El Iceberg. T3 Programa 43 3p5ev

Buenos días, buenas tardes, buenas noches, bienvenidos una vez más a Liceberg.

Mi nombre es Javier García Oliver y estamos, pues eso, como lo prometido es deuda, nosotros no fallamos a la cita. Sí que es cierto que hay gente, hay colaboradores que faltan a las citas, pero siempre hay una resistencia que nunca falla. ¿Por qué? Primero porque nos lo pasamos bien, segundo porque consideramos que tenemos cosas que decir, cosas que a lo mejor no se escuchan en los medios de comunicación masivos, ya sabéis lo de Liceberg, ese 80% que está sumergido, el 20% que se ve, se oye, se escucha y nosotros pasamos de ese 20 que está ahí encima y que esos grandes medios no paran de hablar de él en base a versiones de parte, según quien les pague.

Nosotros, en base a nuestra independencia y en nuestro análisis crítico, pues siempre queremos hablar independientemente del tema que hablemos, pues de una manera serena, de una manera concienzuda y de una manera libre. Hoy nos depara una tarde, pues como siempre, ¿no? Que sabemos cómo empezamos y no sabemos cómo acabamos, pero bueno, sí que es cierto que contamos con una persona que, como siempre decimos para venir aquí, ¿qué tiene que ser? Pues tiene que ser una buena persona, tiene que ser un buen amigo y tiene que ser una persona que tenga algo que decir y decirlo sin tapujos.

Entonces, sin más y antes de presentar a nuestros contertulios, sintonía y comenzamos. Bueno, aquí estamos y siguiendo la tradición, ya sabéis, aquí no presentamos a nuestros invitados, aquí son nuestros invitados los que se presentan a sí mismos. Hoy está con nosotros, a ver si lo digo bien, Álvaro Alepuz. Exactamente, el mismo. El mismo que viste en calza, ¿verdad? No eres inteligencia artificial ahora que está tan de moda. No, no me parezco a nada. Hay que tener mucho cuidado ahora porque cuando ves cualquier cosa ya no es que estemos en las fake news, sino que es que ahora mismo estás haciendo una entrevista de trabajo, estás hablando con alguien, con un ligue, con no sé quién y ya no sabes si es inteligencia o no tú.

Eres Álvaro Alepuz. De carne y hueso, bastante carne además. Perfecto, así me gusta. Hay que empezar la temporada de verano, pero llegamos un poquito tarde todos. Álvaro, ¿quién es Álvaro Alepuz? ¿Quién soy? Pues lo que has dicho, yo creo que soy más o menos una buena persona, que mis amigos más o menos me quieren y creo que Raúl me invitó a venir aquí con vosotros para hablaros de un proyecto que empecé con mi hermano, que es bastante mejor persona que yo. Bueno, eso es que orine de familia.

Bueno, pero él es la cara pública de este proyecto y yo por primera vez estoy saliendo aquí pues más a la palestra y a hablar un poco de cómo empezamos este proyecto, que lo denominamos la hermandad insólito club. La hermandad es por su lado, porque quería tener una hermandad como de amigos y lo de insólito por el mío, porque quería sólo tener cosas como que fuesen excelentes y dentro de nuestro club de amigos que encima estuviesen a un precio muy bueno.

Entonces estamos en esa búsqueda, en la búsqueda de cosas súper excelentes y que encima tengan un precio mejor que en cualquier otro lado y repartirnoslas entre amigos. Así empezó este sitio que nos ha llevado a dos personas con experiencia en banca de inversión a tener pues un club de amigos que es un restaurante con eventos y tal ahora sin tener ni idea de gastronomía y todo esto ha sido a base de pues mandar mensajes con un whatsapp y sin gastarnos dinero y creando una comunidad de amigos que no pagan nada y que sólo se benefician de unos descuentos y votan los productos que quieren tener en el club.

Y aquí sólo hay dos votos, uno o el producto es insólito o como decimos nosotros que tenemos un pequeño ejército de pequeños déspotas, maravillosos déspotas, si no les gusta es next. ¿Qué significa que no les guste? Que no es insólito, no significa que no sea un gran producto, pero que a ellos no les resulta insólito y entonces la insólito para las personas pues significa para cada uno de ellos tenéis que ver las caras de ellos cuando empiezan a votar.