Kaliman 7 La reina de los gorilas cap 32 al 76 4q4c18

Los hombres, valiente con las mujeres, fierlo con los muertos, implacable con los malvados.

Así es, increíble, en su nueva aventura desarrollada en el enigmático continente negro.

La reina de los gorilas, con el primer actor Carlos Riquelme, secundado por Marcela Cervién, Eduardo Lozadera, Mica Miguel Zipater, Antonio Muñoz Ledo, Luisa Albay en el papel de Polín, la narración de Isidro Lace, e interpretando a Calimán, el propio Calimán, un libreto original del escritor del misterio y aventuras, Víctor Fox.

Calimán y su pequeño amigo Solín habían encontrado dentro de aquel oasis, en medio de las grandes rocas, en mitad del desierto, a un hombre de aspecto miserable que había tratado de matarlo.

Calimán lo dominaba enterándose que se trataba de un famoso cazador inglés, Fred Mulligan, de quien se aseguraba estaba muerto, pues nadie había tenido noticias de él desde cinco años atrás.

Aquel hombre, de aspecto cadalérico, semidesnudo y con la barba y el cabello blancos y crecidos, relataba a Calimán que había estado prisionero en la tierra de los gorilas humanos, y revelaba que esos extraños seres eran gobernados por una hermosa mujer blanca, llamada Sandra.

Después, aquel hombre moría, y Calimán enterraba su cuerpo dentro de la cueva.

Solín, debemos continuar la marcha, nuestros amigos estarán ansiosos de nuestra llegada, debe llevar más tiempo, monta pues.

Calimán, entonces, por las palabras de este hombre, debemos creer que en realidad existen los gorilas humanos? Sí, Solín, y habitan en el basício de los bongos, en la región del África Central, aunque hoy, honesta y fiel corredor, no han revelado la ruta que seguiremos.

Supongo que vamos hacia el norte, hacia el África Central, y entonces, todo coincide.

¿Y creen que de existir esos seres, estén gobernados por una mujer tal como lo dijo ese pobre hombre? Todo es posible en África, Solín.

Un continente que guarda miles de secretos y misterios desconocidos para el hombre blanco.

Sí, Solín, es posible que existe esa mujer.

Sandra, la reina de los gorilas humanos, una hermosa mujer blanca, seductora y salvaje.

¿Y ese hombre nos advirtió alejarnos de ella? Jamás hemos retrocedido ante el peligro y la aventura, Solín.

Pero, ¿no es suficiente motivo haber visto a ese hombre enloquecido, y así como estaba, enloquecer y morir? No anticipemos eso, Solín.

Será tanto como darnos por vencidos antes de iniciar la aventura.

Ahora, por lo pronto, debemos reunirnos con nuestros amigos.

¡En marcha, Solín! Nos encontraremos hacia el norte del desierto.

Antes será necesario.

¡En marcha!