El Hombre Sandía 17-03-2025 o573j

Hola, buenas noches, aquí estamos, esto es El Hombre Sandía, el programa de jazz y otras músicas de W Radio, la emisora municipal de Valverde de la Virgen.

Hay figuras en la vida que nos marcan para siempre, presencias que, aun en la distancia o el silencio, siguen iluminando nuestro camino.

Una de ellas es el Padre, guía, refugio, aliento en las tormentas y sombra protectora en los días inciertos.

Esta noche, en un homenaje sentido y profundo, abriremos nuestro espacio con las palabras inmortales de Federico García Lorca.

Su poesía, cargada de emoción y ternura, nos invita a sentir la huella imborrable de aquellos que, con su amor y fortaleza, nos han dado raíces y alas.

Padre, en el eco de tus manos se oculta el fuego que ilumina mi camino, tu sombra es mi forma y mi destino, tus brazos son mi abrigo en los desengaños, en cada gesto, en cada paso, siento tu fuerza y tu aliento, y en el silencio de tus labios oigo la voz del amor eterno.

En estos versos Lorca nos habla del Padre como luz y cobijo, como presencia que se extiende más allá del tiempo, porque un Padre no es sólo quien nos da la vida, sino aquel que nos acompaña en cada paso, aun cuando ya no está.

Su voz se convierte en eco en nuestras decisiones, sus gestos en señales en nuestro andar, su amor en un faro que nos guía en la neblina de los días inciertos.

Cuántas veces, en el rumor del viento o en el silencio de la noche, sentimos su aliento darnos fuerza, su sombra darnos refugio, aquel consejo que parecía un susurro lejano se vuelve certeza, aquella mirada que nos sostuvo se transforma en raíz.

Un Padre es abrazo aun en la distancia, es legado que se lleva en la sangre y en el alma.

Esta noche, este espacio es para ellos, para los padres que están, para los que partieron pero nunca se fueron, para los que enseñaron con su ejemplo, para los que nos dieron la vida y con ella el amor incondicional.

Porque un Padre es más que un hombre o un rostro en el tiempo, es historia tejida en nuestras venas, es la sombra que nos protege del sol más feroz y el impulso que nos empuja cuando el miedo nos detiene.

En su mirada se esconde la sabiduría de los años y en sus manos la fuerza que nos sostuvo en los primeros pasos, cuando aún no conocíamos el peso del mundo.

Hoy, en este rincón radiofónico, abrimos el alma para recordar, para agradecer, para rendir tributo a quienes nos enseñaron a caminar con firmeza y a levantar la cabeza cuando el viento nos doblaba.

Algunos aún nos esperan en casa con la paciencia de siempre, con esa ternura que a veces no necesita palabras.

Otros quizá ya no están físicamente con nosotros, pero su amor sigue siendo un referente que nunca se apaga.

A través de la poesía, de la música y del recuerdo, hoy les decimos gracias.

Gracias por las noches en vela, por las lecciones de vida, por el amor callado y profundo, por haber sido hogar y horizonte, por habernos mostrado que la verdadera fortaleza no es sólo la de los brazos, sino la del corazón.

Este es su homenaje, para los que están, para los que partieron, para los que siguen vivos en cada uno de nuestros pasos, porque un padre nunca se va, sólo se transforma en el eco de nuestras vidas.

Bienvenidos a este viaje de amor y gratitud.