedes copiar. Si quieres, puedes copiar.

No, al final he pensado que es para mí innovación. Y para mí innovación, pues creo que la base sería como hacer las cosas de manera diferente para lograr un resultado, pero es que para mí la innovación verdaderamente es una actitud, parte de una necesidad de ver las cosas de una manera diferente para resolver un problema o dar una mejor solución.

Con lo cual yo creo que al final esa parte de innovación, que muchas veces se dice que los abogados no somos innovadores, no hace falta ser un abogado legal tech para ser innovador. Puedes ser innovador en la manera en la que presentas un escrito, en la manera en la que te diriges tus clientes, en la manera en la que hablas y yo creo que al final tampoco hace falta darle muchísima gran dilocuencia al concepto.

Y bueno, si me comentabas el papel de la tecnología, yo creo que al final es como el catalizador de esta innovación. Al final a nadie se le escapa que la tecnología nos permite llegar a lugares donde antes era absolutamente impensable. Es como el ingrediente que permite amplificar nuestras ideas y llevarlas a un nivel mucho más superior. Una cosa que también he visto que coincidía en compañeros es que al final la tecnología por sí sola no resuelve nada.

Al final tiene que ir acompañada de una visión, tiene que ir acompañada de un conocimiento y también, ¿por qué no?, de un uso ético de la misma. Yo muchas veces en las clases, cuando doy clases, pregunto a la gente de negocio, ¿creéis que todo lo que es técnicamente posible es legal o es ético? Y la gente pues me dice, bueno, pues si técnicamente se puede hacer pues vamos adelante. Y realmente pues ni todo lo tecnológicamente viable es legal, ni todo lo legal es necesariamente ético. Por tanto, al final es como tres ideas dentro de una misma cosa.

Sí, sí. Muy de acuerdo. Yo estoy contigo en que tiene que ver con la actitud efectivamente.

Esa es la parte clave porque puedes innovar sin tecnología, no necesariamente te falta la tecnología para innovar, pero si eres capaz efectivamente de tener la actitud correcta y de usar la tecnología de la manera correcta, pues lógicamente multiplicas porque la tecnología facilita. Con lo cual, muy de acuerdo con lo que dices.

Oye, quería preguntarte por The Legal School, por vuestro proyecto The Legal School. ¿Cuándo nace? ¿Por qué nace? ¿Cuáles son los objetivos? Cuéntanos.

Muy bien, pues nada, tú cuente un poquito de nuestro niño, digamos, de The Legal School.

Bueno, pues a mí me gusta definir después de darle muchas vueltas The Legal School como el espacio para evolucionar como profesional del derecho y hacerlo con criterio. El objetivo que tenemos con The Legal School es formar a los abogados para esta nueva era que nos ha tocado vivir. ¿Por qué nace The Legal School? Luego te cuento un poco los orígenes entre Raúl, Álvaro y yo, las conversaciones. De alguna manera queríamos crear la escuela de derecho en la que nos hubiera gustado estudiar y nos encontramos en un momento en el que la carrera de derecho ha quedado desfasada. Se cubren materias tradicionales, se ignoran las áreas del derecho en las que hay alta voluntad.